Descomunal

El mejor quizá sea Federer, por encima de mitos como Santana y Orantes. Pero Nadal no ha dicho la última palabra. Está a dos Grand Slam del suizo, 20 por 18. Y le separan ahora tres de Djokovic (15). El rey de París brilla en otras superficies. En arcilla nadie le tose. Con doce copas de Mosqueteros contabiliza las mismas que Rod Laver, Borg, Agassi, Federer y Djokovic juntos. Ni Vilas ni Thomas Muster, austríaco como Thiem al que se le daba bien, ni Wilander. Nadal sigue ahí porque pelea cada punto como si fuera el primero y –apunta 'Jimbo– «juega como si estuviera arruinado». También Roger se deshace en elogios. «En tierra no hay nadie que remotamente se le acerque, es inalcanzable». Rafa va más allá de Roland Garros. Ha demostrado que gana en hierba y pistas rápidas. Eso sí, que Soderling y 'Nole' le tumbaran fue anecdótico. Ni en los momentos de flaqueza cae, siempre se pone de pie y solo se tira al suelo para celebrar otro título. Acumula ya doce. Cuando está lesionado, como hace un mes, vuelve a empezar, se sacrifica para llegar a tope. A Thiem lo dejó manso pronto en el ruedo. Agresivo Nadal, con su versión óptima de servicio y revés cruzado a dos manos, es imbatible. Y ejemplo para los jóvenes por los valores que transmite. Lo que se agradece en este mundo tan consumista que nos toca. El número 1 en mi podio junto a Pau Gasol y Miguel Indurain.