José Abril, una sorpresa de oro en el Europeo

Al granadino José Abril, que acudía para probarse como parte de su periodo de readaptación tras superar una lesión en el piramidal, le auguraban buenos presagios. «Hoy lo ganas tú, ya lo verás», le decía un rival nada más comprobar el listado de inscritos. Y no falló, pese a la perplejidad del hoy flamante oro europeo. Abril, que arrancó con fuerza desde el pistoletazo inicial, fue dejando rivales atrás hasta que cruzó la meta en el primer lugar de su categoría. Oro que abre puertas, las del Mundial, porque unas paralimpiadas son prohibitivas.

Subiendo las escaleras de su edificio, hace una parada para atender la llamada de IDEAL. «La verdad es que me coges haciendo series. Como no puedo entrenar por el Coronavirus, estoy subiendo desde el bajo al sexto corriendo, calculo cuatro minutos por cada una, así que haré hasta cinco para no dejar de hacer ejercicio durante estos días de cuarentena», advierte.

«En realidad no tenía casi opciones de ganarlo porque yo soy de triatlón cros, mi especialidad es el agua y la bicicleta de montaña», confiesa. Allí ni había sector de nado ni carriles de tierra, porque las dos ruedas se tenían que hacer en carretera. Y para José Abril, que es el actual campeón de Europa de bicicleta de montaña, esto era un absoluto hándicap. «Acudí a Huelva como un preparatorio para mi temporada, fuimos –señalando a su equipo– porque era aquí cerca y no demasiado costoso. Estoy superando mi lesión de piramidal y la evolución de los últimos dos meses ha sido positiva, así que quería probarme, pero sin esperanzas después de haber sido cuarto en el Nacional de bicicleta de carretera», expone.

Miró a sus contrincantes y descubrió entre tantas cabezas a dos rivales de categoría, un italiano y un inglés dispuestos a dar guerra. «Pero empecé fuerte y vi que sólo el italiano me seguía, hasta en el último tramo de carrera a pie, donde ya lo pierdo». José Abril comenzó el primer sector de 5 kilómetros a pie con un ritmo de algo menos de cuatro minutos el kilómetro para apretar con los pedales en el segundo, de 20. Fue en el tercero a pie, de 2,5 km, cuando por fin se vio con el oro en las manos.

«Con la bicicleta mejoré, era mi fuerte. Y también corrí bastante bien por la mejoría de la lesión después de una readaptación en la que hice que trabajara más la pierna izquierda que la derecha. Ahí me vi fuerte», reconoce el granadino.

Las Paralimpiadas de Tokio 2020, si es que se celebran este año, son prohibitivas para un deportista sin sponsor. «Este año sólo van ocho y es muy costoso, necesitas unos cuarenta mil euros para hacer todas las pruebas oficiales, así que al final va quien tiene más apoyo económico, no el mejor deportista», apuntilla. Pero sí que podrá estar en el Mundial, que por el momento será en Holanda, en septiembre.

Un llamamiento

El flamante campeón de Europa José Abril Cid se dedica en estos días a su entrenamiento en casa, en cuarentena por el coronavirus. «No estoy acostumbrado a estar tantos días encerrado sin entrenar, así que me las ingenio porque odio estar encerrado. Sería fundamental para mí un rodillo para la bicicleta, así que si hubiera otro deportista que me lo pudiera ceder durante estos días, sería increíble porque quince días parado es insostenible para preparar un Mundial», confiesa. «O una pista que nos puedan abrir con servicios mínimos a los deportistas que preparamos competiciones», añade. Un llamamiento, con el que seguro que sus colegas de asfalto, agua y pedales estarán dispuestos a colaborar.