Vivir el memento

Xavi Hernández dijo en alguna ocasión que pensar demasiado en la previa de un partido puede ejercer una excesiva presión mental, pudiéndose transformar fácilmente en estrés, ansiedad o nervios. «Al reducir las concentraciones en hoteles, reducimos los niveles de estrés durante el año». Así cuenta las consecuencias de lo que fue una de las reglas de Pep Guardiola en aquel Barcelona histórico, una medida que veneraba el momento presente y la vida líquida, que enaltecía una manera de vivir fuera de las formas preconcebidas y definibles. La idea siempre era alinear cuerpo y mente en el mismo equipo, eliminar el estrés que genera estar en un sitio queriendo estar en otro, ¡vivir el momento presente!

«Al principio me resultaba extraño porque no estaba acostumbrado a estar en casa un par de horas antes del partido. Me sentía como si no estuviera bien preparado, como si estuviera desconectado. Pero pronto me di cuenta de que, con aquellas nuevas reglas, yo también me beneficiaba». Reglas y oraciones que bien podían pertenecer al canon Romano de la misa en la que se pedía a Dios que tuviera presente a los vivos, que tuviera presente a los que juegan.

Curioso es que estos recordatorios y pedidos a vivir se definan como mementos, que no momentos. Mementos conscientes de la vida plena, mementos que invitan a disfrutar, mementos felices. Porque como decía Freud, a veces recordar es la mejor manera de olvidar y no pararse a pensar demasiado, que si para algo está la cabeza es para servir al momento presente.