Los nadadores de 'Médula Swimming' sufren una odisea hasta alcanzar Castell
El grupo encabezado por Dionisio Torre y Bart de Rooze, que está cruzando la Costa de Granada, tuvo que acortar la última etapa por el viento en contra
CÉSAR GUISADO
Granada
Miércoles, 15 de julio 2020, 00:40
La acción solidaria emprendida por los nadadores Dionisio Torre y Bart de Rooze ya está siendo épica. Pero no sólo por congregar a cerca de ... una veintena de valientes en el reto 'Médula Swimming', que consiste en cruzar la costa granadina a nado portando la bandera de 'Héroes hasta la médula' y así dar visibilidad a la necesidad de seguir donando después de la pandemia, sino que también el mérito llega por afrontar las adversidades que les depara la naturaleza propia de una prueba que se desarrolla en aguas abiertas.
Como muestra de la dureza que están soportando, basta un ejemplo. Dionisio y Bart, fueron capaces de cruzar los 16 kilómetros del Estrecho de Gibraltar en cinco horas. Pero este pasado domingo no pudieron cubrir los 10 kilómetros que separan las playas de Calahonda y El Lance debido a las fuertes rachas de viento y de corriente que se encontraron en contra. Decidieron arriesgar bordeando las rocas de este lado de la Costa Tropical y la apuesta, dentro de la prudencia, salió bien.
La aventura de este pasado domingo arrancó en Calahonda. El granadino Torre y el belga De Rooze empezaron a bracear desde Calahonda con dirección a la playa de El Lance. La sexta etapa, después de salir desde la linde con Málaga, hace algo más de un mes. Pero este fin de semana, las condiciones de viento y de corriente eran peor de lo esperado. «El Levante estaba bastante fuerte, incluso a las 8:15h de la mañana cuando nos tiramos al agua. Entonces ya encontramos bastante oleaje en contra», cuenta Dionisio.
Nada más doblar la primera roca de Calahonda, los dos nadadores se encontraron con una especie de «batidora» en el agua. «Nos dejaba olas por todos lados, no podíamos agarrar agua», explica. El esfuerzo los dejó agotados, debido a que encontraron corriente en contra hasta Castell de Ferro, «sobre todo en los últimos tramos en los que había que girar para evitar bastantes rocas y varias montañas». «La penúltima y la última etapa fueron súper difíciles porque encontrabas mucha corriente de frente que lo que hacía era que, si te parabas, te ibas para atrás, y si acelerabas, no te movías del sitio», asevera.
Aquí se vieron en la necesidad de tomar una decisión bastante arriesgada. «Lo que tuvimos que hacer es pegarnos a las rocas, con mucho cuidado de que no nos dieran, y muy cerca de la misma pudimos pasar. Pero fue una etapa bastante dura», advierte, en frío y con la tranquilidad que otorga la tierra firme.
Poco a poco se fueron sumando nadadores. Desde que se ha mediatizado y también viralizado su aventura, son cada vez más los valientes que se unen al pelotón conforme este avanza a través de la costa. «Hicimos un primer avituallamiento en la playa de Castell de Ferro, donde se incorporaron otros nadadores, y mandamos un mensaje a los que se iban a incorporar más adelante para avisarles de que no íbamos a llegar al Lance, por lo que lo que hicieron estos fue venir a nuestro encuentro para llegar todos juntos a la playa de Castell y hacer un total de 10 kilómetros en cuatro horas de natación. Es lo mismo que tardamos en cruzar el Estrecho de Gibraltar, que son 16 kilómetros; pues aquí lo hicimos para 10, con fortísima corriente», dibuja el nadador, haciendo hincapié en que para afrontar una prueba así, para que las fuerzas no flaqueen, «tienes que estar fuerte de la cabeza para que no te afecte psicológicamente».
Seguir donando
En definitiva, para Dionisio ha sido una etapa muy sacrificada «pero a la vez muy bonita, por una causa como la donación de médula y donación de sangre, que lo justifica».» Todo lo que sea salvar vidas donando tiene su recompensa», dice. Para esta última aventura se incorporaron otros dos nadadores llegados desde Almería y uno más de Fuengirola, formando un pelotón de casi veinte deportistas.
Restan dos etapas para llegar a la Playa de Iguazú, que linda con Adra. «Estamos contactando con la autoridad portuaria para que nos deje nadar el tramo del Puerto de Motril tras haber salido desde Playa Granada. Sería una llegada muy especial», señala. La próxima salida será el domingo 19. Las paradas para unirse y sus horarios se pueden consultar a través del perfil de Médula Swimming, en Facebook.
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