Triple oro nacional para Joaquín Álvarez, que ahora luchará por el trono europeo

Para el actual campeón de España en los 100 y 200 lisos, Joaquín Álvarez, ha sido la primera gran cita de su año deportivo. Una primera toma de contacto para la 'Bala de Bácor', que recorrerá Europa durante los próximos mayo, junio y julio, para reclamar un puesto en la élite mundial.

En las pistas de atletismo del Centro de Alto Rendimiento del Río Esgueva, en Valladolid, el granadino se bastó y sobró para alzarse con tres metales dorados. Oro en el 800, en el 100 y el 400, con remarcable solvencia ante todos sus rivales. Y todo pese a encontrarse un tartán demasiado blando como para hacer marca. Y aun así, como puntuaban las autonomías, Álvarez fue el principal baluarte para que Andalucía se proclamara campeona de España por comunidades.

Corrió la categoría de los 800 en la clase T54 donde quedan encuadrados los atletas con espina bífida y sacó casi tres segundos a su perseguidor, el también andaluz José Manuel Quintero. Joaquín Álvarez cerró con una marca de 2 minutos, 6 segundos y 49 décimas. Busca especializarse en las distancias largas, en las carreras donde una centésima no te saca del podio con la misma precisión que en las que hasta hoy han sido sus especialidades, las carreras cortas, donde mantiene el récord nacional de los 100 y 200. Y parece que la apuesta sale de momento favorable.

En los 400 arrasó. Paró su cronómetro en un minuto exacto, sacando 21 segundos al segundo clasificado, el gallego Álvaro Illobre y 37 al tercero, el cántabro Alberto Moroso. Y en los 100 metros lisos, marcó 17 segundos y 33 décimas, frente a los 25,37 del asturiano Miguel Menéndez, quien le fue a la zaga. Dice el flamante triple oro nacional que con el «cuatro y el ocho me vi bastante bien, pese a que era una pista para el entrenamiento. Aquel es un tartán de mucha goma, en el caso de las sillas, la rueda no desliza bien y para quienes corren a pie no ganan velocidad, aunque tienen menos riesgo de sufrir lesiones», descubre, profundizando en que «para alcanzar una marca decente en el ochocientos, tengo que ponerme a treinta kilómetros por hora, pero no pasé de los veintisiete porque. Si hubiéramos celebrado este campeonato en la pista de La Juventud, hubiera hecho un 'marcón'», explica.

Le sirvió «como una primera toma de contacto y para que los técnicos vean quién está para competir fuera de España y quién no». En su caso, las noticias son buenas ya que recibió el beneplácito de los seleccionadores nacionales, quienes se interesaron por su estado de forma y ultimaron varios detalles de su documentación a fin de viajar por Europa dentro de unas semanas. «Me dijeron que vamos a por la temporada», abunda.

Ahora, Álvarez se centra en las pruebas internacionales. El 6 se mayo estará en el Meeting Internacional de Hospitalet y de aquí volará al país transalpino para disputar el campeonato de Italia. Seguidamente se centrará en tres citas suizas, todas las marca el Comité Paralímpico Internacional (CPE) y puntúan para el Campeonato de Europa, que se celebra durante el mes de agosto en Berlín, Alemania. Esta, será la primera piedra de toque real en el camino a Tokio 2020.