Adiós a la cita previa obligatoria para trámites en la Administración

Este cambio se llevará a cabo «lo antes posible» para «mejorar la relación entre los ciudadanos y los servicios públicos», indicó Escrivá, que defendió que la atención presencial para algunos ciudadanos «no tiene sustitutos»: «Cuando alguien se quiere jubilar, lo que quiere es tener una conversación con un funcionario», aseguró el ministro, que ya como titular de Seguridad Social en la anterior legislatura defendía la eliminación de esta traba administrativa.

Escrivá se estrena en su ministerio con la idea de aplicar una profunda transformación digital a la estructura. En este sentido, el titular también anunció que se eliminará a partir de 2025 la denominada tasa de reposición, un sistema que se impuso en 2012 que pretendía controlar el gasto en personal y no permitía reponer bajas de empleo de las administraciones públicas. Este anuncio es importante dado que en los próximos 10 años se jubilarán el 60% de los funcionarios que trabajan actualmente en España.

El número de efectivos es casi un 10% inferior al de antes de la crisis financiera de 2008, destacó Escrivá durante su comparecencia. «Es muy difícil de defender la tasa de reposición cuando estamos hablando de modernización y transformación de la Función Pública. Por lo tanto, necesitamos un modelo distinto», señaló. En esta línea, Escrivá destacó que entre 2013 y 2018 hubo de media 7.000 bajas cada año y solo se cubrieron 2.000 anuales, una brecha que solo se ha estabilizado en 2022, cuando el número de altas superó al de bajas.

Fuentes del ministerio apuntaron que el fin de la tasa de reposición llegará en 2025 porque no podrá materializarse en los Presupuestos Generales de 2024. El fin de esta tasa es una demanda de los sindicatos, pero que no supondrá tener exactamente el mismo personal público que antes de la crisis financiera, sino el necesario para cada administración valiéndose además de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial (IA) para trabajar de forma más eficiente.

Esta misma semana, el ministro Escrivá señaló que quiere darle un impulso «humanista» a la IA y al mismo tiempo «aprovechar al máximo su potencial». Una de sus aplicaciones que más pueden impactar en el día a día de los ciudadanos es la atención al público de las administraciones, donde la IA puede ayudar a los funcionarios a dar respuestas inmediatas y agilizar mucho los procesos. Por ello, formarán a los empleados públicos en su uso para que funcione a modo de «copiloto» y atender mejor a los ciudadanos.