La historia del pequeño taller de Granada que ahora es un gran concesionario
Miguel García Chinchilla ha logrado transformar el taller que fundó en 1969 en la gran empresa Sport Automoción, que ha llevado a cabo con éxito el relevo generacional
Un empresario granadino con raíces en su tierra a la que procesa un inmenso cariño al igual que a su Granada Club de Fútbol. Miguel ... García Chinchilla es un referente en el mundo del automóvil. Creció en el seno de una familia tradicional, siendo el menor de seis hermanos. Desde muy pequeño se trasladó a Madrid para cursar sus estudios en el colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de la Guardia Civil, ya que era hijo del cuerpo y sentía gran admiración por el mismo. De hecho realizó el servicio militar en dicho cuerpo durante tres años, alternándolo con su gran pasión que era la carrocería y la pintura del automóvil.
Fue el 1 de febrero de 1969, ya de vuelta a su Granada natal, cuando comenzó su andadura al frente de Talleres Sport, fecha de fundación de su primera empresa. Tenía su sede en la calle Pedro Antonio de Alarcón, en un local destinado a la reparación de carrocería de vehículos. Antes, con tan solo 16 años trabajó en los garajes más relevantes de aquella época, concesionario DKV y concesionario Renault en la ciudad de la Alhambra y en Madrid en el parque móvil de la Guardia Civil y garaje San Isidoro, donde adquirió fama de buen chapista por su rapidez y calidad al reparar los capós de los míticos R8.
Al fundar Talleres Sport, desde el primer momento adquirió fama en el sector por la calidad de los trabajos realizados. Su destreza y habilidad hizo que vinieran a reparar vehículos y autocares de distintas localidades de España. «La calidad y la honestidad es lo que hace que el cliente esté satisfecho, vuelva a reparar o comprar y nos recomiende», afirma.
Su pasión por su trabajo ha sido el motor del crecimiento de su empresa de un modo profesional y completamente orientado al servicio del cliente. La constancia y la fidelidad de quienes iban a su empresa han favorecido el crecimiento y las cifras de la actualidad de lo que hoy es Sport Automoción Gr, S.A. Del primer taller con 70 metros cuadrados en la calle Pedro Antonio de Alarcón a una gran empresa que en 2024 compró un nuevo solar de 4.200 metros cuadrados para ampliación de nuevas instalaciones en primera línea de carretera en la avenida de Andalucía. Entre tanto, en 1971 abrió su primer taller de chapistería y pintura con 280 metros cuadrados, en avenida de Cádiz. En 1980, Miguel fue nombrado perito tasador de seguros, trabajando para Previsión Sanitaria Nacional hoy AMA. En 1986, Talleres Sport es nombrado agente Citroën, en calle Circunvalación con una exposición de 170 metros cuadrados. Y en 1987 adquirió un local en calle Espronceda también dedicado a la reparación de carrocería, ampliando al doble de metros el espacio dedicado al taller.
Llegó 1991 y adquiere una nave con 1.300 metros cuadrados en la avenida de Andalucía, donde inicia un proyecto de reparación general para el automóvil y que actualmente sigue siendo la sede del Grupo Sport.
Los hitos de crecimiento continúan en 1995 cuando fue nombrado concesionario oficial para Granada y provincia de la marca Hyundai, hoy día uno de los fabricantes más potentes de la industria automovilística. Este será quizá el hito más relevante, ya que ha potenciado a lo largo de los años un crecimiento a otro ritmo, nace Sport Automoción, según explican desde la empresa. En el año 2000 fue nombrado concesionario de SAAB, marca sueca de vehículos de alta gama, para Granada y provincia. En 2009, del concesionario de SsangYong, marca especializada en vehículos todoterreno para el mismo territorio. Y, en 2013, del concesionario de Subaru, marca japonesa pionera en el uso de tracción total en todos sus vehículos, con la misma zona de influencia.
«El paso de la batuta a mis hijos ha sido un momento clave que asegura el futuro del negocio a largo plazo»
Como concesionario de Hyundai, Ssangyong y Subaru disponen de exposiciones independientes: una de 500 metros cuadrados y dos de 300 metros cuadrados, respectivamente. Para los vehículos de ocasión, 400 metros cuadrados. Talleres Sport Granada dispone de acuerdos de colaboración con las principales compañías aseguradoras. Actualmente, posee más de 8.000 metros dedicados a la venta de vehículos nuevos, de ocasión además de los servicios oficiales postventa. En cuanto al equipo humano, está compuesto por casi cincuenta profesionales. Los hijos de Miguel García Chinchilla, Miguel Ángel García, Esther y Virginia, tomaron las riendas en 2018. García Chinchilla presume de que el relevo generacional ha sido un proceso cuidadosamente planificado y, como suele suceder en las empresas familiares, un paso natural hacia la evolución y la adaptación a los nuevos tiempos. «En mi caso, el paso de la batuta a mis hijos, sin duda, representa un momento clave en mi trayectoria empresarial, asegurando la continuidad del negocio a largo plazo», destaca.
Los valores
«He intentado formar y educar a mis hijos en los valores fundamentales del negocio tal como yo lo entiendo: la calidad del servicio, la honestidad con los clientes y la pasión por el trabajo», subraya.
De la mano de Miguel, la segunda generación ha entrado a formar parte activa del negocio y ha tenido la oportunidad de experimentar el funcionamiento de la empresa en sus distintos departamentos. «Les he intentado proporcionar un entorno en el que pudieran adquirir los conocimientos tanto técnicos como empresariales necesarios para tomar las riendas de la empresa», describe.
«Ser empresario en Granada ha sido un desafío que, a lo largo de los años, ha moldeado mi visión»
«Ver a mi hijo al frente de la empresa es, sin duda, un hito emocional y profesional. A lo largo de los años, Sport Automoción ha sido el fruto de mucho esfuerzo, sacrificio y pasión, y el hecho de que mi hijo esté ahora al mando no solo simboliza la culminación de un proceso de relevo generacional, sino también la continuidad de un proyecto que yo mismo comencé desde cero», rememora. Así, relata que el mayor sentimiento que probablemente ha experimentado es el orgullo familiar. «Después de haber dedicado mi vida a construir un negocio que ha prosperado, y que ha dado empleo a muchas personas, ver a mis hijos asumir la responsabilidad de dirigir la empresa tiene un profundo significado. Es el cierre de un ciclo y el comienzo de otro, y no hay mayor satisfacción para un fundador que ver a su hijo seguir su ejemplo y llevar la empresa a nuevas alturas», afirma emocionado.
Satisfacción
En este repaso a su historia, García Chinchilla habla de cómo para él ser empresario en Granada ha sido «un desafío y una oportunidad única que, a lo largo de los años, ha moldeado mi visión y mi manera de afrontar el negocio».
Echa la vista atrás y recuerda cómo en sus primeros años, especialmente cuando fundó Talleres Sport en 1969, tuvo que abrirse camino, ganándose la confianza de los clientes granadinos y construyendo una reputación a base de trabajo duro, calidad y un trato cercano. «En este contexto, ser un empresario en una ciudad pequeña como Granada significaba estar muy cerca de la gente y tener un contacto directo con los clientes, lo que me permitió desarrollar relaciones personales que, con el tiempo, se tradujeron en lealtad y un crecimiento sostenido», recuerda. La incorporación de marcas como Hyundai, Saab, SsangYong y Subaru en los 90 y 2000 fue un paso crucial que permitió a la empresa elevar su perfil.
En este camino no falta su Granada. «Al estar tan involucrado en la ciudad, y junto a mi otra gran pasión que es el Granada C.F. el club de mi vida, y el profundo amor que siento por la ciudad, también he estado directamente involucrado en la gestión del club, desempeñando varios roles directivos a lo largo de los años. Este papel me permitió influir en las decisiones del club y trabajar de cerca con la junta directiva, los jugadores y los aficionados», presume.
«Como granadino, siento una profunda sensación de orgullo por ser un empresario local. Para mí no solo se trata de dirigir una empresa, sino de contribuir al desarrollo y crecimiento de mi ciudad. Y además me ha permitido desarrollar un profundo sentido de orgullo y pertenencia a la comunidad granadina», argumenta.
De cara al futuro, están desarrollando una acción estratégica clave para la empresa con un nuevo proyecto de ampliación de sus instalaciones. «Con este paso, no solo estamos asegurando la expansión física de nuestras instalaciones, sino también preparando la empresa para afrontar los retos futuros en un sector en constante evolución», concluye.
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