Sniace pide su liquidación al no encontrar recursos para pagar deudas y nóminas

En su comunicación al regulador bursátil -el grupo estaba suspendido de cotización desde el miércoles (cada título valía entonces apenas cinco céntimos) ante los rumores sobre su futuro-, el consejo de administración presidido por Gema Díaz señala que la empresa ha cesado su actividad ya, al igual que sus filiales con sede en Torrelavega (Cantabria): Celltech y Viscocel. El motivo que aducen es «la imposibilidad de hacer frente a los compromisos de pago derivados del convenio de acreedores» de las dos sociedades y de la matriz, e incluso a la nomina del último mes.

El paso siguiente será que el juzgado nombre administradores concursales para «liquidar» de forma ordenada la empresa con la venta de sus activos al mejor postor, además de declarar el vencimiento anticipado de los créditos. La compañía había renegociado su deuda concursal con diversos acreedores, «lo que tenía por objeto el saneamiento patrimonial y financiero de Sniace así como la implementación de los planes de inversión».

Durante los últimos meses, la empresa había aumentado capital en 32,6 millones de euros con las aportaciones de los accionistas de referencia -Sabino García Vallina, presidente de la ingeniería asturiana TSK, y Félix Revuelta, quien preside Naturhouse-, además de con otros inversores industriales. Fue la cuarta inyección de fondos propios al grupo, que le había permitido levantar hasta 90 millones desde el plan de saneamiento de 2016.

«Sin embargo -explica el consejo-, a la drástica caída de los precios de la celulosa 'dissolving', de la fibra viscosa y del precio de venta de la electricidad –sus principales fuentes de ingresos–, se ha sumado la notificación de resolución contractual de Cogen (para el alquiler de una planta de cogeneración) tras los nuevos parámetros retributivos a la producción de energía». Y todo ello «ha desincentivado el interés de cualquier inversor y ha truncado la evolución de la actuaciones para el saneamiento financiero de Sniace». El grupo lleva cuatro años seguidos de pérdidas, con más de 27 millones en 'números rojos' acumulados, aunque la previsión que manejaban en su plan era retornar a la senda de los beneficios a finales de 2020.