Dos granadinas entre las 100 mejores startups de España

Lorgen trabaja en el ámbito de la genética, dedicada al diagnóstico genético clínico en colaboración con hospitales y entidades sanitarias. Presta servicios en España y en países como Italia, Perú, Argentina, entre otros. Regemat 3D, por su parte, diseña y produce bioimpresoras 3D y biorreactores para aplicaciones en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa. Tiene presencia en todos los continentes. En el campus tecnológico granadino hay instaladas más de 115 entidades, de las que un 70% pertenecen al sector privado. Trabajan en ellas cerca de 8.000 personas y un 30% se dedican al I+D.

El listado de la asociación tecnológica de España incluye 100 proyectos innovadores de sectores punteros en todo el territorio nacional como: biotecnología, inteligencia artificial, energías limpias, telecomunicaciones, salud, espacio, automoción, agrotech, blockchain, software, electrónica, y sostenibilidad ambiental. Están presentes en 15 comunidades autónomas españolas. Además, de las 100 startups, hay 36 en las que la persona que ostenta el cargo de CEO o fundadora es una mujer.

Lorgen es una empresa de referencia en el ámbito de la genética, dedicada al diagnóstico genético clínico en colaboración con hospitales y entidades sanitarias. Trabajan con instituciones como el Sistema Andaluz de Salud (SAS), para ofrecer resultados precisos y fiables que apoyen el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades de base genética como el cáncer hereditario. Su labor se centra en identificar mutaciones genéticas, estudiar predisposiciones hereditarias y brindar apoyo a los profesionales médicos en la toma de decisiones clínicas basadas en la genética.

Además, complementa esta actividad con el desarrollo y comercialización de pruebas genéticas avanzadas, como análisis genético de intolerancias alimentarias y productos específicos como DeteSex®, diseñados para cubrir necesidades particulares de la población. Con una sólida base científica y tecnológica, también «nos involucramos en la divulgación y educación genética».

«Estar entre las 100 mejores startups de 2024 es un reconocimiento al esfuerzo, innovación y compromiso que define a Lorgen. Este logro valida nuestra misión de acercar la genética a la sociedad con servicios de alta calidad, además de motivarnos a seguir liderando el sector de la biotecnología. Es un orgullo representar a Granada en este listado y una oportunidad para ampliar nuestra visibilidad a nivel nacional e internacional», valoran.

En Lorgen, que presumen de «fiabilidad, privacidad y rapidez», están comprometidos con la excelencia. «Lo que verdaderamente nos diferencia es nuestro firme compromiso con la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), que constituye el núcleo de nuestra actividad. Este enfoque constante en la innovación nos ha permitido ser pioneros en el diseño y desarrollo de servicios y productos genéticos únicos en el mercado. Desde el diagnóstico genético clínico en colaboración con hospitales hasta nuestras pruebas específicas dirigidas al público general, nuestra apuesta por la tecnología de vanguardia nos posiciona como líderes en un sector en constante evolución». El PTS es un ecosistema «ideal» para una empresa como Lorgen ya que les proporciona acceso a infraestructuras de vanguardia; colaboración con otras entidades del sector biosanitario, lo que fomenta la innovación y la creación de sinergias a la misma vez que les facilita la proyección nacional e internacional.

Todo empezó en 2003. Lorgen surgió como un proyecto spin-off de la Universidad granadina liderado por José Antonio Lorente. A este proyecto se sumaron parte del equipo de profesionales que trabajaban codo a codo con Lorente en el laboratorio de Identificación Genética del departamento de Medicina Legal de la UGR. La experiencia y el trabajo intenso de este grupo de investigadores hicieron posible la puesta en marcha del laboratorio de genética. «Han pasado 22 años desde los comienzos de nuestra compañía, años en los que Lorgen ha experimentado un crecimiento exponencial y en los que, por qué no decirlo, hemos tenido que sortear algunas dificultades que nos han hecho más fuertes. Tres son los pilares que hoy en día sustentan nuestra empresa: el equipo humano, la tecnología y la investigación», subrayan desde la empresa.

Actualmente, Lorgen cuenta con un equipo de 22 personas, formado por expertos en genética, biotecnología y profesionales del área comercial y de atención al cliente. Presta servicios en España y en países como Italia, Perú, Argentina. Cuentan con una amplia red de laboratorios colaboradores a nivel nacional e internacional, mayormente en Sudamérica y Europa, a los que prestan asesoramiento en materia genética y servicios de diagnóstico genético. Tienen una amplia cartera de clientes formada por clínicas privadas, hospitales privados y otros laboratorios así como una gran experiencia en la colaboración y prestación de servicios a los hospitales pertenecientes a la administración pública a nivel nacional.

El área de I+D de Lorgen está centrada en la línea de búsqueda de biomarcadores que permitan una mejor estratificación, seguimiento y tratamiento de las enfermedades. En concreto, se centra en la búsqueda de biomarcadores no invasivos en cáncer renal, cáncer de próstata y cáncer de vejiga. Esta línea está siendo dirigida a nivel científico por los doctores Mª Jesús Álvarez Cubero (profesora titular en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular III e Inmunología de la UGR), Luis Javier Martínez González (responsable de la Unidad de Genómica y Genotipado del centro Genyo) y José Antonio Lorente (catedrático de la UGR), todos ellos asesores científicos de Lorgen.

El objetivo es que el conocimiento científico obtenido en dichos proyectos  se convierta en una herramienta de utilidad en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de los pacientes con estos tipos de cáncer, que podrán beneficiarse de una tecnología que permita una clasificación inicial para un mejor tratamiento, pudiendo evitar el avance a estadios más agresivos y la subsiguiente disminución de la calidad de vida.

Trabajan desde Granada y tienen clientes en todo el mundo. Cuentan con bioimpresoras en 37 países: desde USA, Canadá, Colombia, México, hasta Corea del Sur, China, la India, Australia, Egipto, Arabia Saudí, y por supuesto pasando por toda Europa. «Tenemos presencia en todos los continentes», destacan. Es la «única» empresa en el mundo que comercializa biorreactores para ingeniería de tejidos, una tecnología emergente en la que Regemat 3D es pionera. El año pasado recibieron la patente para su último biorreactor, el BMAP Knee, un sistema para aplicaciones en regeneración de lesiones de cartílago de rodilla único en el mundo. En esta misma línea, están trabajando en el desarrollo de nuevos biorreactores para tejidos específicos, en concreto para la regeneración de médula espinal, músculo y tendón. Es una de las muchas cosas de las que pueden presumir en Regemat 3D, que ha sido elegida como una de las más destacadas de España.

«Nos sentimos muy orgullosos de ser un referente entre las empresas emergentes españolas, creemos que España tiene mucho que aportar al sector biotecnológico y es un honor que desde la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España se nos considere un ejemplo de ello. Desde nuestros orígenes hemos trabajado para ser un referente mundial dentro del campo de la impresión 3D y la biofabricación y estamos orgullosos de decir que hemos conseguido esto desde Granada, con una empresa de capital 100% español», valoran.

En Regemat 3D diseñan y producen bioimpresoras 3D y biorreactores para aplicaciones en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa. Estos equipos los destinan principalmente a investigación, donde se utilizan, entre otras aplicaciones, para crear tejidos y órganos humanos, que en un futuro podrán ser implantados en pacientes. «Cuando hablamos de tejidos en este contexto nos referimos a todo aquello que forma el cuerpo humano y nuestros órganos: la piel, los huesos, los músculos, los nervios, etc. Son conjuntos de células que trabajan juntas para cumplir funciones específicas dentro del organismo», detallan.

Una bioimpresora 3D es esencialmente una impresora 3D que es capaz de trabajar con células y materiales biocompatibles para imprimir (bioimprimir) tejidos y órganos humanos en tres dimensiones. Una vez impresos estos tejidos pasan por un proceso de maduración, que tiene lugar dentro de los biorreactores, donde se replica el entorno que las células encontrarían en el cuerpo humano para así obtener un tejido plenamente funcional.

«Aunque en la actualidad todavía no somos capaces de producir órganos complejos listos para la implantación, estamos en camino. La impresión de tejidos como la piel, el cartílago, o las córneas es una realidad, hasta el punto de que algunos de estos proyectos se encuentran ya en fase clínica. Nosotros mismos colaboramos en varios de estos proyectos de investigación, ya que contamos con nuestro propio laboratorio de biofabricación, donde nuestros doctores trabajan en la regeneración de cartílago articular, nervio periférico o tejido miocárdico, entre otras aplicaciones», explican.

El equipo de Regemat 3D está conformado por 22 empleados, pero debido al crecimiento que están experimentando, tienen varios procesos de selección abiertos y esperan finalizar el año superando los 30 empleados. La empresa se constituyó en el año 2015. Fundada por José Manuel Baena e impulsada por su actual CEO, Manuel Figueruela. Trabajan desde Granada y tienen clientes en todo el mundo.

«Comenzamos nuestro viaje a través de una colaboración con la Universidad de Granada, en concreto con el grupo de investigación de Terapias Avanzadas, que en esos momentos estaba desarrollando un proyecto enfocado en la regeneración de cartílago de rodilla. Uno de los objetivos a largo plazo de este proyecto era encontrar tratamientos para enfermedades degenerativas que afectan al cartílago, como la artrosis y artritis, para las cuales no contamos con una cura definitiva», apostillan.

Los investigadores de la Universidad de Granada se enfrentaban a un obstáculo importante: no lograban los resultados esperados porque trabajaban con cultivos celulares en dos dimensiones. Este enfoque no replicaba el entorno tridimensional natural de las células en el cuerpo humano. Por este motivo, «nos plantearon el desafío de desarrollar una herramienta que les permitiera generar cultivos celulares 3D. Este reto no solo marcó el inicio de Regemat 3D, sino que definió nuestra misión de desarrollar soluciones tecnológicas innovadoras que transformen la biofabricación y la investigación en ingeniería tisular».

«Nos diferenciamos por el alto grado de personalización de nuestros sistemas de biofabricación. Gracias a nuestro equipo multidisciplinario, compuesto por profesionales en ingeniería, bioingeniería e ingeniería de tejidos, tenemos la capacidad de adaptar nuestros equipos a las necesidades específicas de proyectos de investigación complejos y diversos», describen, al tiempo que ponen en valor que ofrecen un soporte técnico y científico constante y personalizado a todos los usuarios de su tecnología.

También son investigadores. Muchos de sus clientes se inician en el uso de esta tecnología innovadora con ellos. Cuentan con usuarios y colaboradores en más de 30 países trabajando en múltiples aplicaciones y proyectos, creando un «ecosistema único de conocimiento compartido».

Estar en el PTS de Granada supone para esta empresa, según subrayan, un gran valor añadido. «El PTS es un clúster impresionante que nos conecta con entidades privadas y públicas del sector, dando lugar a múltiples sinergias». En esta línea explican que «también nos brinda la oportunidad de colaborar con empresas privadas de renombre como Rovi y Vircell. Por ejemplo, tenemos un proyecto conjunto con los laboratorios farmacéuticos Rovi enfocado en la regeneración de músculo y tendón, particularmente para tratar lesiones deportivas».

Están involucrados en varios proyectos de colaboración a nivel nacional e internacional. Uno de los más destacados es el proyecto Reborn, un consorcio internacional cuyo objetivo es desarrollar un parche cardíaco para la regeneración del tejido cardíaco infartado. Este innovador dispositivo médico será capaz de estimular eléctricamente y mecánicamente el tejido cardíaco dañado, además de suministrar diversas sustancias terapéuticas con el fin de promover su regeneración. Recientemente, también han adquirido una clínica especializada en medicina regenerativa en México, donde han instalado un laboratorio de biofabricación de última generación.