María Pérez: «Tengo muchas ganas de competir»
La marchadora María Pérez prepara ya desde Doha su participación en el Mundial
María Pérez ya se prepara 'in situ' para competir en el que ha sido calificado como el infierno deportivo para cualquiera de los atletas que ... se pondrán a prueba en este nuevo Mundial de atletismo. La marchadora de Orce tendrá que perseguir en Doha una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en plena calle con una sensación térmica de 42,5 grados, alejada de la climatización del estadio, en unos 20 kilómetros marcha que tomarán salida a las once y media de la noche en el horario local, 22:30h en España.
Su sueño, más allá de una posible medalla bajo unas condiciones dificilísimas y ante rivales más preparadas que ella, se centra en la cita de Tokio. Tendrán garantizada su presencia aquellos que acaben finalistas, es decir, los ocho primeros en la clasificación. Esa y no otra es la meta de una María Pérez que ya lo dejó claro en la rueda de prensa que ofreció en Granada hace dos semanas. Todavía tendrá que decidir si ingiere o no la pastilla a modo de termómetro interno que ofrece la IAAF, y si se detendría de acercarse al colapso.
«Tengo muchísimas ganas de competir», asegura María Pérez a IDEAL desde Doha. La marchadora de Orce, última campeona continental con récord incluido, se encuentra ya impaciente por disputar la final para la que lleva tanto tiempo preparándose. «Me encuentro muy bien. Los entrenos están yendo bien aunque son más duros por la humedad, pero quiero competir ya, al final ocho días aquí se hacen largos y pesados», admite la granadina.
La mima estos días su entrenador Jacinto Garzón, el encargado de que a la puesta a punto no le falte de nada para que no falle nada en todo aquello que pueda controlarse más allá de la incertidumbre excepcional de la carrera. «Hay que soñar y luchar por el gran objetivo que es un puesto de finalista para cerrar ya la clasificación para los Juegos, pero va a estar todo muy abierto teniendo en cuenta que chinas, japonesas y latinoamericanas han mostrado una gran adaptación a este tipo de pruebas en condiciones de calor porque ese clima es su día a día», remarca a IDEAL.
«Yo confío mucho en María porque es muy competitiva y tiene mucha calidad. Un puesto como finalista sería un logro fantástico en un año preolímpico porque, sobre todo, será una carrera de la que aprenderíamos de cara a los Juegos Olímpicos», subraya Jacinto Garzón. «En estos ocho días que llevamos en Doha nos hemos adaptado no sólo a la temperatura de calor y a la humedad, algo que ya habíamos preparado, sino a los biorritmos de entrenar y competir por la noche, ya que será determinante. Va a ser una carrera muy, muy abierta por eso», señala.
Estos días apenas pueden entrenar durante las noches. «Por las mañanas no podemos movernos del hotel porque la temperatura no invita a salir, con más de 40 grados. El cuerpo se amuerma un poco y es por la tarde, a partir de las seis, cuando nos podemos mover algo antes de entrenar desde las diez de la noche. Vamos a ver cómo se adapta el cuerpo de María», expone su entrenador. «Soñamos con ser competitivos en una carrera más lenta de lo habitual, aguantando hasta el último momento hasta que se decidan las finalistas y las medallas. Vamos sin presión y a soñar. En el último Mundial fue décima y ahora estamos inmersos en un aprendizaje diario de cara a próximas pruebas», incide Jacinto Garzón, quien aplaude la adaptación de su marchadora.
Equipo español
Las opciones de España por las medallas pasan por las piernas de Orlando Ortega, más fuerte que nunca en los 110 vallas tras ganar en Bruselas su segunda Diamond League. Es el tercero del ránking mundial, pero también el que llega más en forma, sin ceder ni una derrota desde primeros de junio. También en teórica posición de podio han volado a Doha Javier Cienfuegos en el martillo y Julia Takacs en los 50 kilómetros. El lanzador extremeño, tercero, está enrachado tras batir tres veces consecutivas su propio récord de España; mientras que el rendimiento de la marchadora de origen húngaro, más cómoda sobre esta distancia que en los 20 kilómetros, es una incógnita por el calor y la humedad que le acompañarán cuatro horas.
Un escalón por detrás andan Fernando Carro, cuarto en los 3.000 obstáculos con su récord nacional del pasado 12 de julio; o Ana Peleteiro en triple salto, en un concurso en el que todo puede pasar tras la favorita Yulimar Rojas. 38 atletas con el sueño de mejorar los cinco finalistas de Londres 2017.
Lyles encabeza la nueva generación
Hace ya tiempo que el atletismo aprendió a vivir sin Usain Bolt. El adiós del jamaicano en Londres 2017 no fue idílico –bronce en el 100 y lesión en el 4x100– y tampoco reversible, por mucho que surjan rumores de su regreso. En dos años desde su retirada de las pistas se le ha buscado heredero continuamente, aunque Noah Lyles, el elegido para ocupar el trono de la velocidad y también para ser el icono de este deporte, se empeña en desmarcarse de la leyenda.
El estadounidense quiere escribir su propia historia reescribiendo las reglas: celebra las victorias a golpe de 'moonwalk', luce calcetines animados sin repetir modelo, tiene un single con un grupo 'indie' y planea grabar un disco de rap para Tokio 2020. Y corre sin levantar el pie del acelerador. Con 22 años ya es el cuarto de la historia en 200 metros.
Lyles no es la única estrella incipiente en Doha, como Bolt no es la única leyenda que ya no estará en el Mundial que arranca este viernes y que amenaza varios récords. Los 400 vallas resultaban indescifrables desde la retirada de Edwin Moses y la salvajada (46.78) de Kevin Young en Barcelona 1992, pero hay tres jóvenes que amenazan ya la plusmarca del nortamericano. Son Abderrahman Samba (46.98 en 2018), Rai Benjamin (46.98 en 2019) y Karsten Warholm (46.92 en 2019), tres portentos que todavía no se han enfrentado en una carrera. // M. OLMEDA
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