Sainz se pone el traje de ídolo en Monza

El español ya había sido el mejor en dos de los tres libres del fin de semana, pero debía confirmarlo en el primero de los dos momentos críticos que quedaban, y lo hizo a lo grande. Sainz se ganó el aplauso unánime de la enfervorecida grada tifosi tras lograr su primera pole del año, cuarta en su carrera deportiva, después de una clasificación en la que fueron incluso señalados por estirar demasiado la normativa. Por su parte, en Aston Martin no hubo demasiado que celebrar, con Fernando Alonso cumpliendo el objetivo mínimo de salir entre los diez primeros y Lance Stroll cerrando la parrilla.

Desde el primer momento se vio que el juego de los rebufos iba a ser crítico, como siempre que se visita Monza. No es casual que la FIA estableciese un tiempo mínimo por vuelta, 1:41, para evitar que los equipos jugasen a este tipo de estrategias para beneficiar a sus pilotos. Todos lo tenían claro, salvo en Ferrari. Tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz pasaron el corte a la Q2 sin mayores dificultades, pero fallaron a la hora de dar su vuelta de preparación a sus giros buenos en el citado tiempo, lo que les granjeó una investigación tras la sesión.

Después del buen rendimiento de ambos, especialmente de Sainz con dos de los tres libres dominados, la preocupación cundió entre los aficionados italianos. Los límites de la pista también fueron elementos a tener en cuenta a la hora de establecer los tiempos de esa primera tanda. Varios pilotos vieron cómo sus cronos eran eliminados, incluidos pilotos de la talla de Verstappen o Alonso, por lo que tuvieron trabajo extra para apuntalar un buen tiempo y luego ir a por otro más decente. En parte se explica así lo ocurrido con Alpine, cuyos dos pilotos quedaron eliminados (Pierre Gasly viene de hacer un podio) junto a Zhou, Magnussen y el segundo Aston Martin, el de Lance Stroll.

El buen rendimiento de los coches rojos (y amarillos por su decoración especial para este fin de semana) quedó patente en la segunda tanda. Verstappen fue el más rápido, forzado a subirse prácticamente a todos los pianos (luego los sobrepasaría) para lograr el mejor crono de esa Q2 por apenas media décima que separó al neerlandés de Sainz, que pasó el corte tercero con su compañero justo delante.

Fernando Alonso sufrió sin embargo más de lo previsto. El asturiano supo sacar lo mejor de sí sin contar con el apoyo de su compañero para un rebufo que le hubiera hecho sufrir menos, ya que pasó el corte con el noveno crono. No fue el único en pasarlo mal. A Lewis Hamilton, por ejemplo, también le costó pasar a la tanda definitiva ya que no encontraba el agarre idóneo en los neumáticos medios que ahora son obligatorios para la Q2.

Sin embargo, poca sorpresa hubo entre los eliminados: Tsunoda, Lawson, Hulkenberg, Bottas y Sargeant. Todo quedaba en manos de Sainz, Leclerc y Verstappen para llevarse la pole.

Ante una grada de tifosi enloquecidos, Carlos Sainz demostró que puede ser el ídolo que ansían. El madrileño marcó el mejor tiempo en el primer intento de la Q3, dejando no solo a su compañero Leclerc detrás, sino también a Verstappen, que incluso saliéndose de pista en busca de una vuelta perfecta le endosó cuatro décimas a un cada vez más irrelevante Sergio Pérez.

Todo estaba en el aire para los segundos intentos, pero el crono de Sainz fue suficiente… por un suspiro. Verstappen mejoró su tiempo pero se quedó a solo 13 milésimas del que fuera su compañero en Toro Rosso, por lo que Sainz partirá este domingo desde la pole. La igualdad arriba, en un dato: solo 67 milésimas entre el primero y el tercero, que en este caso fue Leclerc.

Alonso tendrá que dar lo mejor de sí para llegar al podio, ya que no pasó del décimo crono. Al asturiano le costó mucho este sábado estar a la altura, y el AMR23 parece un paso por detrás de los grandes en este fin de semana.