«Elegí UCLA porque a nivel baloncestístico es excepcional»
ENTREVISTA ·
Debuta hoy en el Mundial sub-18 de 3x3 a poco de enrolarse en la prestigiosa Universidad de California-Los ÁngelesJose Manuel Puertas
Granada
Martes, 24 de agosto 2021, 01:15
Tras comenzar a botar el balón en el Colegio Maristas, fue en el pabellón Inacua-Antonio Prieto, sede del club 'G+B', donde Marta Morales ( ... Granada, 12 de marzo de 2003) eclosionó como uno de los grandes proyectos del baloncesto nacional. Es precisamente allí donde recibe a IDEAL en uno de sus escasos días en la ciudad durante un verano frenético. Hace nada que regresó de la localidad húngara de Debrecen de disputar el Mundial sub-19 y justo hoy debuta, en la misma ciudad, en el Mundial sub-18 de 3x3.
«Ya podía haber sido en otro sitio», comenta jocosa entre la resignación y el deseo por estrenarse en la nueva modalidad olímpica. Tras ello, en el horizonte, emerge UCLA, la prestigiosísima universidad en la que se formaron Kareem Abdul-Jabbar, Bill Walton, Reggie Miller o la celebérrima atleta Jackie Joyner-Kersee. Morales defenderá su histórica camiseta a partir de la próxima temporada, y ya observa con emoción la foto que lleva en su móvil con la taquilla que le tienen preparada para afrontar un reto mayúsculo al alcance de unos pocos elegidos en todo el globo.
–Le ha pasado de todo en el último año. Acabar en Siglo XXI, elegir UCLA para irse a Estados Unidos, mundiales de selecciones… ¡Qué intensidad!
–La verdad es que sí. He cerrado un ciclo de algo que ha sido muy importante durante mucho tiempo en mi vida y me ha tocado tomar la decisión de dónde abrir el siguiente. Han sido muchas emociones, por lo que se acaba y por lo que empieza.
–¿Qué se lleva del Siglo XXI?
–Ha sido mi segunda casa y, si siempre lo he valorado, ahora es cuando más cuenta me doy de lo que ha significado para mi progresión. Me cuesta hacerme a la idea de que en septiembre no iré para allá. Es una familia impresionante que me lo ha dado todo, tanto las compañeras como el 'staff'. Van a ser mi familia toda la vida. He crecido a nivel personal y de baloncesto, he podido estudiar… Creo que es un sueño para cualquier niña pequeña y que he podido alcanzar.
–UCLA, nada más y nada menos. Pone nervioso solo nombrarlo. ¿Cuáles son los planes?
–Todavía no tengo claro cuándo iré para allá, estoy acabando algunos exámenes y papeleos con la embajada. Pero es cierto que estoy deseando ir. La sintonía con la entrenadora Cori Close es magnífica y estoy muy contenta de poder trabajar con ella y en un sitio con tanta historia en el mundo del baloncesto como es UCLA. Estoy muy emocionada por tener esa oportunidad.
–¿Cómo fue el proceso de elección? ¿Cuántas propuestas de universidades tuvo?
–(resopla) Creo que si empezamos a contar desde que mi accesibilidad arrancó, habrán sido casi treinta. Más de veinte seguro. Obviamente hay algunas que se mantuvieron en el tiempo y otras que no, bien sea porque yo les dije que no o porque acabaron desistiendo.
–¿Y por qué UCLA?
–Porque a nivel baloncestístico es excepcional, una oportunidad con la que cualquiera soñaría, chichas o chicos. Cualquiera querría aspirar a ello. A nivel de baloncesto, UCLA es la leche. Cori Close me ha dado mucha confianza y sé que hay un muy buen ambiente. Además, está en Los Ángeles (risa nerviosa). Todo suma. Creo que desde el momento en que tuve su propuesta solo tuve ojos para ellos y aún hoy sigo pensando que fue la decisión correcta al 100%.
–¿Da un poco de vértigo?
–Sí y no. Lo tuve cuando me fui al Siglo XXI. Ahí di el salto de irme de casa. Eso ya está hecho. Obviamente no es lo mismo irme a Barcelona que a Estados Unidos, por todo lo que supone cruzar el charco, pero sí que creo que mi cabeza está más preparada que si ahora mismo me fuera directamente desde Granada. No cabe duda de que habrá momentos malos hasta que me acostumbre a todo: los hábitos, el cambio horario, el idioma… Pero tengo muchas ganas de acabar disfrutando allí, como estoy convencida de que al final que pasará.
–Cuando alguien entra en la universidad con beca deportiva, nunca se sabe si aguantará los cuatro años o si apostará antes por el profesionalismo. ¿Cuál es su plan?
–El plan ahora mismo es pasar allí los cuatro años del ciclo académico y, ojalá, poder ser elegida en el draft de la WNBA. Ese sería un gran sueño a corto plazo.
–Sueña en grande, desde luego. ¿Ha tenido opciones para hacerse profesional este mismo verano, desoyendo la NCAA?
–Sí, sí que las ha habido. Ha habido equipos que han llamado preguntando, pero no le he dado mucha bola a ese tema porque desde el primer momento mi cabeza estuvo en Estados Unidos.
–Cuando se fue al Siglo XXI, ¿ya tenía claro que el siguiente paso era Estados Unidos?
–No, yo creo que es un proceso. A medida que han pasado los años allí he ido viendo a gente marcharse, que luego te contaba su experiencia y te hacía ver lo interesante que es. Creo que es una oportunidad única que aparece solo una vez en tu vida. Es un tren que pasa una vez, como el del Siglo XXI. Tenía que cogerlo, claro.
–Hablemos de selección española. Como sub-18, teóricamente este año hubiera debido jugar el Europeo, pero ha ido al Mundial sub-19. ¿Cómo ha sido todo?
–Ha sido peculiar por el tema covid. En otros años, jugadoras en mi situación podían doblar campeonato, pero este no ha sido así, y solo se podía jugar un evento. A mí lo que me han transmitido es que el Mundial era más importante y que por eso querían que estuviera allí.
–¿Qué tal la experiencia en el Mundial sub-19 en Debrecen?
–Es algo irrepetible, literalmente además porque no voy a poder vivirlo otra vez, ya que mi generación no jugará Mundial el año que viene. Te ves allí, jugando con las mejores del mundo a tu edad, y es una gran satisfacción personal. Piensas: «¡Joder, he conseguido jugar un Mundial!». Compartir partidos contra gente de todo el planeta es una experiencia muy emocionante.
–Entre otras selecciones, se ha enfrentado a Estados Unidos y ha visto lo que va a tener enfrente ahora en UCLA. ¿Qué ha percibido? ¿Le ha ayudado para saber lo que afronta?
–Mucho. Obviamente ellas son otro nivel. Me he dado cuenta de a quién me voy a enfrentar, claro, aunque no es nada que no supiera más o menos. Todo el mundo sabe que Estados Unidos es favorita siempre a todo.
–¿En qué siguen siendo inalcanzables las americanas?
–A ver, yo creo que hoy ya no es que no se pueda competir con ellas. Pero sí es cierto que a nivel físico son muy diferentes al resto. Tienen más altura y fuerza, son más atléticas. Por otro lado, a nivel técnico son mucho mejores que nosotras, aunque aquí a nivel táctico podamos superarles. Pero claro, son tan rápidas y se pasan el balón a una velocidad tan increíble, que tampoco les hace falta una enorme riqueza táctica. De ahí que espero que mi experiencia allí me ayude precisamente a mejorar mucho en el plano técnico y físico.
–Y sobre el 3x3, ¿le pilló de sorpresa o lo tenía en mente?
–Reconozco que fue un poco sorpresa. Me lo dijeron durante el Mundial sub-19. Pero siempre ha sido un sueño poder jugar también un Mundial de 3x3. Era un objetivo a corto plazo. En el Siglo XXI también jugábamos mucho 3x3, para ir abriendo algo de camino, pero nunca he podido jugar un torneo de ese nivel. Me hace mucha ilusión, la verdad.
–Para quien no esté muy metido, ese baloncesto es muy distinto al de 5x5, realmente mucho más intenso.
–Sí, es mucho más duro. Hay que estar mentalmente preparada para un mayor nivel de contacto. Creo que lo estoy, pero verdaderamente es otra historia totalmente diferente.
–El 3x3 ha debutado en Tokio como deporte olímpico. Es otra vía para cumplir retos. ¿Se ve haciendo carrera ahí o el foco está en el 5x5?
–Todo lo que pueda compaginar, lo haré siempre. Si mi carrera me permite alternarlos, desde luego que lo haré. Cualquier cosa relacionada con el baloncesto me interesa, es así. A día de hoy, no veo nada en mi vida más allá que no sea el baloncesto y por eso estoy abierta a cualquier tipo de opción que me surja y vaya relacionada con este deporte. Así que quién sabe.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión