Fernando Alonso recupera la ilusión con un quinto puesto en la parrilla

Fue una clasificación que comenzó con dos sustos serios por los fuertes accidentes de Yuki Tsunoda y Franco Colapinto, que acabaron contra los muros después de perder el control de su Red Bull y su Alpine, respectivamente. Las protecciones y los sistemas de seguridad pasivos implementados precisamente después de aquel fin de semana de infausto recuerdo en Imola en 1994 volvieron a funcionar.

Tsunoda se estrelló con violencia contra uno de los muros del trazado italiano, vuelta de campana incluida. Los segundos hasta que empezó a moverse tras el golpe se hicieron eternos, toda vez que el recuerdo de tragedias vividas aquí, con la infausta edición de 1994, en la que perdieron la vida Roland Ratzenberger y Ayrton Senna, en la memoria de todos, se agolparon. Mientras el japonés se levantaba, los comisarios se apresuraron a arreglar las protecciones. Todo quedó en un incidente sin consecuencias.

No fue, sin embargo, el único momento en el que hubo que contener el aliento. Colapinto, el 'redebutante' de esta carrera con Alpine, se fue contra el muro después de perder el control de su coche precisamente en la temida zona del Tamburello, donde en 1994 perdió la vida Senna. En este caso tampoco hubo que lamentar ningún daño personal, más allá del ego y autoestima del argentino, que tendrá que salir desde el final de la parrilla en su regreso. Estos incidentes beneficiaron a varios pilotos, entre los que se encontraba un Fernando Alonso cuyas novedades en Aston Martin aún tienen que pulirse.

Con algo de retraso con respecto a la hora prevista debido a los accidentes, se reanudó la sesión, esta vez bastante más calmada. Tanto fue así que incluso llegó a ser previsible hasta los instantes finales, porque de no ser por Carlos Sainz, los más rápidos hubieran sido los previsibles Piastri y Norris, que están en condiciones de afirmar que van a volver a ser los más rápidos este domingo también.

Más allá de ese anecdótico primer tiempo de Sainz con el Williams, en cuanto a los intereses españoles fue más noticiable que Alonso pasara con el sexto tiempo. Todo un alivio para el asturiano verse en la Q3, toda vez que aún queda por superar el muro de los puntos en lo que resta de fin de semana.

A la hora de la verdad, quien no falla es el líder. Otra vez, Norris se vio claudicar y ya no solo con un Piastri al que se le está poniendo cara de campeón del mundo a pasos agigantados, sino también por un Verstappen que está en condiciones de ponerle las cosas difíciles y un Russell que, como siempre, está donde nadie le espera aprovechándose de los fallos ajenos y maximizando su potencial.

Detrás del 'top 4', un invitado inesperado pero ansiado: Alonso. El asturiano parecía que iba a tener que conformarse con una escueta pero decente novena o décima plaza, pero en un trazado de manos y en buena medida gracias a esas novedades que sí parecen mejoras ha pasado del fondo de la parrilla a una posible gloria. Si no logra quitarse el cero este domingo, igual hay que empezar a pensar en 'meigas'.