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María Pérez, sonriente a su llegada. FERMÍN RODRÍGUEZ
Atletismo | María Pérez vuelve a casa
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María Pérez vuelve a casa

La marchadora de Orce, que ya sabe que será olímpica, bromea a su llegada a Granada que la competición de Doha «no fue para tanto»

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Jueves, 3 de octubre 2019, 00:17

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Muy feliz, María Pérez regresó anoche a Granada en un tren desde Atocha. La marchadora volvió a casa junto a su entrenador Jacinto Garzón con la clasificación para los soñados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras haber obtenido la octava plaza en la final de 20 kilómetros marcha del Mundial de Doha, una competición agónica bajo 33 grados y un 70% de humedad en la medianoche catarí. «Estamos muy contentos, este pase directo nos da tranquilidad para descansar y recuperar un año muy largo», reconocí tras abrazarse con su pareja, Noelia, y su fisio y amigo, Ángel García.

La de Orce sufrió lo indecible durante su competición, toda revuelta por dentro a falta de apenas dos vueltas para el final a consecuencia de las condiciones extremas bajo las que se desarrolló. Pasado el mal trago con el objetivo en el bolsillo, lo que queda es alivio. «Ahora se cuenta como algo anecdótico, de hecho en el avión nos veníamos diciendo que no había sido para tanto, una vez pasado», admitía con una sonrisa María Pérez. «Cuando salí a competir el cristal estaba empañado, la noche estaba como quería, pero cuando tienes que competir en esas circunstancias igual prefieres que hubiese refrescado un poco (risas). Fue duro pero Tokio será igual y bajo el sol picando», explicó. «No obstante, intentaré ir lo más adelante posible para hacer frente a las marchadoras chinas. En Doha fueron inalcanzables pero el año que viene no se nos van a resistir», apuesta ya.

Quien no cabe en sí de orgullo es Jacinto Garzón, su entrenador, el ordenador tras la atleta. «Es un sueño, un reto y un objetivo cumplido, a pesar de que cuando María empezó este ciclo olímpico era muy joven, júnior. Creíamos que sus Juegos serían los de París 2024 pero como iba quemando etapas tan rápido, con resultados muy precoces, Tokio se convierte en un objetivo muy real para luchar por todo», señaló el accitano. María Pérez confiesa con una sonrisa una anécdota: «Al preparar el avituallamiento en la habitación apunté el puesto y el resultado que creía que iba a obtener. El tiempo fue el de la campeona, Hong Liu, 1h:32.53, y el puesto, cuarta. No me fui por mucho».

Deseando sobre todo dormir y ya de paso disfrutar de unas merecidas vacaciones, María Pérez tiene en mente que a la vuelta de la esquina la esperan en Tokio y no quiere despistarse. En un mes se marchará a Sudáfrica a una concentración del Consejo Superior de Deportes con la mayoría de atletas presentes en Doha. «Va a ser una temporada diferente porque hemos venido entrenando un año y medio para este Mundial, pero quiero llegar con la misma confianza que a Berlín. No todo el mundo podrá preparar los Juegos con la tranquilidad que te da certificar la clasificación, con la posibilidad de plantear una estructura de preparación para llegar lo mejor posible. Estoy tranquila y con ganas de volver a trabajar tras las vacaciones», admite la granadina.

Progreso

Afronta el reto con el mayor optimismo posible su entrenador, Jacinto Garzón. «Creo que María tiene muchas parcelas en las que puede seguir mejorando, porque tiene 23 años y está en un proceso de crecimiento continuo. Los mejores resultados de nuestro atletismo los consiguen atletas más longevos y su juventud presagia lo mejor», expone. «Invertiremos estos 10 meses en ser lo más profesionales posibles. Conseguir un diploma olímpico con 24 años ya sería muy grande; una medalla sería un sueño, y yo creo que alcanzable porque tiene mucho talento para lograrlo», asegura.

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