El secadero de Reviverdes. Javier Fuentes ha transformado el antiguo espacio, que fue señal de la industria tabacalera de la vega granadina el siglo pasado, ... en una empresa muy diferente. Concretamente, en un espacio creativo que unirá tienda de decoración y mobiliario de diseño, con un taller de carpintería artesanal y espacio de formación en carpintería y decoración, que estará abierto a personas curiosas, aficionadas y profesionales.
Reviverdes nace por «mi pasión y habilidad –heredada de mi abuelo y mi madre– por 'revivir' materiales que se suele pensar que no sirven ya para nada y fabricar cosas bonitas con ellos». Agrega Fuentes que todo surgió después de estudiar en la Escuela de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Granada (UGR). «Y, sobre todo, tras formarme en emprendimiento con UGRemprendedora –me dieron un gran apoyo inicial y me lo siguen dando a día de hoy–», especifica.
En 2010 empezó a estudiar en la UGR y durante esos primeros años ya comenzó a crear su primera microempresa: vendía terrarios en tarros de cristal como regalos originales por plataformas de anuncios. «Y también, gracias a mis ahorros y mis primeros sueldos como becario, monté varios acuarios en el sótano de mi casa y empecé a vender plantas acuáticas que cultivaba yo mismo», recuerda. Nació en 1992, así que en el curso 2011-2012, cuando inició esa microempresa, tenía 19 años.
En 2016, hizo los primeros cursos de emprendimiento en UGRemprendedora y en 2017 comenzó a crear los primeros productos de Reviverdes. En aquel momento empezó a crear lámparas con ramas de madera singulares que encontraba. Ahora está trabajando en proyectos de Reviverdes y la reforma en Purchil (Vegas del Genil). El secadero está en la calle Chorrillo, 9, de Purchil. Hace unos seis años tuvo la idea de crear un espacio que fuera un punto de encuentro de personas creativas dentro de un edificio que tuviera algo único. «He trabajado muy duro con mi empresa de mobiliario y decoración (Reviverdes) para ahorrar y llegar a comprar un espacio singular tan especial para los que vivimos en Granada: un secadero de tabaco», relata.
El espacio no va a cerrarse solo a profesionales y habrá talleres abiertos a cualquier persona
Uno de los puntos clave que hizo muy larga la búsqueda fue intentar encontrar un secadero de tabaco en buenas condiciones y dentro de suelo urbano que permitiera crear un negocio en su interior. «Durante estos tres años de búsqueda por todos los pueblos de Granada me he enamorado de bastantes de ellos. Todos en suelos que permiten uso solamente agrícola. Hasta que un día una alarma de la palabra 'secadero' me llegó al correo electrónico. Al día siguiente fui a visitarlo, aunque la foto exterior no me convencía. Cuando entré, aunque todo era caos, abandono y naturaleza salvaje, pude ver el gran potencial y el lugar mágico que buscaba desde hacía años», describe.
Lo del secadero de tabaco se remonta a su paseos por Chauchina donde vivió varios años. «Recuerdo los paseos con mi perro por las choperas mientras me iba enamorando de esas edificaciones tan altas llenas de cientos de huecos. Caminar por dentro de un secadero e ir viendo cómo se cuelan los rayos de sol por sus huecos es una experiencia mágica. Yo, junto al apoyo incondicional de mi familia y amigos, estamos transformando en Vegas del Genil este antiguo secadero de los años 70, en El Secadero de Reviverdes», especifica. Ahora está creando el lugar que le habría encantado tener cuando empezó a crear su empresa. Un espacio con personas creativas que aúne formación, mesas amplias de trabajo, herramientas y máquinas que permitan hacer cualquier proyecto realidad. Y todo ello «en un lugar mágico como un secadero granadino restaurado». Este espacio no va a cerrarse solo a artesanos y profesionales, si no que habrá talleres abiertos a cualquier persona que quiera «desconectar del mundo y llevarse algo a casa fabricado con sus propias manos». Desde talleres para crear tablas de cocina o lámparas personalizadas, pasando por uno de supervivencia en el hogar, hasta acciones en pareja, con amigos o familia para crear juntos.
Gracias a redes sociales muchas personas han ido viendo estos años los proyectos de carpintería que ha ido creando con 'Reviverdes' y desde hace tiempo le vienen haciendo la misma pregunta: ¿Das cursos, talleres o tienes algún espacio para enseñarme, quiero aprender? «En poco tiempo –crucemos los dedos con la reforma– abriremos las puertas para que este espacio se llene de más vida aún y poder compartir, aprender y seguir creando», avanza.
Este será el primer espacio creativo con carpintería artesana de Granada en un secadero de tabaco reformado, según presume Javier Fuentes. Tras estos años de emprendimiento, este joven confiesa que se ha dado cuenta que no todas las personas «están preparadas para emprender». «He crecido de la mano de una familia muy valiente, cariñosa y trabajadora. Conocí el trabajo duro en el campo, tuve que madurar muy rápido y me esforcé mucho en lo que estudiaba. Recuerdo mi camino hasta aquí como una continuación natural de esa inercia que senda. Nada ha sido fácil, emprender siempre lo comparo con una montaña rusa de emociones, pero merece mucho aprender a llegar a cada meta que te propones», rememora.
Estos años, Fuente ha puesto todo «el compromiso y esfuerzo» que tenía dentro en los proyectos que ha hecho en Reviverdes. También «me venía de vuelta por todas las personas que confiaban en mí para hacer tangibles sus ideas». Admite también que siempre llegan esos momentos de dudas y miedos cuando estás poniendo tanto esfuerzo en algo nuevo. Un proyecto que en tu cabeza es precioso y lleno de personas desconectando de su rutina y viviendo esta experiencia. Pero todo llegará».
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