Ignacio Fontes en el paraíso del atleta
El mediofondista trabaja en Sierra Nevada con el foco en el Mundial de China y en los Juegos de Tokio
Se mueve por sus pasillos como por su casa, aunque sabe que no lo es. «Ojalá estar siempre aquí», suspira. De la cafetería al gimnasio, ... del gimnasio a la pista y de la pista al comedor, se cruza con otros deportistas de élite como él, algunos procedentes de otros países, que aprovechan las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada para preparar sus temporadas que ahora empiezan. Muchos de ellos, como los también mediofondistas Álvaro de Arriba y Mariano García, con los Juegos Olímpicos de Tokio en la cabeza. Ignacio Fontes no esconde que también los piensa. Que los ciclos olímpicos son largos y que las oportunidades no deben desaprovecharse. «Como me dijo mi entrenador Jesús Montiel por el pasado Europeo sub-23, yo tengo que aspirar al oro. Y ahora aspiro a los Juegos», remarca Ignacio Fontes.
El joven mediofondista granadino ha estado concentrado en el CAR desde el pasado 25 de noviembre y hasta hoy mismo, que desciende de Sierra Nevada para competir este domingo como sub-23 en el Europeo de cross de Lisboa. «Estoy bien, muy tranquilo. Aquí, en el paraíso, dedicado a entrenar y dormir. Me encanta. Sólo tengo mi cama, mi pista y una sala para jugar a ping pong si acaso por las noches», refleja Ignacio Fontes, que el pasado abril sí permaneció durante un mes en la instalación dejándola sólo para competir. «Experimentas mejoras a nivel hematológico que luego se sienten y también en cuanto a entrenamiento. En este año he notado una mayor madurez, me siento más tranquilo a la hora de afrontar cada sesión. No llego a sentirme solo, porque lo comparto con otros deportistas con los que charlo en las comidas, pero esa soledad viene bien para fortalecer la cabeza», cuenta sobre su día a día en la instalación del Consejo Superior de Deportes.
Ignacio Fontes se levanta pasadas las ocho tras dormir nueve horas, desayuna dos tostadas de atún con tomate y un zumo de naranja y regresa a su cuarto para estudiar alguna de las cuatro asignaturas de Medicina que lleva adelante este cuatrimestre o bien echarse un rato a ver Netflix. Al rato baja a por un café y empieza su entrenamiento. Siempre en mallas, sin otra muda que no sea deportiva. «Cuando acabo no paso ni por la habitación, voy a comer y luego a dormir la siesta», apunta. Estos días, en el CAR, ha podido introducir una sesión más de gimnasio en su rutina tutelada por Jesús Montiel. «También priorizo el descanso en saunas, baños de contraste o jacuzzi que tendría que hacer con hielos en mi casa», ríe.
Objetivos y sueños
Ignacio Fontes tiene claro que su objetivo principal de la temporada es el Campeonato del Mundo absoluto de pista cubierta en Nankín (China) del 13 al 15 de marzo. «Allí fueron los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2014 y me quedé a un puesto de ir, habría sido increíble. Cuando vi que sería allí el Mundial me propuse que sería mi primer campeonato internacional absoluto, para desquitarme», admite. Se ve fuerte y no olvida que hace muy pocos meses se proclamó campeón de Europa sub-23 en Suecia. «Aquello me dio una nueva perspectiva de futuro, más exigente. Siento que tendría que haber ido al Mundial de Doha y ahora me gustaría ir a los Juegos. Si consigo estar en Nankín obtendré las marcas para Tokio, estoy seguro», se reafirma.
Sabe del nivelazo español en mediofondo pero siente que sus opciones están en el 1.500. «Me estoy encontrando mejor en distancias más largas. Puede tener que ver con la madurez, esto es un proceso y es normal. Antes me costaban las series largas y dar vueltas a la pista y aquí he llegado a hacer 20 kilómetros dando 50 vueltas. Le tengo dicho a Jesús que ya no me rayo ni nada. Estoy haciendo entrenamientos de los que antes no me sentía capaz y de hecho me gustaría probarme en un 3.000. Ahora quiero trasladar esa madurez al entrenar a la competición», se marca Fontes.
Su novia Rita le regaló un póster de su reciente oro sub-23. «Quien lo vea pensará que soy un narcisista», bromea, «pero a veces lo miro y, joder, todavía me emociona recordarlo, es que vaya momento; me ayuda a sacar adelante muchos entrenamientos, a demostrarme de qué soy capaz». Está convencido. Ignacio Fontes irá «a muerte» a por los Juegos. «Confío en mí mismo».
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