Carlos Rodríguez da la talla y marcha octavo en la general tras el debut montañoso

Los puertos no se le atragantaron al joven campeón de España de fondo en carretera, que resistió muy bien durante todo el trayecto, para alcanzar la línea de llegada con los favoritos, en el grupo perseguidor de los escapados, donde fue el esloveno Roglic, hasta entonces líder de la ronda española.

Carlos Rodríguez defendió con energía y fuerza a su formación, el Ineos Grenadiers, de hecho ayudó y acompañó a Richard Carapaz durante la mayor parte del trayecto. Hasta que, a falta de diez kilómetros, para coronar el último puerto, atacó el británico Yates. Entonces Carapaz siguió por su cuenta para intentar conectar con varios fugados, entre los que aparecieron el español Enric Mas, que superó con nota el miedo al descenso, lo hizo con precaución pero eficacia, y el australiano Jay Vine, ganador al separarse del resto. Sin embargo, el ecuatoriano, ganador del Giro y jefe de filas de la escuadra británica de Rodríguez, flaqueó, no le salió la etapa como pensaba y se quedó atrás.

El almuñequero, en cambio, siguió con la misma potencia para volver a estar entre los mejores y seguir firme en las posiciones delanteras de la general.

La Vuelta ahora la domina Remco Evenepoel, con Rudy Molard y Enric Mas a 21 y 28 segundos; Roglic está a 1.01 mientras que Carlos Rodríguez deja de ser el primer español en la clasificación, privilegio que deja al valenciano Juan Ayuso, quinto a 1.12; a continuación conserva la zona alta una tripleta del Ineos formada por Pavel Sivakov, Tao Geoghegan Tart y Carlos Rodríguez, sexto, séptimo y octavo, respectivamente, a 1.27 los dos primeros y a 1.34 el granadino. Un ilustre como Simon Yates, que probó fortuna sin suerte en la montaña cántabra, queda por detrás, a 1.52 del nuevo jersey rojo.