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Atletismo
El termómetro primaveral de Granada para los atletas popularesMemorial Padre Marcelino ·
Más de tres mil personas participan en la carrera, con victoria para Pablo Sánchez y Carolina Huertas
Pablo Sánchez y Carolina Huertas vencieron sin oposición en la edición 18 del Memorial Padre Marcelino, que contó con la participación de más de tres ... mil corredores y se insertó en el centro de Granada antes de regresar al colegio Santo Tomás de Villanueva, que acogió la prueba un año más durante toda la mañana. El evento, un clásico dentro del calendario granadino de carreras populares, es el mejor termómetro para que los atletas calibren al abrigo de la ciudad cómo se van a encontrar en las próximas semanas y si las piernas les van a dar, por ejemplo, para estar en la Media Maratón Ciudad de Granada, para la que solo restan tres semanas.
Pablo Sánchez (31:19) y Carolina Huertas (37:20) elevaron el nivel del Memorial Padre Marcelino desde la salida a pesar de que sus tiempos se quedaron lejos de las mejores marcas registradas en el evento, hace más de una década. Desde el comienzo de la carrera el grupo de cabeza de ambas categorías se estiró y empezó a seleccionar efectivos antes del primer kilómetro. Huertas se quedó sola entre los hombres y avanzó en la prueba como si se tratara de una contrarreloj. Sánchez, por su parte, viajó durante varios kilómetros junto a Francis Buendía, al que soltó en la subida de Severo Ochoa hacia Constitución para 'pasearse' solo por el centro de Granada e iniciar el retorno hacia la calle Recoletos, en donde se instaló la meta en uno de los laterales del centro educativo. Tras ellos, un reguero de corredores con la camiseta celeste del evento, que demostraron que su capacidad de trazar los diez kilómetros de la prueba.
Lo deportivo quedó aparcado con el paso de la mañana. Los ganadores de la categoría absoluta recibieron su premio poco antes del mediodía y se iniciaron las carreras de menores, extendidas hasta la hora del almuerzo, ya por el barrio de La Rosaleda. Comenzaron los juveniles y terminaron los menores de cinco años, que recorrieron casi un kilómetro desde la calle Cañaveral hasta la meta común de Recoletos. Tras la última prueba atlética, comenzó la celebración. El colegio de los Agustinos acogió su gran fiesta anual en el interior del patio del centro escolar, con mesas, barras y música para transformar la prueba atlética en un gran evento social que abre sus puertas a todos los corredores para que se sientan parte de la comunidad agustiniana por un día.
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