Un «mazazo» al Igloo que congela la trayectoria de 300 deportistas
La suspensión de las competiciones ha conllevado el deshielo del Granada Ice Arena, la única pista activa en la provincia
Chema Ruiz España
GRANADA
Domingo, 19 de abril 2020, 00:52
La realidad del deporte de hielo en España tras el impacto del Covid–19 se resume en la situación de sus pistas: sólo una de ... las dieciocho activas en el territorio nacional permanece congelada, la que hoy ejerce de morgue improvisada en Madrid. En Granada, el cierre de Don Patín cedió todo el protagonismo al Granada Ice Arena, el Igloo, que acogió a los deportistas desahuciados tras la clausura de la instalación del Zaidín. La Federación Española de Deportes de Hielo canceló la temporada de forma abrupta en cuanto el Gobierno hizo efectiva la prórroga del estado de alarma, el pasado 24 de marzo, lo que conllevó el deshielo en la única pista granadina y, con él, la emergencia de cuestiones.
La consecuencia inmediata de la suspensión del ejercicio fue la clausura indefinida de la instalación. «Hemos tenido que tomar la decisión de cerrar la pista y descongelar. Retomar la actividad, aunque sea en mayo o junio, es inviable», relata Steven González, gerente deportivo del Club Hielo Granada, la entidad afiliada al Igloo. Bajo esta firma quedan recogidas tres modalidades –patinaje artístico, patinaje sincronizado y hockey hielo–, 300 deportistas que se han quedado en la estacada.
«Muchos aspiraban a hacer algo importante», subraya Steven, que recuerda que entre los deportistas que trabajaban a diario en el Granada Ice Arena se encontraban algunas de las grandes promesas del deporte de invierno andaluz. Es el caso de Nayara Caro, la primera andaluza que logra acceder al Campeonato de España de Patinaje Artístico en su categoría absoluta, o Christian Vaquero, representante masculino en la última edición del citado torneo. Su año blanco se ha convertido en un año en blanco que lastra su progresión, aunque la mayor complicación atañe en realidad al próximo curso, pues «el problema es que muchos de ellos pasan de edad», tal y como apunta el también encargado de la gestión deportiva de la instalación. «Esa experiencia que les va a faltar para subir de categoría el año que viene va a ser un hándicap», profundiza, destacando que «ellos pueden dejar un mes de vacaciones sin patinar, sin tocar hielo», pero «pierden muchas sensaciones» si superan ese lapso.
Pérdida económica
Tras la capa deportiva subyacen los daños que ha sufrido la única estructura activa para la práctica del deporte de hielo en la provincia. Las pérdidas del Granada Ice Arena podrían ascender hasta los 80.000 euros, al haber sido cancelados campeonatos y campamentos, además del curso regular. «Para nosotros, como empresa, esto ha sido un mazazo. Desde la apertura del Igloo no hemos cerrado ningún mes», sentencia Steven, que recuerda que, precisamente, son los citados campamentos estivales los que han permitido «salvar el verano y seguir teniendo una oferta de ocio para la ciudad» en estos meses. No obstante, la alternativa tomada continúa siendo mucho más rentable que conservar la pista, pues «con dos meses sin poder facturar, teniendo la instalación cerrada, los costes son muy elevados», explica el gerente.
A pesar de ello, Steven González subraya que «la apertura del Igloo no peligra, en principio». «Hay mucho invertido, tenemos muchos socios y tenemos programada la reapertura», argumenta, antes de avanzar que, incluso, ya se preparan «varios proyectos para relanzar la temporada». «Hemos solicitado ser sede del Preolímpico femenino de hockey hielo, que se va a disputar en España en septiembre», revela, una medida complementaria al intento de recuperar los campamentos en septiembre y a «lo que pueda aportar la Junta».
La incertidumbre envuelve el próximo curso de las Grizzlies
Las consecuencias de la crisis sanitaria son también profundas en el seno del Granada Grizzlies. El equipo femenino logró terminar por poco la competición, aunque las categorías inferiores y la sección masculina sí vieron interrumpida su campaña, si bien la Federación pretende finalizarla en septiembre. Su tesitura es similar a la del resto de deportistas de hielo, aunque más graves en lo económico.
«Los presupuestos que manejábamos y los gastos que tenemos para afrontar la temporada que viene se han distorsionado completamente», explica Steven González, que considera que «difícilmente una empresa destinará fondos económicos al deporte», debido a las consecuencias que también sufrirán los distintos entes. «Tendremos que ajustarnos el cinturón y ver si sigue siendo viable poder participar, sobre todo por las chicas, que compiten en la Liga Iberdrola», admite el gerente deportivo del club.
Mantener el equipo en dicha categoría supone un coste que oscila entre 15.000 y 20.000 euros, debido principalmente a los largos viajes que implican sus choques lejos de casa. «Hasta ahora, la suerte que tenemos es que las chicas, en la medida de lo posible, han aportado de su bolsillo para poder afrontar los gastos. Se iban compartiendo, entre el club y las jugadoras. Este año quizás deban redoblar el esfuerzo las que quieran jugar», indica Steven, que subraya la «incertidumbre» existente de cara al próximo curso. «Esperemos que no perdamos el único equipo que representa a Andalucía en la Primera división», desea, antes de asegurar que tiene «fe en las chicas» y afirmar que intentarán «aportar» todo lo que les sea posible para seguir en la categoría.
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