«Las montañas son lo último que queda a salvo del ser humano»

«También será una reflexión sobre lo mucho que necesitamos las montañas desde el punto de vista material, pues aproximadamente tres mil millones de personas dependen del agua de estas para sobrevivir», subraya Sebastián Álvaro. «De ellas extraemos recurso naturales como la madera y son escenarios de crecimiento económico por los senderos por los que se mueven los montañistas, entre otros factores. Hay una oportunidad de amar las montañas, cuidarlas, conservarlas, lo cual no es incompatible con un beneficio económico para la población que las rodea», remarca el montañista.

Sobre la protección de estos valiosos paisajes, Sebastián Álvaro señala que «no solamente es prudente sino imprescindible». «En estos momentos en los que todo el mundo es consciente del cambio climático, que protejamos áreas no solamente sirve como modelo sino que tiene que ver con la sostenibilidad de un proyecto, al mismo tiempo que fomenta que no se pierda tan rápido la biodiversidad», atiende el director del programa de televisión 'Al filo de lo imposible'.

«La conservación de los espacios naturales, que empezó en Estados Unidos, llegó a España muy rápidamente y los primeros parques nacionales fueron nombrados a inicios del siglo pasado. Conservamos sitios que son bellos, donde se reúnen determinadas cualidades paisajísticas que es imprescindible proteger», recuerda Sebastián Álvaro. «Se trata de tomar una parte de un terreno para que sea de todos, y por tanto a todos nos compete preservar los últimos espacios naturales, que nos hablan no solo de la belleza del país en el que vivimos sino también del silencio y la soledad necesaria, de los lugares que se mantienen al margen del ruido y la domesticación. Es una necesidad que nace, precisamente, de la depredación del hombre», insiste.

El investigador expresa que, como ciudadanos, es necesario unir fuerzas para defender estos sitios desde la trinchera individual: ser responsables y no contaminarlos cuando se visiten, no abusar de sus recursos y no hacer nada, en definitiva, que dañe el entorno. «Somos herederos. Nos han dado eso que es tan bello, que es un tesoro, y que tenemos que pasarlo a la siguiente generación, si podemos mejor de lo que nos lo dejaron a nosotros. No hay nada que represente mejor a España que su paisaje», reivindica.

Sebastián Álvaro destaca varios aspectos del Parque Nacional de Sierra Nevada en concreto. Ante todo, su extensión, pues es el más grande del país. Lo califica de «protagonista», pues en su opinión pocas cosas se comparan a nivel global con ver la Alhambra con Sierra Nevada de fondo, «Si estuviera lleno de carreteras y de casas sería un paisaje vulgar», ironiza. «Tenerlo es un privilegio, un honor y, al mismo tiempo, una responsabilidad», concluye el escritor sobre la joya natural que guarda Granada.