Norris se lleva la pole en Singapur, pero Verstappen saca la cabeza

Para los españoles no fue un sábado sin protagonismo, ni mucho menos. Por un lado, Carlos Sainz se estrelló contra el muro de la última curva y provocó una bandera roja que quitó lustre al final de la clasificación. Por otro, Fernando Alonso aprovechó que a los Williams y, sobre todo, a los Ferrari, no les salió del todo bien la clasificación y el asturiano saldrá desde una más que decente séptima plaza.

La extrema igualdad entre todos hizo que a cinco minutos del final estuviera todo por decidir. Los 17 primeros estaban en un minuto de distancia, hasta que cayó la temperatura del todo y llegó la hora feliz. Los más alegres fueron los McLaren, con Norris por delante de Verstappen y de Oscar Piastri, que lo intentó pero se quedó corto. Ninguna sorpresa aquí. Si acaso, ver a los Ferrari tan lejos.

No entraba en los planes ver a Carlos Sainz entrando en la Q2 por los pelos en la última vuelta, ni mucho menos a Charles Leclerc asomándose justo en el 'top 10'. Más previsibles fueron los resultados de Aston Martin, tanto la clasificación relativamente cómoda de Fernando Alonso como la eliminación de Lance Stroll, del que nada se espera. Además del canadiense, cayeron Daniel Ricciardo, que mejoró a Lance Stroll pero no lo suficiente, Pierre Gasly y los previsibles Stake F1.

La mejoría de la pista se frenó ligeramente en cuanto llegó la segunda tanda. Las vueltas buenas se definieron más por la situación de las ruedas que por la evolución del asfalto. Así, muchos pilotos hicieron sus vueltas buenas al principio. Uno fue, por ejemplo, Alonso. El asturiano se veía abocado a quedar eliminado, pero los Williams no estuvieron donde se esperaba.

Tanto Alex Albon como Franco Colapinto se quedaron muy cerca, pero no lo suficiente como para cruzar el corte. Además de ellos, Sergio Pérez -llevaba varios grandes premios entrando en Q3 y volvió a las andadas en Singapur-, Kevin Magnussen y Esteban Ocon se quedaron sin pasar. Por su parte, Carlos Sainz no sufrió mucho para pasar, aunque más sorprendente fue ver a los Mercedes competitivos, tanto a Lewis Hamilton como a George Russell. Aún lejos de la parte alta, pero lo suficiente como para que se les deba tener en cuenta. De nuevo, la referencia fue Norris. Parecía claro quién iba a llevarse la gloria a la postre… pero Verstappen aún tenía algo que decir.

La tanda en la que se decidió la pole fue de solo un intento. La culpa la tuvo Sainz, que tuvo un fuerte accidente al dar gas justo después de aflojar para dejar pasar a un McLaren. Se quedaron frías las ruedas y, al intentar forzar, el madrileño de Ferrari acabó contra el muro.

Una vez reanudada la sesión, muchos pilotos tuvieron claro que tenían disponible un único disparo. El más rápido fue Lando Norris, que obligó a sus rivales a apretar hasta rozar el accidente. Forzado hasta el límite, Max Verstappen demostró que aún tiene mucho que ofrecer y se quedó muy cerca de su gran rival. El regreso del neerlandés a la primera fila es toda una declaración de intenciones. Por detrás, muchos pilotos sorprendieron. Por ejemplo, Alonso, se clasificó con un gran séptimo crono, magnificado por el fallo de Leclerc que le hizo perder la vuelta que había marcado.

La carrera de este domingo puede deparar cualquier resultado. Si por algo se ha señalado a Singapur en el calendario es por la casi imposibilidad de predecir el podio. Verstappen, que nunca ha ganado en Marina Bay, sabe que puede ganar; Norris, también… y no son los únicos.