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Las cinco familias del fútbol americano

El fútbol americano en Andalucía nació en Sevilla y Granada. En la capital lo hizo con el Granada Sarracenos, que luego tuvo una escisión, el Granada Universitarios, club que ha derivado en el Granada Lions, que entrena en Maracena y utiliza el nombre de la localidad metropolitana para sus competiciones. Sergio Gil, presidente, cuenta que su club ha descendido en esta temporada a una categoría de iniciación «para crecer desde abajo y potenciar las escuelas». Las categorías menores de la entidad son uno de sus principales valores con varios chavales que crecen jugando a la modalidad flag mientras sus padres disfrutan viéndolos. «Hemos tardado un poco en acostumbrarnos al cambio», explica Gil, que asume la dificultad para jugar en la modalidad tackle por la «complejidad» que supone, ya que el número de jugadores que requiere es mayor, así como el riesgo de lesiones y el coste del material deportivo. Francisco Beltrán, es el quarterback –responsable del ataque del equipo– del equipo. «Dentro de los deportes de equipo, es el que más participación de todo el equipo necesita», recalca el jugador.

Vinculado al Granada Lions se encuentra el Granada Legends, que depende de Lions, pero tiene independencia para funcionar. Abdón Toca, responsable de la entidad, explica que varios veteranos de Granada Lions se juntaron para jugar en flag, «una modalidad menos lesiva». «El arco de edad del fútbol americano es muy grande», asegura Toca. Alberto Zamorano, 'Tachín', es jugador del equipo y destaca la «exigencia física del deporte», con un crecimiento de la capacidad de resistencia de los jugadores, pero asegura que en el equipo «cada vez estamos más implicados y en los partidos se va notando».

Noé Vallecillos es el presidente del Granada Phoenix, un club que surgió hace cinco años con antiguos jugadores del Granada Lions. «Nuestro proyecto es para jugar al tackle y al flag, pero nos está costando bastante más el tackle, aunque con el flag somos constantes», declara Vallecillos. El club tiene un acuerdo con un equipo de Almería que cuenta con un equipo de tackle para que haya un flujo de jugadores y ambas entidades incrementen su rotación. «La dinámica de ambos tipos de fútbol americano es muy parecida, pero en el flag no hay contacto y no hay bloqueos, por lo que las jugadas son más dinámicas y explosivas en un campo más pequeño. Además, el flag permite que haya equipos mixtos y que las jugadoras puedan formar parte», desgrana. Ricardo Zucchet es el entrenador defensivo de los Granada Phoenix de la defensa. «En el flag solo tienes segundos para pasar, es muy técnico y por eso procuramos que todos los jugadores practiquen en todas las posiciones», resume.

El Granada Valkirias aporta a este deporte en la provincia un toque de sororidad. Cristina Molina juega de receptora y se encarga del área de integración e inclusión social. Juegan en modalidad tackle, la clásica. El club se fundó en abril de 2020 al entender que Granada necesitaba un club que defendiera el fútbol americano femenino. «Hemos seguido el mismo proceso que la mayoría de chicas en cualquier deporte. Empezamos al abrigo de un club masculino, el Granada Lions, y más tarde surgimos nosotras. Intentamos seguir el ritmo de los últimos años, en los que se está tecnificando mucho el deporte y subiendo el nivel», explica Molina, orgullosa de que el club tenga «un núcleo bastante fuerte desde el principio». Al comienzo de cada temporada realizan una captación de jugadoras y dan forma a la plantilla para la liga, que arranca en invierno. Se consideran una familia con un «proyecto de futuro que queremos que perdure en la ciudad». Cuentan con Sidn-Marketing digital como patrocinador y de cara a la próxima temporada quieren tener también un equipo de flag.

La última familia es Granada North, que ya piensa en la temporada 2024/2025 después de haber arrancado 2023/2024 sin apenas tiempo. El club cumplirá su primer aniversario en julio y compite en modalidad flag, aunque no descarta dar el salto a tackle en el caso de que le salgan los números y consigan efectivos. «La idea es contar con un equipo sénior y, en un futuro, contar con una cantera», detalla Laura Rodríguez, jugadora y presidenta del club. El Granada North entrena un día a la semana en Parque Nueva Granada y aspira en los próximos meses a «captar chavales para seguir creciendo». Salva Heredia, quarterback y tesorero de la entidad, añade que la temporada está siendo de «iniciación y tránsito».

En un contexto de expansión de la NFL, entre los cinco equipos dan forma al fútbol americano en Granada. Chicago y Miami, dos ciudades con equipos en la NFL, han abierto recientemente mercado en España y el Santiago Bernabéu acogerá en 2025 un partido de la liga norteamericana. En Granada el deporte aún está en crecimiento, pero su auge es imparable.

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El acento granadino del triunfo europeo de la selección española

Laura Martínez y Carla Blanca son campeonas de Europa. Ambas, jugadoras del Granada Valkirias, compiten en la liga femenina de 7x7 de fútbol americano, pero además forman parte de la selección española que hace unas semanas obtuvo el título continental en Gran Bretaña antes de que se celebrara la última jornada de la liga europea por países. «Hemos hecho historia, la selección española no había conseguido ningún título y lo hemos ganado a falta de un partido», resume Laura Martínez. «Ha sido un camino muy emocionante porque en España poca gente ha apostado por el fútbol americano femenino. El partido ante Gran Bretaña fue el más emocionante de mi vida», añade Blanca.

Ambas jugadoras se conocieron hace varios años en la selección española y se enamoraron. Carla Blanca, catalana, se marchó a vivir a Granada y las dos empezaron a jugar juntas como defensas. Blanca es safety y Martínez juega como linebacker. Ambas tratan de evitar que el rival trence jugada y acabe conectando un pase. «Sabíamos que teníamos que parar la última jugada, pero las gradas estaban llenas y había tanto ruido que no escuchaba a mis compañeras. Conseguimos frenar su ataque y fue el momento más importante de mi vida deportiva», valora. «Fue una auténtica locura, rompimos a llorar. Cuesta darse cuenta de que somos campeonas de Europa», añade Martínez. Con su éxito bajo el brazo, ambas se marchan este verano a jugar a la liga de Finlandia, que se disputa durante las vacaciones de España. Lo harán como profesionales, con gastos pagados y sueldo, situación impensable en el fútbol americano femenino nacional, que sobrevive más por la voluntad de sus integrantes que por la capacidad de inversión.