Praena, el valor de un futbolista y docente de Primera
A pocos días de soplar 49 velas, quien hiciera historia en Segunda B con el Guadix enseña hoy Educación Física en el colegio rural García Lorca, de Graena, compaginando sus labores en la enseñanza con su compromisio férreo con el Purullena CF
César Guisado
Lunes, 15 de febrero 2021, 00:07
En 1972 vino al mundo el pequeño Juan José, quien nació en Purullena y creció al calor de una familia trabajadora. Su padre Pepe era ... taxista de aquellas carreteras de alquitrán y barro y junto a su esposa Margarita regentaba una joyería en el pueblo, hasta que ambos se jubilaron. Al pequeño Pepe Praena, como le conocían y le conocen aún hoy en la comarca, no era difícil verle con una pelota en la calle y seguro que con los pantalones rotos por las rodillas. Uno de esos niños de albero y Mikasa que se hizo hombre en campos de fútbol y que podría contar mil anécdotas. O más de mil, porque hoy, a sus casi 49 años, no ha dejado de ser futbolista. Juan José Praena Fernández, el mariscal Praena, sigue estando en activo.
Quien fuera una de las leyendas de aquel Guadix CF que llegó por primera vez en su historia a la Segunda división B para conseguir la permanencia midiéndose al Granada, al Málaga, al Cádiz, al Córdoba, al Xerez y a los filiales del Sevilla y Betis, sigue siendo hoy mariscal en el Purullena CF de la Primera división andaluza. Aunque lo cierto es que también se tomó un descanso en 2015, después de convertirse en el papá de Claudia, de Marian y de Margarita, tres hijas a las que adora. «Y si he vuelto a jugar es porque mi mujer Marian, a la que adoro, me ha vuelto a animar. Ella es quien me lo pone fácil para que el domingo me pueda escapar unas horas para seguir disfrutando del fútbol, por lo que no puedo estarle más agradecido», confiesa, un tanto emocionado, el propio Praena.
Compagina su familia y su trabajo parando delanteros cada domingo con el de director del colegio público rural Federico García Lorca, en Graena, donde además es el profesor de Educación Física. Profesor, aunque sus alumnos lo llaman 'Maestro'. Y no pueden estar más acertados los chiquillos, quienes de vez en cuando le sonsacan alguna anécdota de sus partidos contra el Granada mientras le piden que se quite los zapatos y se calce las deportivas para darles unos pases en el recreo. «Envidio a los niños de ahora, porque antes jugábamos en la calle con un balón y no teníamos gente que nos guiara a nivel futbolístico. Aprendíamos del partido que veíamos en la tele, que echaban uno a la semana, pero no teníamos nada más», dice con sinceridad, pero también con un punto de nostalgia.
La de Praena es la historia de quien enseña a sus alumnos lo que él aprendió de sus maestros. Y siempre con un balón de por medio para que encauce valores de esfuerzo, de constancia y de sacrificio. Echando la vista atrás, recuerda cómo le animó su profesor de gimnasia, Don Manuel Raya Balinós. «Él nos inculcó el valor del deporte. Recuerdo que éramos unos quince o veinte niños en clase y él se desvivía por nosotros. Ponía su coche para que fuéramos a jugar por toda la provincia, ya fuera al baloncesto, al fútbol sala o al tenis de mesa… Solo le puedo agradecer que una de mis grandes motivaciones por el valor del deporte haya sido él», asume con emoción.
Su primera licencia de fútbol se la sacó el Guadix juvenil pero no terminaría allí su primer año de fútbol porque aquello no le convenció demasiado. Regresó a su pueblo, a Purullena, para volver a respirar el aire que necesitaba y ahí jugó en la Primera Regional de entonces junto a su hermano y su grupo de amigos de toda la vida. «Recuerdo aquella experiencia como el año en el que más disfruté jugando al fútbol. Nunca he vuelto a repetir en un grupo en el que se respirara tanta amistad», esgrime. Y encima ascendieron a Preferente, algo que fue muy sonado en Purullena, cuando corría el año 92'.
A partir de aquí lo ficha el Guadix y ya no lo deja escapar hasta el 96'. «Venía de Preferente y no jugué mucho, pero lo pongo como ejemplo para los niños. El que algo quiere, algo le cuesta. Yo era el que más me esforzaba, el primero para correr. Y para cuando subimos a Segunda B, ya era titular», repasa. A nivel deportivo, fue una de sus mejores temporadas. A Praena, que defendía la portería que custodiaba Antonio Notario, le temían los delanteros de la categoría que en aquellos años eran Diego Tristrán o José Mari, entre otros. Fue una época para ponerle marco, aunque tuvo también sus sombras porque Praena sufrió la única gran lesión de su carrera, una distensión del ligamento lateral de su rodilla que le tuvo cinco meses fuera de los terrenos de juego, entre recuperaciones y recaídas. Y luego vino el Vandalia de Tercera, el paso por el Baza, la vuelta a Guadix, un año en Deifontes y siete campañas más en su Purullena de toda la vida.
PC Fútbol 5.0
Y eso sin contar que Pepe Praena ha llegado a jugar hasta la Liga de Campeones antes de que se llamara Champions League, de manera virtual. ¿Cuántos niños granadinos de la época no encendieron uno de aquellos ordenadores para subir al Guadix CF a Primera división para ganarlo todo? «Algunas veces me lo dicen: 'Yo me he puesto a jugar contigo en el PC Fútbol'. Antes, aparecer en un videojuego era algo extraordinario», afirma con media sonrisa.
Y, de todo esto, ¿qué aprenden sus alumnos? «Intento enseñarles que deben practicar deporte con pasión, como yo, cuidando su cuerpo, su descanso y su alimentación para ello, pero que esta no debe ser su mayor prioridad en la vida. Me gustaría que de mí aprendieran lo que les digo. Que lo más importante en la vida es ser personas educadas y respetuosas. Que ante todo, cuando sean adultos, sean respetuosos y que en la medida de lo posible utilicen el deporte, porque irá en beneficio de la salud», razona. Pues esta no es una mala lección.
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