El juego de las sillas en los billetes de avión

La sanción impuesta por el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo a cinco aerolíneas 'low cost' por cobrar a sus pasajeros un extra por la maleta de mano o imprimir la tarjeta de embarque no deja de ser otra de las maniobras de las compañías para ir incrementando el precio de los billetes de avión «desde los 0 euros» que algunas de estas firmas publicitan sin para para captar nuestra atención.

La multa abre la Caja de Pandora del complejo proceso que se ha instaurado a la hora de adquirir un billete de avión que resulte bueno, bonito y, sobre todo, barato. Al coste inicial, con el que las aerolíneas consiguen atraer nuestra atención, se van sumando toda una serie de conceptos que agravan el importe final a pagar. Y, en algunos casos, lo hacen con estrategias de marketing que nos impulsan a escoger opciones más gravosas cuando, en realidad, no tendría por qué ser así. Veamos en qué casos se dan estas estrategias y cómo podemos actuar.

Las aerolíneas utilizan la asignación aleatoria de asientos como una oportunidad de negocio, con muchos pasajeros dispuestos a pagar extra por viajar junto a familiares o amigos. Sin embargo, estas prácticas han sido cuestionadas por su uso de algoritmos para separar grupos y aplicar tarifas adicionales. Para aquellos que desean un asiento específico sin costes adicionales, existen trucos que pueden ayudar a estar más cerca de la fila deseada sin pagar extra. Uno de ellos es realizar el check-in en el último momento, ya que las mejores plazas suelen asignarse al final. Las compañías suelen asignar asientos de atrás hacia adelante, dejando libres los asientos junto a la ventana. Por lo tanto, esperar hasta el último momento para hacer la facturación 'online' aumenta las posibilidades de obtener un asiento junto a la ventana y en una fila delantera.

La asignación aleatoria de los asientos que realizan las compañías aéreas son un verdadero negocio porque hay muchos pasajeros dispuestos a pagar un extra por viajar al lado de la familia o amigos. Ahora bien, estas prácticas han llegado a tal extremo que han sido investigadas por el gobierno de Reino Unido debido al uso de algoritmos que se encargan específicamente de separar grupos para así poder aplicarles tasas extra. De hecho, varios estudios de consultoras demuestran cómo, en realidad, una buena parte de las compañías -no todas- acaba situando a todos los viajeros que estén realizando una misma compra en asientos contiguos. Es decir, aprovechan el señuelo de advertir sobre los asientos separados para que el cliente pague la tasa por sentarse junto a sus acompañantes, cuando en realidad ya iba a asignarles los asientos contiguos.

Hay un método para comprar vuelos baratos que ha ganado gran popularidad en los últimos tiempos: el denominado 'skiplagging'. Consiste en adquirir un billete indirecto con un coste inferior al de uno directo y no hacer realmente la conexión. Por ejemplo, se reserva un vuelo de Madrid a París con una conexión a Amsterdam, pero solo se hace la primera parte del trayecto, abandonando el vuelo en la capital española, para lograr así un ahorro aproximado medio del 20%.

El mejor día para comprar vuelos baratos suele ser los martes. Esto se debe a que las aerolíneas actualizan las bases de datos de precios y durante el trascurso del miércoles, con el 'parity pricing' (precio que un comprador paga o puede esperar pagar por bienes importados), los precios van cambiando y deben ser aprovechados por el mejor postor. Y también hay una mejor hora para adquirir billetes. Normalmente, las personas suelen buscar vuelos en internet durante el día, y la gran mayoría por la tarde y noche, que es cuando tienes más tiempo libre pero... ¿qué pasa con la madrugada? Son pocas las personas que pueden permitirse buscar vuelos de madrugada.