Jordi Xammar se reencuentra con Elías, el granadino al que rescató en mayo
SUPERACIÓN ·
El regatista visita su piso en el Zaidín y recibe su agradecimiento: «Me salvó la vida, es una grandísima persona y me alegré mucho por sus éxitos»Apenas disponía de cuatro días en Granada, pero Jordi Xammar tenía claro que antes de partir hacia Dinamarca para seguir su preparación debía reencontrarse con ... Elías Matute, el granadino de 21 años al que rescató el pasado mes de mayo. Había salido con la bicicleta por Cenes de la Vega y escuchó un leve grito de auxilio; Elías llevaba más de tres días a la intemperie tras caerse por un barranco en Cenes de la Vega y arrastrarse hacia una zona medianamente visible. El regatista visitó su piso en el Zaidín ayer e intercambiaron una camiseta de la selección española de vela –dedicada para «el gran superviviente»– y una gran caja de madera tallada por el padre de Elías. Del agradecimiento a la admiración mutua, ambos se fundieron en un abrazo con la familia del granadino también emocionada. «Jordi me salvó la vida, es una grandísima persona y se merece todo lo que le ha pasado. Me alegré mucho», compartió Elías.
Los médicos le dijeron que no habría sobrevivido una noche más allí tirado. «Suelo salir a pasear por el Sacromonte para despejarme cuando me agobio y aquella vez decidí cambiar de ruta y subir por Huétor Vega. Fui por una bajada que se complicó y al darme la vuelta, caí rodando desde muy alto», contó a Xammar. «Me perforé los pulmones y me partí costillas, clavícula, cadera y brazos, pero el golpe más fuerte me lo llevé en la cabeza. Perdí tres litros de sangre. Estaba deshidratado y tuve que comer insectos», reveló. «Cuando escuché a varios ciclistas, entre ellos a Jordi, pedí ayuda con las fuerzas que me quedaban. Ahí vi que ya podía descansar al fin, que aquello se terminaba», admitió.
Elías Matute perdió la conciencia con los impactos de la caída, pero recuerda perfectamente cómo Jordi Xammar le calzó sus propios calcetines en unos pies helados y le hablaba para que no se durmiese. «Estuve cuatro días en UCI y otra semana en planta. Sorprendentemente, no me ha quedado ninguna secuela. Estoy feliz, muy contento de haber podido reencontrarme con él, de que haya venido en mi casa con toda una medalla olímpica. Espero que mi ejemplo enseñe que nunca hay que rendirse en ninguna circunstancia, que hay que tirar hacia adelante con toda la fuerza que se tenga. Si me hubiese quedado quito en el sitio esperando ayuda, no estaría aquí, vivo», expresó Elías, que quiere ser auxiliar de enfermería y escribe un libro, mientras Jordi Xammar solo escuchaba. «Elías está bien y él ha ganado una medalla olímpica; esto demuestra que Dios existe», aseguró su hermana Johana.
Al despedirse, Jordi Xammar le palmeó el pecho bajo la camiseta de la selección nacional que le regaló y le animó a practicar deporte. «Empieza poco a poco y algún día saldremos juntos a correr. Esta camiseta no es para que la cuelgues en tu cuarto, sino para que la sudes», le incitó. «Tenía ganas de volver a verte en mejores circunstancias, de comprobar que te has recuperado completamente y de ver a toda tu familia feliz. Me impresiona que lo recuerdes todo, dudaba si te acordarías de mí«, le reconoció.
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