Inditex gana 1.294 millones, un 11% más, pese al menor ritmo de ventas

La moderación se notó sobre todo en las ventas, que subieron un 7,1% hasta los 8.150 millones de euros. Es la primera vez que el incremento no supera el doble dígito en un primer trimestre desde 2019, sin tener en cuenta el shock de la pandemia. De hecho, la firma acumula ya tres trimestres consecutivos -desde el tercero de 2023- con crecimientos por debajo del 10%.

Los analistas venían advirtiendo desde hace semanas de esta posibilidad, ante una desaceleración de la demanda que, no obstante, parece recuperar ritmo en el nuevo periodo fiscal: entre el 1 de mayo y el 3 de junio, con la colección de primavera/verano ya en los escaparates, las ventas crecieron un 12% respecto a hace un año.

Es más, pese a la desaceleración del crecimiento, la realidad es que la firma se mantiene fuerte con un margen bruto -un indicador clave para los inversores, al medir la rentabilidad de las ventas- de 4.940 millones de euros, un 7,3% más. El férreo control de costes acometido está detrás de esa resistencia.

Existía además cierta preocupación por el posible impacto inflacionista en la demanda en países como España. Pero el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, se encargó de mitigar las dudas en la presentación ante analistas. «Estamos muy satisfechos con la evolución de las ventas en España», indicó, recordando que «seguimos viendo oportunidades de crecimiento rentable para todas nuestras marcas».

La reacción del mercado no se hizo esperar, con algunos analistas como Barclays indicando que, pese a la ralentización de las ventas, las cuentas «han estado por encima de lo esperado». Sus títulos subieron un 3,73% al cierre hasta los 45,5 euros. La firma acumula así una subida del 17,5% en lo que va de año y se queda a solo un 3,2% de los máximos de 47 euros alcanzados en marzo.

Por aquel entonces, Inditex ya había presentado unos resultados récord del cierre del ejercicio 2023, con un beneficio de 5.381 millones, un 30,3% más que el año anterior, haciendo frente a los temores por el impacto de la inflación sobre el poder de compra de los consumidores y a las turbulencias geopolíticas en algunos de sus mercados.

Aquella barrera, la de los 5.000 millones de euros anuales, solo fue superada el pasado año por otras dos empresas del Ibex (Santander y BBVA), con lo que el reto para repetir la hazaña es mayúsculo.

Inditex aprovechó la jornada para presentar algunos cambios en su consejo de administración, que serán aprobados en la junta general de accionistas convocada para el 9 de julio. Entre los más destacados, la incorporación de Belén Romana al máximo órgano de gobierno como consejera independiente, en sustitución de Anne Lange.

Romana fue presidenta de la Sareb y es consejera de Banco Santander desde 2015. Fue directora general de Política Económica y directora general del Tesoro del Ministerio de Economía del Gobierno de España, así como consejera del Banco de España y de la CNMV. También ocupó el cargo de consejera del Instituto de Crédito Oficial y de otras entidades en representación del Ministerio de Economía.

El consejo propondrá también a la junta la reducción del mandato de los nuevos consejeros a dos años.

Inditex ha continuado abriendo tiendas en estos últimos meses. En cocreto, se han acometido aperturas en 28 mercados, inaugurando en febrero sus primeras tiendas en Uzbekistán. El periodo ha estado marcado además por el regreso de Inditex a Ucrania, donde ya se han reabierto 48 tiendas, después de haber salido de este mercado con el estallido de la guerra. En total, y al cierre del primer trimestre, la firma operaba 5.698 tiendas.