José Antonio Rueda se proclama campeón de Moto3
El piloto sevillano aprovecha su primera bola de campeonato para sentenciar el título de la categoría pequeña y lo celebra con victoria en el GP de Indonesia
Jesús Gutiérrez
Domingo, 5 de octubre 2025, 08:53
No hay mejor sensación que ganar ganando. Celebrar un campeonato desde el escalón más alto del podio, exactamente lo que hizo José Antonio Rueda en ... el circuito de Mandalika. El piloto sevillano afrontaba su primer match ball en el trazado indonesio sin depender de sí mismo, ya que todas las combinaciones que le daban el título pasaban por meter algún piloto entre él y su rival, Ángel Piqueras. Y su lugar en parrilla, undécimo, tampoco era la mejor ni reflejaba su posición real ya que era el piloto con mejor ritmo de carrera. Estaba por ver si podría aplicarlo en el día que se jugaba el campeonato y con los nervios a flor de piel.
La salida era la parte más crítica de toda la prueba y, más cuando el sevillano lo hacía en mitad del pelotón. Perdió algunas posiciones en ese arranque, pero una vez se estabilizó la carrera, el andaluz se situó en la parte trasera del grupo delantero, que comandaban por delante turnándose en la cabeza dos españoles, Adrián Fernández y Máximo Quiles. Aunque en clave campeonato, el piloto a seguir para Rueda era Piqueras, que se había situado entre las cinco primeras plazas. Quedaban veinte vueltas por delante, aunque no se completarían todas.
La primera vez que Rueda se situó por delante de Piqueras fue en la quinta vuelta, cuando el valenciano tuvo un toque y perdió varias posiciones. Desde ese momento, el sevillano siempre estuvo por delante de su rival, pero las matemáticas no le daban el campeonato hasta que en la novena vuelta se situó tercero. Y es que con el paso de la carrera Rueda fue siempre ganando posiciones y llegó a ponerse al frente del grupo por primera vez en el duodécimo giro. Teóricamente, todavía quedaban ocho para el final.
Un final accidentado
Las condiciones extremas en Indonesia, con 30 grados de temperatura ambiente pero más de 60 en el asfalto, convirtieron la carrera en un manual de resistencia para todos. Y pasado el ecuador, cuando la tensión por la victoria empezó a hacerse presente, comenzaron las caídas. A falta de seis vueltas, se produjo la primera por delante, una múltiple en la que se vieron afectados Furusato, David Almansa y el compañero de Rueda, Álvaro Carpe, que estaba haciendo la labor de escudero.
Esa caída rompió en dos el grupo de cabeza. Un trío delantero con Rueda, Muñoz y Fernández. Y otro por detrás con Quiles, Lunetta y Piqueras, con un hueco que era superior al segundo. Las ganas de recuperar de los de atrás los llevó a cometer sendos errores simultáneos y tanto a Quiles como a Piqueras les cayó una sanción de vuelta larga por exceder los límites de pista. Una penalización que retrasó varias posiciones al valenciano cuando la cumplió y que dejaba en bandeja el título a Rueda, que no tenía que fallar.
El sevillano tenía dos batallas, la del campeonato que tenía prácticamente asegurada, y la de la victoria, que debía luchar con dos pilotos muy peleones y con hambre de triunfo. Pero esa última batalla acabó antes de tiempo, y es que faltando tres vueltas para el final, Fernández y Muñoz tuvieron un toque que acabó con este último en el suelo, en una peligrosa caída que le mandó directo al centro médico. La carrera siguió con banderas amarillas, pero al haber quedado restos de la moto de Muñoz en la pista y atendiendo al piloto en la grava, Dirección de Carrera optó por mostrar la bandera roja, que ponía fin a la prueba a falta de dos vueltas.
El incidente se investigó inmediatamente y hubo sanción para Fernández, que había liderado la última vuelta válida de la carrera. Esto hacía que la victoria fuese para Rueda, que por entonces ya sabía que era campeón del mundo. Lo que no pudo es celebrarlo en la pista, donde le esperaba su padre Gustavo. Ese caos final, no impidió al piloto sevillano celebrarlo a lo grande en el podio, acompañado de los italiano Luca Lunetta y Guido Pini, que se encontraron un cajón inesperado.
José Antonio Rueda daba al motociclismo español su segundo título de 2025, tras el logrado por Marc Márquez en Japón y se convertía en el primer campeón del mundo de andaluz. «He soñado con este día muchísimas veces», comentaba entre lágrimas el nuevo Rey de Moto3, que se acordaba de toda su gente en la celebración, también de pilotos como Lorenzo y Márquez que le habían ayudado con sus consejos y de esa «Mentalidad mamba de Kobe Bryant», que se había aplicado desde el año pasado: «Al final, vengo de Los Chapatales, que incluso gente en Sevilla no sabe ni dónde está. Ahí sólo hay campo, cabras y tractores. Y hoy he cumplido ese deseo de ser campeón del mundo de Moto3».
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