Iberdrola pide convocar el consejo de Nuclenor para tratar el cierre de Garoña

En ambos actos, se trataría de analizar el posible desistimiento de Nuclenor de la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central. De celebrarse, sería la primera vez que la sociedad propietaria de Garoña ­controlada al 50% por Iberdrola y Endesa tratase un eventual cierre de la nuclear, después de que el pasado 8 de febrero el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aprobara el informe que daba el visto bueno para que la instalación pudiese seguir en funcionamiento, siempre que se realizaran unas inversiones superiores a los 200 millones.

Sin embargo, Endesa quiere retrasar la celebración del consejo y de la junta. La fricción entre ambas compañías energéticas ha aumentado considerablemente en los últimos días después de que Ignacio Sánchez Galán anunciara el pasado viernes, en el transcurso de la junta de accionistas de Iberdrola, que había instado a Endesa a cerrar Garoña ante la falta de viabilidad económica que presenta la planta. Galán admitió que su eléctrica ha optado por el cese del negocio «no porque tenga nada contra nada» en referencia a la energía nuclear, «sino porque económicamente no es viable». El presidente de Iberdrola recordó que Nuclenor «lleva varios años en pérdidas muy cuantiosas» y que está paralizada desde hace casi cuatro ejercicios. Un informe de Nuclenor asegura que la central es «económicamente inviable».

Las declaraciones de Galán parecieron coger por sorpresa a Endesa. Sin embargo, el requerimiento oficial enviado por Iberdrola a Nuclenor para reunir al consejo y la junta se realizó el 27 de marzo y el envío por burofax a Endesa se produjo el 28 de marzo, días antes de la junta de Iberdrola. Desde Endesa reconocen haber recibido esa comunicación, pero señalan que están «sin aclarar» los asuntos a tratar.

En cualquier caso, las fuentes consultadas indican que no se trataría de la primera ocasión en la que el consejo de administración de Nuclenor valorase la posibilidad de anular la solicitud de reapertura de Garoña. Se trata de un asunto que ya fue abordado en el seno de esa dirección, en marzo de 2016. En aquel momento, Endesa pidió esperar a tener el informe del Consejo de Seguridad Nuclear.

La central de Garoña dejó de estar operativa el 1 de enero de 2013. Han pasado cuatro años y desde esa fecha hasta el cierre del ejercicio pasado Nuclenor había invertido ya unos 330 millones en labores de mantenimiento necesarias de cara a una posible reapertura, que nunca podría ser antes de enero de 2019. La propietaria de la central de Garoña registró el año pasado unas pérdidas de 67 millones. Esta no es la única inversión nuclear que comparten Iberdrola y Endesa en España. Así ocurre en la planta de Almaraz I y II, en la de Ascó y Vandellós II, con diferente participación.