Ana Alonso se abre paso entre las mejores esquiadoras de montaña del momento
Esquí de montaña ·
Con 24 años, la granadina ha vuelto esta temporada tras serias lesiones y ya ha logrado un noveno puesto en la Copa del MundoAlejandro Molina
GRANADA
Jueves, 7 de marzo 2019, 20:27
Ana tiene una espina clavada, no pudo hacer esquí de montaña con su padre. Puede parecer algo superfluo pero es que él fue uno de ... los pioneros de ese deporte en Andalucía y un todo un referente en Sierra Nevada. Se llamaba Gerardo Alonso y un desafortunado accidente en Güéjar Sierra terminó con su vida repentinamente. Ana no pudo practicar este bello deporte con él, pero hoy pertenece al equipo nacional y se codea con las mejores del mundo. Hace dos años ya fue campeona de España Sub 23. Cuando estaba en su mejor momento, se rompió la tibia y el peroné. Siguió luchando y a punto de volver a la alta competición comenzó a tener problemas de corazón. No se rindió. Tras dos operaciones, volvió al entrenamiento y, otra vez, a la línea de salida. Ha vuelto por la puerta grande.
En enero se impuso en la primera prueba de la Copa de España disputada en Baqueira y unos días después logró un top diez en la Copa del Mundo celebrada en Fontblanca (Francia).
En los Campeonatos de España disputados el pasado fin de semana en Boi Taül no pudo rendir a su nivel por culpa de la gripe y un golpe en una costilla, pero ya ha dejado claro que no solo ha regresado con fuerza si no que está entre las mejores esquiadoras de montaña del mundo, y sólo tiene 24 años.
Cuando Ana habla del esquí de montaña se lamenta de no haber podido practicarlo junto a su padre, pero también tiene muy presentes a los que la acercaron a esta bella modalidad. «Jesús Espinosa, de Nevadensis, fue el que me introdujo en el esquí de montaña y me animó a correr las primeras carreras», comenta Ana, que antes de esa etapa ya se había dedicado durante años al esquí de fondo. Su vida siempre ha sido deporte y naturaleza. «Mis padres siempre nos llevaron a la montaña. Mi padre con tres años nos puso los esquís y antes de eso nos llevaba esquiando él, no concibo la vida sin el deporte», explica la corredora del equipo nacional. Así es como llegó al esquí de fondo, una disciplina en la que destacó mucho y que tuvo que abandonar por la falta de un proyecto sólido por parte de la Federación Andaluza de Deportes de Invierno.
«Mi compañera Yaiza Barajas y yo dejamos el fondo porque no había estructura deportiva. Éramos más jóvenes y no podíamos permitirnos económicamente seguir. Me hubiese gustado ir a unos juegos», se lamenta Ana.
No hay mal que por bien no venga, y Ana aterrizó en el esquí de montaña. Antes le dio tiempo a graduarse en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y hacerse técnico deportivo en esquí alpino. Ahora está estudiando para obtener el título de guía de montaña. No parece que Ana se vaya a ganar la vida trabajando ocho horas en una oficina. Y es que cuando habla de las cumbres de Sierra Nevada se le ilumina la cara. «Poder llegar con los esquís de travesía a zonas únicas y bajar esquiando es algo que no tiene precio», asegura la deportista.
Futuro deportivo
Sobre su futuro deportivo asegura que todavía tiene que mejorar mucho a nivel técnico. «La continuidad es importante y tenemos desventaja con respecto a deportistas de Centro Europa. En Sierra Nevada no tenemos tres metros de nieve polvo todos los días», explica la corredora, que asegura que no esperaba hacer un noveno puesto en Copa del Mundo el pasado mes de enero.
«Durante la carrera iba emocionada porque no sabía muy bien cuál era mi sitio. Entramos con un grupo de chicas muy juntas y fue bien. Pero no puedes relajarte, un día puedes estar delante y otro acabar la quince», recalca.
La prudencia es importante, pero habrá que estar atentos al rendimiento de esta luchadora. Se apellida Alonso y no se rinde fácilmente.
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