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Carreras populares
Un vuelo infinito hacia el exoesqueleto pediátricoAtletismo ·
Rafael Torres y Encarni Vaquero vencen en la octava edición de la carrera de Aspace, con cerca de un millar de participantes
Aspace volvió a volar un año más por las calles de Granada. La octava edición de la prueba organizada por la asociación de atención a ... personas con parálisis cerebral llenó de sonrisas el barrio del Zaidín, en el que esta agrupación tiene su sede y que cada año se vuelca con el evento. El ocho de la camiseta de este año lo transformaron en un vuelo infinito lleno de aportaciones para conseguir un exoesqueleto pediátrico para tratar a niños de entre tres y doce años con problemas de movilidad.
El evento volvió a ser un éxito con cerca de mil participantes que cruzaron la línea de meta. Con solo cinco kilómetros, los organizadores demostraron que no es necesario un largo recorrido o una prueba con varias homologaciones oficiales para lograr el objetivo fundamental de una carrera popular: disfrutar haciendo deporte. Si a eso, además, se le añade un fin solidario, el disfrute está garantizado.
Rafael Torres (18:31) y Encarni Vaquero (22:03) fueron los más rápidos en la meta de la calle Mercedes Gaibrois. Ambos entraron en solitario en sus categorías después de soltar con comodidad a sus rivales. En esta edición, Aspace pretendía llevar su carrera del Zaidín a la ciudad y lo consiguió. Viajó hasta Puerta Real por el Puente Romano para que el centro de la capital animara con sus aplausos a los corredores. Para la mayoría de ellos fue una auténtica fiesta verse alentados a izquierda y derecha para cumplir el objetivo de superar los cinco mil metros. Las múltiples clasificaciones de este evento, con cabida para participantes en silla de ruedas, bicicleta o con discapacidad genera una estampa de emociones conforme avanza la llegada de corredores a la que pocas carreras populares pueden hacer frente.
Y en la meta emerge la manada de voluntarios, tan infinita como el número de patrocinadores con los que cuenta la carrera de Aspace. Todos coordinados y en sus puestos para que la fiesta no se venga abajo pronto. Hubo sorteos, una paella solidaria y un intenso mediodía en el que el atletismo volvió a ser una excusa para disfrutar de una jornada de solidaridad y convivencia, para disfrutar de la vida.
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