Carlos Rodríguez se coloca quinto en la general

Dos tercios de la carrera estuvieron marcados por una numerosa fuga, con hombres como Alaphilippe, Van Aert o Van der Poel. En el pelotón, comandado por los del BORA, Carlos Rodríguez coronó con discreción el primero de los grandes puertos, el de Aspin. La carrera iba a ser larga y el almuñequero lo entendió a la perfección, a medida que el descenso del primer puerto ya iba desgranando el núcleo del pelotón.

La mayor muestra de madurez de Carlos Rodríguez llegó a las faldas del Tourmalet. Para entonces, ya corría junto a un claro grupo formado por sus compañeros Castroviejo y Bernal, Vingegaard, Hindley (el maillot amarillo en ese momento), Pogacar, los hermanos Yates, Gaudu, Kuss, Pidcock y Bardet. El top-10 al completo. En la primera de sus rampas, Vingegaard y Pogacar atacaron, contestando al momento el granadino y el líder Hindley. Los dos 'marcianos' del actual ciclismo acabaron por dejar atrás a Carlos, que cedió para guardar fuerzas consciente de que esa no era su batalla. Sí lo era de Hindley, que tampoco pudo seguir. Ambos se reagruparon con el resto del top-10 y juntos coronaron el Tourmalet.

La exhibición de Pogacar y Vingegaard, que acabaron por merendarse la fuga y llegar en primer y segundo lugar la meta, se estabilizó en torno a los dos minutos y medio de la pelea del almuñequero, que se fue colocando poco a poco para abrir algo de hueco y meter un buen bocado a la general.

Así ocurrió a cuatro kilómetros de Cauterets-Cambesque, en cuyo puerto se erigía la meta de la etapa reina. Carlos Rodríguez cambió el ritmo, quitándose de encima a hombres como Jensen, Gaudu y Adam Yates. Junto al andaluz de INEOS sólo pudieron entrar Hindley y el otro de los Yates, Simon. Carlos Rodríguez acababa de dejar pequeño el objetivo del top-10, entrando séptimo de etapa como premio a su valentía y abriendo una brecha de 30 segundos con Gaudu y Adam Yates. Y mayor aún con Jensen, Buchmann y Ciccone. Como resultado, Carlos Rodríguez es ahora mismo quinto del Tour de Francia, a tres minutos y medio de su nuevo líder, Jonas Vingegaard. Una animalada.

Carlos Rodríguez habló tras ascender a la quinta plaza de la clasificación general del Tour de Francia. Aún en meta, sin ser plenamente consciente de lo conseguido, el joven corredor de INEOS se deshacía en palabras de agradecimiento para sus compañeros. «Ha sido un trabajo increíble del equipo. Nos han sacado mucha distancia Jonas (Vingegaard) y Tadej (Pogacar), pero he podido entrar con los demás y al final he tenido buenas piernas. El equipo ha estado de diez apoyándome», aseveró.

Al preguntarle si ya se creía que marcha quinto del Tour, el almuñequero rebajó la euforia. «Creo en el trabajo que he hecho, en seguir luchando y en dar lo mejor de mí. Vamos día a día, haciéndolo lo mejor posible y el resultado que tenga que ser, será», apuntó.

Por el despliegue del equipo, con Castroviejo y Bernal protegiéndolo en la subida al Tourmalet, quedan pocas dudas de que Rodríguez es el primer espada para el INEOS en esta 'Grande Boucle'. «Estoy muy contento con cómo me apoyan los compañeros desde el primer momento. El equipo me da libertad», explicó. También en meta, Egan Bernal tuvo palabras muy cariñosas acerca del granadino, diciendo que le gustaría aprender de su madurez. Carlos Rodríguez devolvió el cumplido. «Egan es muy humilde y sencillo, pero soy yo quien tiene mucho que aprender de él», dijo para despedirse.