Revolución en el negocio de la estética en Granada
Un sector al alza ·
La creciente demanda de tratamientos estéticos y la tecnología que los ha hecho más efectivos y accesibles impulsa el crecimiento de los centros que suman más de 2.500 profesionales y tienen problemas para contratarLos negocios de la belleza y el bienestar (ligado a este concepto, no genérico) están en fase de crecimiento. Han aplicado sus propias técnicas de ... renovación para adaptarse a lo que la sociedad demanda. La tecnología ha transformado el tejido empresarial de la belleza y el bienestar, haciendo los tratamientos «más efectivos y accesibles». Y, los centros se han metamorfoseado, por aquello de renovarse o morir. La evolución en los últimos años ha sido buena y las perspectivas, también. La innovación marca el camino para incorporar técnicas avanzadas que aporten respuestas a las preocupaciones estéticas corporales.
En un mundo marcado por la imagen, las empresas de esta parcela han hecho buenos números. En estos últimos años, la demanda en el mundo de la estética ha experimentado un crecimiento significativo. Algunos centros han registrado un incremento de entre un 20% y un 30%. Este auge se ha visto reflejado en un aumento del número de empresas, autónomos y trabajadores dedicados a la belleza y el bienestar.
Y no es de extrañar, dicen quienes se dedican a estas gestiones. La gente está cada vez más concienciada sobre la importancia del autocuidado y de sentirse bien consigo misma, y eso se traduce en una mayor búsqueda de servicios profesionales de belleza. Según Stampa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), el consumo de productos cosméticos se disparó más de un 11% en el 2022.
Esta tendencia ha tenido su reflejo en una tendencia al alza de la demanda de servicios especializados. Desde manicuras y pedicuras hasta tratamientos faciales y corporales, o servicios de spa y pestañas. Prueba de ello es la dificultad que entraña cubrir la demanda de profesionales cualificados actualmente, según relatan desde el sector.
Granada ha experimentado un importante crecimiento en el número de empresas dedicadas a la estética. Es difícil especificar, según valoran desde el sector, el número exacto de profesionales en el sector, pero incluyendo a esteticistas, maquilladoras, manicuristas, operadoras de spa y especialistas en extensiones de pestañas (lashistas), aunque «podemos estimar que supera fácilmente los 2.500 profesionales».
Las empresarias esperan que esta tendencia continúe y que haya oportunidades para nuevas empresas y profesionales en el sector, a pesar de algunos desafíos como «el intrusismo laboral o la competencia desleal». Además, hacen una referencia a otras vicisitudes como la elevada tasa de IVA (que el anterior gobierno elevó del 8% al 21%) sigue siendo un reto para el sector, ya que «encarece los servicios y dificulta la accesibilidad a los mismos».
Estos datos los ha aportado Pilar Gaudí, que desde 2003 dirige el centro Nina Merli. La historia de este negocio no solo es la de una empresa dedicada al sector de la estética, también es un relato de la adaptación y respuesta a las tendencias y lo que el cliente demanda. Fundada en 1977, la trayectoria de Nina Merli está marcada, en este apartado no dejan de nombrar «la valentía» de su fundadora, Rafaela Leyva, una pionera que, con una pasión «única y un talento incomparable, abrió camino donde otros solo veían obstáculos». ¿Por qué? Porque «supo redibujar los límites de la belleza en una época donde las reglas estaban escritas. Una mujer adelantada a su tiempo que descubrió a Granada el universo de la estética de calidad y del cuidado personalizado».
El boom
Pilar Gaudí ha llevado la empresa hacia nuevos horizontes, manteniendo los principios fundamentales de calidad, accesibilidad y atención personalizada. Sigue siendo un faro y referente en el competitivo mundo de la estética, que abrió en 2021, su segundo centro en la calle de Puentezuelas. Al día de hoy, Nina Merli lleva 47 años ofreciendo, de manera interrumpida a la ciudad de Granada, sus instalaciones de más de 250 metros cuadrados, 12 cabinas independientes, los tratamientos innovadores y una experiencia de bienestar «única».
En todas estas décadas, esta firma ha ido creando un mundo de soluciones para la belleza al ritmo de los últimos avances en aparatología y de la cosmética más «efectiva». Centran su esfuerzo en mantenerse a la vanguardia de la industria de la estética. Sus centros están equipados con la última tecnología en aparatología facial y corporal, incluyendo dispositivos como Accent Prime, Indiba, LPG, JetPeel, Tanit, Megan, V-Form, Hidroinfusión, Dermapen o Fotorejuvenecimiento, entre otros.
La siguiente pregunta en este recorrido por la parte empresarial de la estética, es qué es lo más demandado. En Nina Merli despejan las dudas. Son los tratamientos corporales. «Lo más demandado actualmente son nuestros equipos de tratamientos corporales. En Nina Merli intentamos ofrecer a nuestros clientes lo mejor en términos de resultados y experiencia. Nuestro compromiso con la innovación nos lleva a incorporar constantemente tecnologías avanzadas que permiten abordar una amplia gama de preocupaciones estéticas corporales», valora Pilar Gaudí.
Además, «contamos con equipos de diagnóstico de última generación que nos permiten evaluar el estado de la piel con precisión y personalizar los tratamientos según las necesidades específicas de cada cliente. Estamos comprometidos con la innovación continua y la actualización constante de nuestras técnicas para garantizar resultados óptimos y satisfacción del cliente».
Fundada en 1977, Nina Merli ha crecido hasta convertirse en un referente en el sector de la estética en Granada, operando dos centros de estética en la ciudad, cada uno de ellos equipado con los equipos «más avanzados del mercado y herramientas capaces de ofrecer a sus clientes una experiencia de alta calidad».
Buscan esa excelencia sin perder de vista la innovación están la mayoría de empresas. La Asociación Granadina de Mujeres Empresaria (Amega), con la colaboración de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), ha analizado, precisamente esta realidad. Lo hicieron a través de una mesa sectorial sobre salud y bienestar, con expertas y profesionales sobre la conexión entre el cuidado de cuerpo y mente para lograr el bienestar. Carmen Martín (asesora de imagen), Dora Castillo (estilista), y Montse Muñoz (dueña de Agatha Clinic y Tiendas Agatha) hablaron de cómo la tecnología influye en sus campos.
En sus alocuciones concluyeron que la introducción de la tecnología en belleza y bienestar supuso un cambio radical en poco tiempo. Concluyeron que la tecnología ha transformado drásticamente el sector de la belleza y el bienestar, haciendo los tratamientos «más efectivos y accesibles».
En los tratamientos de belleza, la tecnología, según se expuso en la mesa sectorial ha facilitado el desarrollo de nuevos productos y tratamientos que son más «eficientes y específicos para las necesidades individuales». Los consumidores están, además, más informados y demandan tratamientos más avanzados y concretos.
En este mundo conectado, las empresarias y empresarios han tenido la oportunidad de hacer diagnósticos a distancia. Así las cosas, la capacidad de realizar diagnósticos y ofrecer tratamientos a distancia se ha incrementado, aunque esto también ha reducido el contacto humano y personal en el sector. No obstante, en este balance tecnológico, mientras la tecnología ha mejorado la eficiencia y la personalización, el elemento humano sigue siendo crucial en la experiencia del cliente.
Por Whatsapp
En esta nueva realidad, el aumento de consultas por medios como whatsApp y otros canales digitales presenta desafíos en mantener una comunicación y servicio efectivos.
La inteligencia artificial y la realidad virtual están ya presentes en estas entidades. Ofrecen nuevas oportunidades para el diagnóstico y el tratamiento, aunque, advirtieron, que también llevan riesgos asociados, especialmente relacionados con la pérdida de interacción personal.
Las conclusiones en la mesa sectorial dibujan bien cuáles son las perspectivas de futuro y qué hacer. Destacaron la necesidad de adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías mientras se asegura que se implementen de manera ética y regulada para proteger tanto a los consumidores como a los profesionales del sector.
Pilar Gaudí que conoce muy bien el sector de la belleza en Granada no tiene duda sobre si habrá buenos balances en los próximos años. «Atendiendo a los datos, diría que es indiscutible el auge del sector de la belleza. Creo que la pandemia de 2020 impulsó un cambio en la forma en la que mirábamos al sector de la belleza y el cuidado personal. Dejamos de considerarlo como un pequeño lujo y empezamos a verlo como una inversión en nosotros mismos». Por lo que «este cambio de mentalidad ha impulsado un aumento en la demanda de servicios de estética, así como en la compra de productos cosméticos y tratamientos especializados. Es evidente que muchas personas hemos convertido el bienestar y la autoestima en una prioridad».
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