Vacaciones en Granada
Los campings de la Costa se reinventan para vender lujo al aire libreLas inversiones acometidas en las instalaciones, que ofrecen tiendas de 'glamping' y piscina cubierta han ayudado a romper la estacionalidad en Don Cactus, mientras el camping Playa de Poniente potencia los servicios y la convivencia entre los clientes como sus grandes fuertes
Las empresas de campings han cambiado. Hace tiempo que no trabajan solo en temporada alta. La estacionalidad se diluyó. Hace años que los espacios se ... equiparon con instalaciones comunes y una oferta más amplia de servicios. Y, ahora, en la provincia están dando pasos que ponen a disposición de sus clientes lujo al aire libre. Las tiendas 'glamping' son una realidad en camping bungalows Don Cactus. Ocho 'glamping' que se pusieron en marcha en 2022 y donde el cliente encuentra esa vertiente del glamur sin renunciar a la experiencia y sensaciones de estar al aire libre.
Son unas tiendas, que Álvaro García, que está al frente de este camping que pusieron en marcha su padre y madre allá por 1973, describe aludiendo a la película 'Memorias de África'. Están totalmente equipadas con cocina, incluido el lavavajillas, baño, terraza con vistas a la nueva piscina (durante los meses de invierno cubierta) y con todas las comodidades imaginables. Y, al mismo tiempo tienen la sensación de estar 'libres' y no perder esas prestaciones y emociones de un camping. El empresario recomienda esta experiencia así como la de la piscina cubierta el día que llueve. «Es una pasada», asegura. Don Cactus ha evolucionado mucho desde aquella década de los Setenta cuando los padres de Álvaro llegaron a la Costa Tropical desde el norte de España.
El empresario turístico se ha rodeado de un «equipo muy bueno» para gestionar esta empresa, que ha evolucionado sus instalaciones y hecho importantes inversiones. Han marcado bien el horizonte, que quieren consolidar, para que esta empresa siga funcionando los doce meses del año. Han hecho en toda su historia cuatro ampliaciones con el reto de romper la estacionalidad. Esa piscina cubierta, climatizada y con todos los materiales e innovación posible, atrae a campistas tanto de España como del resto del mundo. En invierno es más frecuente que tengan clientes del extranjero. Son mayoría los alemanes, belgas, franceses e italianos. También han recibido a gentes de Australia y Nueva Zelanda. En verano los campistas suelen ser mayoritariamente españoles, familias que llegan a la Costa granadina de toda España. Reservan de un agosto para otro. García constata que ha habido un repunte de campistas españoles que tras la pandemia redescubrieron y en algunos casos descubrieron el mundo del camping.
A este alojamiento, situado en la playa de Carchuna, no le faltan clientes. Las reservas funcionan «muy bien». Su estrategia de precios más baratos a las reservas con antelación así como la devolución del dinero les da buenos resultados, según explica García. Tienen una capacidad para acoger a unas mil cien personas. Cuentan con unas 250 parcelas y una treintena de bungalows. Hay que reseñar que en el año 2023 los campings granadinos recibieron un total de 147.107 viajeros que registraron unas 501.248 pernoctaciones con una estancia media de 3,41 días. Son datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, explotación de la Encuesta de ocupación en campings del INE que constatan la buena marcha de estos negocios.
Desde 1990
Según estas mismas estadísticas había en Granada una veintena de este tipo de alojamientos registrados. En la Costa otro de los establecimientos emblemáticos al aire libre es el camping Playa de Poniente, que está situado en la motrileña playa del mismo nombre. Está abierto desde 1990 y lo dirigen dos socios y hermanos, Francisco Jorge y María del Carmen López López. En el PGOU de Motril, la zona en que estaba una finca de sus abuelos, fue designada como uso de camping. Estaba dedicada al cultivo de la caña, y habitualmente «veníamos a veranear la familia», recuerdan. «Mi hermano Francisco tenía estudios de Turismo, habiendo trabajado en campings, y pensamos que lo adecuado era instalar el camping», apunta Carmen.
El terreno tiene unos 28.000 metros cuadrados, y está situado junto al mar, frente al paseo Rey Balduino. Dispone de 202 parcelas y 19 bungalows con una capacidad total de 689 personas. «Mantenemos una buena ocupación durante todo el año, en invierno, con extranjeros venidos principalmente de Europa para pasar la temporada, y una clientela más variada en verano, principalmente familias españolas con estancias más cortas», describe. Las nacionalidades que más reciben son alemanes, franceses, holandeses, ingleses, belgas, suizos, algunos italianos, y por supuesto españoles.
Esta empresa campista ha ido dando respuesta a la demanda de sus clientes, con restaurante, supermercado, piscina, parque infantil, pista de pádel, tenis, ping pong, alquiler de canoas y bicicletas y una serie de actividades para animación en función de la temporada. El año pasado, el número de viajeros que recibieron fue de 19.688 personas, y en los meses de julio y agosto de 10.982. Las pernoctaciones fueron 78.048. A lo largo de los 34 años de trayectoria del camping han notado una evolución de la tipología de cliente. «En los primeros años eran personas aficionadas al camping y a la naturaleza, que venía en tiendas o pequeñas caravanas y campers. Prestaban más atención al entorno y las condiciones naturales que a las comodidades. De hecho, muchísimos no necesitaban ni conexión eléctrica», recuerda. Ahora, sin embargo, el cliente es más exigente. «Busca más comodidades y más entretenimiento, pero sigue valorando los espacios libres y la calidad de vida de la zona, junto con el clima, tan excepcional en la Costa Tropical. Cuando en Alemania o Suiza no pueden casi salir a la calle, aquí están todo el invierno en manga corta, al sol y desplazándose en bicicleta», esgrime.
En la gestión de su empresa, los López procuran en su camping «un trato cercano, amable y humano». En los periodos en que la clientela es principalmente de la tercera edad, valoran mucho el no sentirse aislados y el que se le solucionen con eficacia los problemas y necesidades que puedan tener en el día a día. «La sociabilidad de la vida en el sur es algo que los clientes nórdicos valoran especialmente», asegura.
Los campings tienen de bueno, según destaca Carmen López la interrelación que hay entre personas de todas las edades, procedencias y tipologías sociales. «Lo mismo viene con tienda de campaña que con autocaravanas de 200.000 euros, y todos conviven y hacen amistades», apunta.
En su caso no se están enfocando al lujo pero sí comparte que los campings «se van especializando cada vez más, y se van creando establecimientos más orientados a personas de un poder adquisitivo u otro». Su situación urbanística especial no les permite realizar determinadas obras o instalaciones.
Empresas sostenibles
Por otra parte, potenciar la sostenibilidad está en el ADN de los campings. Lo hacen desde siempre, pero hay por parte de las empresas interés en ir más allá. Así lo explica Álvaro García del camping Don Cactus de Carchuna. Procuran que la estrategia de sostenibilidad esté presente en todas sus gestiones. Además, recuerda que los campistas son el perfil del público que está concienciado con el medio ambiente. «Los alemanes son los que más en el reciclaje, lo separan todo», comenta. Carmen López de camping Playa de Poniente argumenta que «la propia tipología del negocio hace que procuremos emantener y transformar la actividad para que el impacto ambiental sea el mínimo. Cada año plantamos infinidad árboles, siendo la superficie del camping un pulmón verde y un refugio para multitud de aves».
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