La velocidad sigue siendo granadina

La velocidad española sigue desviando la mirada hacia Granada, donde muchos no quieren asomarse, por el inmenso trabajo de los atletas de esta provincia. Granadinos Dani Rodríguez e Ignacio Fontes, oro y plata en Ourense en 200 y 1.500, ambos del Playas de Castellón, también la cordobesa Fani Fortes, la ciudadrealeña Sonia Molina y el algecireño Pablo Montalvo viven en esta tierra uno de los mejores momentos de sus carreras si no el que más. Estos tres últimos se llevaron el bronce de los 60 metros vallas, el 200 y el 60, el mismo metal que se colgó la herradureña Una Stancev en salto de altura a sus 17 años o Isidro Leyva, nerjeño de familia granadina, en la pértiga. Todos se niegan a confinarse en un centro de alto rendimiento en Madrid o Barcelona.

Dani Rodríguez habla por él y por su grupo, el exitoso 'Fuertes y rápidos' que dirige Manolo Jiménez, cuando expresa el orgullo de todo un campeón consciente de que son sus compañeros quienes le hacen quien es. «Todos hicimos un papel muy bueno. Revalidar título refuerza la confianza en uno mismo pero no por eso descarto que pueda quedarme fuera el año que viene», advierte tras reprocharse que, además de batir los 21 segundos que se le resistían, pudo haber bajado en la semifinal el 20.90 que logró en su última carrera. «Me llenaba más bajarlos en la final, pero sé que puedo correr mucho más y que el aire libre será mejor, ya con los objetivos del Europeo de París y los Juegos de Tokio», apunta el velocista.

Los alumnos de Manolo Jiménez tendrán el descanso que Ignacio Fontes y Jesús Montiel no se conceden. El entrenador atravesó el país al volante con la nueva planificación en mente y el mediofondista, un chiflado de lo de correr, no tuvo mejor idea tras descansar unas horas que salir y hacer 20 kilómetros. «Tenía que moverme», sonríe ante la sorpresa del resto. «El verano está ya encima y por eso he empezado, debo seguir trabajando. Estoy en una ola de emociones positivas y ojalá pueda seguir en ella con Tokio en el horizonte», justifica. De vuelta de Galicia pudo ver repetida su carrera, en la que se quedó a una sola centésima de Jesús Gómez por el oro. «Me alegra no haberme conformado con la plata, fui a por él y ni siquiera miré atrás. Ahora que Jesús viene a Sierra Nevada le diré que a la próxima le gano», le avisa, decidido a seguir concentrado en el 1.500 al haber alcanzado el grado de madurez y atrevimiento que todavía le faltaba.

Quien apenas pudo dormir fue Manolo Jiménez, exigido por sus responsabilidades laborales ya que él no vive del atletismo aunque dirija a un grupo profesional, el mejor en cuanto a velocidad del país como se confirmó en el Campeonato de España más rápido de la historia. «Fue impresionante, materializaron a la perfección todo lo que les pido que hagan, hasta el más mínimo detalle, en un contexto de presión por la competición. Son auténticos aprendices y demuestran su confianza en mi criterio», les agradece, no solamente a los medallistas Dani Rodríguez, Sonia Molina, Fani Fortes y Pablo Montalvo, sino también a Mario López Moure, Arián Téllez y David Jiménez, que también dieron lo mejor que tenían dentro aunque no les diese para subir a podio. «No sé si somos los mejores, pero sí los más entusiastas», afirma.

Sus alumnos lo tienen por un gurú. Quizás el caso más especial sea el de la cordobesa Fani Fortes, del club Unicaja, que a sus 32 años consiguió una mejor marca personal en 60 metros vallas de 8.37 además de su medalla de bronce. «Las sensaciones fueron estupendas aunque sabía que podía haber corrido en 8.30 para batir el récord andaluz. Estoy gozando de continuidad tras mucho tiempo parada por una lesión en el hombro y me siento en mis segundos 20», asegura. «Aunque tenga 32 me siento una novata porque nunca había preparado específicamente la velocidad y las vallas pese al heptatlón. Estoy disfrutando muchísimo de la competición y de mis compañeros», ratifica Fortes.

También regresó son unas sensaciones «inmejorables» Sonia Molina, bronce del 200 con una nueva personal de 23.89, calcada en la semifinal y la final. «Nunca me había sentido así, haciendo personales en todas las carreras del invierno. La pista era rápida y lo aprovechamos. Luego en la final salí como un tiro aunque la personal castigó y no solté a Paula Sevilla, que luego me dijo que le había costado pillarme», confiesa. «Con Manolo he cambiado totalmente mi forma de correr, no me reconozco ni yo. Me he reafirmado a nivel nacional. Se puede contar conmigo para campeonatos importantes», señala.

Otro que se estrenó al igual que Ignacio Fontes y Una Stancev en un medallero nacional fue Pablo Montalvo, velocista algecireño del Marathon y parte de 'Fuertes y rápidos'. Se hizo con el tercer escalón del 60 tras Orlando Ortega y Sergio López, el mismo al que aspiraban sus compañeros Mario López Moure y Arián Téllez. Lo hizo pocos días después de coronarse en el Nacional sub-23. «Corrí la final como un loco, con rabia, porque a las rondas llegué demasiado confiado y necesitaba espabilar. Me vino bien porque fue un golpe de realidad», confiesa el gaditano, que se dio dos fuertes golpes en el pecho, puro nervio, antes de salir a competir por la calle 1. «Llevo dos años en Granada, estudiando ADE, y no tengo ninguna duda de que somos el mejor grupo de España. Todos estamos batiendo nuestras marcas personales», subraya. Él también es parte del reinado nazarí de la velocidad.

Ausente en la reunión de ayer por los compromisos estudiantiles de una adolescente de 17 años que debe recuperar una semana de trabajo, y en pleno cumpleaños de su padre, la herradureña Una Stancev pudo descansar y celebrar con calma su primera medalla absoluta, en altura, con un mejor registro personal de 1.79. «Ni me enteré de que había ganado la medalla, sólo pensaba en el salto», reconoce, con la mente ya puesta en la mínima para el Mundial sub-20 de Nairobi. Apunta tan alto como su compañero en el Nerja, el pertiguista Isidro Leyva, también bronce: «Quiero ser campeón nacional absoluto».