La gasolina y el gasóleo se abaratan un 0,6% e interrumpen las subidas iniciadas en agosto

En concreto, el litro de gasolina marca un precio medio en los surtidores de 1,154 euros y registra un ligero alivio en su precio, tras cuatro semanas consecutivas al alza.

Este combustible marcó en junio el máximo anual de 1,19 euros y cayó posteriormente hasta 1,121 euros a comienzos de agosto. Cuesta en la actualidad un 1,9% más que en enero, pero un 3,3% menos que en la misma semana de 2015.

En cuanto al gasóleo, marca un precio medio en los surtidores de 1,027 euros, frente al máximo del verano, de 1,055 euros registrado a comienzos de junio. Tras tres semanas de subidas, suma ahora dos a la baja.

Este carburante, consumido por cerca del 70% del parque automovilístico, registra en la actualidad un precio un 6,7% superior al de enero, pero se encuentra al mismo tiempo un 4,9% por debajo del de la misma semana de agosto.

El barril de Brent, de referencia en Europa, se cambia por 46 dólares, dos dólares menos que hace una semana, mientras que el Texas 'sweet light', de referencia en Estados Unidos, marca un precio de 43 dólares por barril, casi tres dólares menos.

Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 63,4 euros, lo que supone un ahorro de casi dos euros con respecto a la misma semana de 2015.

En el caso del gasóleo, el llenado del depósito asciende actualmente a 56,4 euros, lo que representa un ahorro para el bolsillo de tres euros con respecto a hace un año.

Precios en la UE

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,3 euros y en 1,334 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,141 euros de media en la UE y 1,125 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.