Siete kilómetros de carrera por Andrés Pérez Prieto

La realidad se sobrepuso a las previsiones de David Pérez, que no contaba con una respuesta tan masiva a su sentida convocatoria. «Nos hemos visto desbordados, han venido muchos amigos de la familia y se han sumado muchos dorsales 'cero', esperábamos 300 personas y han venido 500. Mi padre era una persona muy querida, nos veíamos en la obligación de rendirle homenaje con esta carrera. Estoy muy emocionado», reconocía el hijo. Septiembre dio un respiro al verano y facilitó una mañana fresca, ideal para salir a corretear entre amigos y familiares. El parque Tico Medina se vio inundado de 'runners'. Quienes no conocieron a Andrés al menos empatizaron con su causa, con su vida, con ese amor por el deporte que comparten quienes abrazan el atletismo popular como lo hizo él.

Fue una carrera de siete kilómetros entre amigos, la primera tras el verano para muchos, con la sonrisa embriagada por esa eterna 'vuelta al cole' que trae septiembre incluso para quienes no tuvieron vacaciones. El Tico Medina, perfectamente balizado, acogió a quinientas personas felices, como al padre que saludando a su hijo entre el público vio cómo este se abalanzaba saltándose el perímetro o incluso el perro que acompañando a su dueño saltaba obstáculos y levantaba la mirada en busca de su aprobación. No tardaron en destacarse Antonio Perea y Benamí Barros, y en la pugna se impuso el primero. No muy lejos les seguía la pista Lourdes González, habitual de las carreras más señaladas de la capital, espoleada con cariñosos ánimos desde el gentío.

En el día de Andrés Pérez Prieto a Antonio Perea se le cumplió un sueño, volver a Granada y ganar una carrera. Este atleta, miembro del club de Talavera de la Reina, vive desde hace unos años en Arenas de San Pedro, en Ávila. Regresa en cuanto puede y compite si hay ocasión. Ganó la primera edición del memorial en 24 minutos clavados, a 32 segundos de su perseguidor Benamí Barros, quien finalmente cedió.

«Siempre me hace ilusión correr en Granada y nunca había ganado aquí. Fue bonito, fuimos juntos hasta el kilómetro cinco y ya hacia arriba apreté», describió el ganador. «Es una carrera pensada para que se anime todo el mundo, que es lo que se busca. Mucha gente se va a enganchar a correr gracias a ella», señaló Antonio Perea, que agradeció además la charla previa al pistoletazo sobre prevención y medidas sobre el cáncer de colon, pues «nunca sabes si te puede tocar».

No menos feliz se mostró Lourdes González, ganadora absoluta sin oposición y decimotercera en la general en 27 minutos y un solo segundo. «Me invitó mi amiga Nazaret, que trabaja en el colegio que organiza la prueba, y la he disfrutado un montón porque ha sido una mañana buenísima, como para rodar cuarenta kilómetros», ilustraba con entusiasmo. «Pensaba que habría más zig-zag pero las grandes avenidas y rectas al salir del parque permiten desarrollar la zancada», aplaudió la del Surco Aventura.

Ella, que padece una enfermedad crónica de colon, empatiza con la causa que da razón de ser a la carrera. «Se debería estar más al tanto de lo que conlleva porque te cambia la vida, por ejemplo para coger el coche y viajar», remarcó Lourdes González, que este año volverá a preparar maratón. Seguro que a Andrés Pérez Prieto le parece bien.