Dinamarca repite como campeona del mundo

La igualdad presidió la primera mitad. La calidad danesa y Mikkel Hansen al mando de las operaciones chocaba con una Suecia más coral, que apostó por correr más que su rival. La defensas no daban tregua y las exclusiones fueron cayendo a uno y otro equipo. Las dos defensas plantaron sus sólidos 6:0 y cada gol costaba un mundo. Niklas Landin empezó a aparecer en portería y Palicka también comenzó a dejarse ver con buenas intervenciones.

Dinamarca llegó a irse de dos goles (8-6), pero Suecia aprovechó una inferioridad numérica de su adversario para volver a igualar la contienda. Los dos equipos pararon en esa primera mitad a la referencia rival, Hansen por lado danés y Gottfridsson por parte sueca. Nikolas Oris se convirtió en el brazo armado de la armada de Nikolaj Jacobsen con lanzamientos durísimos (cuatro goles antes del descanso).

Suecia llegó a tener una renta de dos tantos a cinco minutos del receso, pero las exclusiones permitieron que los daneses volviesen a igualar la contienda. Con empate a 13 se llegaba al descanso. La igualdad había presidido el choque hasta ese momento.

En la segunda parte, Dinamarca, para impedir con Oris el cambio largo y evitar problemas en el cambio defensivo, optó por jugar con tres diestros en la primera línea. Eso le quitó fluidez a su juego de continuidad, pero entonces apareció Jacob Holm, el lateral izquierdo del Fluchse Berlín. El joven primera línea endosó cuatro goles de forma consecutiva al combinado sueco y le permitió coger una renta que llegó a los tres goles (23-20, m. 47).

A partir de ahí, Dinamarca supo tirar de experiencia para hacer valer su renta. Además, el combinado sueco se encontró con un soberbio Niklas Landin, que realizó paradas de mucho mérito para ayudar a los suyos a mantener la ventaja en el electrónico.

Suecia tuvo un siete metros para colocarse a un solo tanto de su adversario, pero Niklas Landin volvió a hacer brillar su innegable calidad bajo palos. Y es que en el segundo tiempo, con diez intervenciones, el guardameta fue clave para que los pupilos de Nikolaj Jacobsen revalidasen su título mundial.

Suecia luchó hasta el final, pero se encontró con Landin y el mayor fondo de armario de los daneses. Dinamarca se convertía por méritos propios en el faraón del balonmano mundial.