Un granadino y un jienense ascienden al Mont Blanc para cumplir últimas voluntades
Jaime Molina y Miguel Sola ascenderán a lo alto de la montaña junto al cumplidor de retos deportivos y solidarios Álvaro Trigo
Álvaro Garrido
Jueves, 13 de julio 2023, 14:01
No todos los días se escala el Mount Blanc o se atraviesa el estrecho a nado. Y menos si es por una causa solidaria. Y ... ambos retos son lo que va a hacer el licenciado en marketing Álvaro Trigo, que junto con el economista granadino Jaime Molina y el médico jienense pero residente en Granada Miguel Sola, subirá al Mount Blanc y cubrirán la distancia más corta entre España y Marruecos para recaudar dinero para la asociación 38 Grados, cuyo objetivo es ayudar a cumplir las últimas voluntades de los enfermos terminales, para que puedan afrontar de la mejor manera posible sus últimos momentos. Se podrán hacer donaciones hasta la finalización de los retos, entrando en la página migranodearena.org.
Alvaro Trigo lleva cumpliendo retos solidarios desde que hace cinco años sobrevivió a un incendio en el que se quemó todo el cuerpo intentando apagar un fuego. A raíz de eso, tuvo que abandonar su sueño de ser bombero, pero lo sustituyó por el de cumplir distintos desafios y ayudar a asociaciones que se dedicasen a conseguir una estancia mejor de los enfermos en el hospital. Un granadino, Jaime Molina, y un granadino adoptivo, Miguel Sola, participarán en ambas expediciones tras conocerse en el Kilimanjaro.
La asociación sin ánimo de lucro El Poder del Chándal organiza todos los años una expedición a esta montaña keniana para ayudar al hospital dispensario de la localidad de Moshi, a los pies de la montaña, y para recabar información sobre el comportamiento del cuerpo en condiciones extremas. Allí se conocieron los tres, que desde ese momento se hicieron grandes amigos hasta el punto de unirse para afrontar esta nueva experiencia. Tal y como explica Álvaro «estar diez días sin móvil hace que descubras mucho más a las personas. Ahí descubrimos que teníamos las mismas inquietudes». Esta asociación, además, construye gimnasios en centros de niños que requieren transplantes.
La primera aventura que afrontarán juntos ya ha comenzado. En estos momentos se encuentran escalando al Mount Blanc, una sierra de 4.808 metros de elevación, la cual pretenden subirla sin prácticamente aclimatación. La expedición, que ya ha comenzado, durará, si todo va bien, cuatro días. Este pico es el más alto de toda Europa Occidental, y si bien es el monte más escalado del continente, también cuenta con una de las tasas de mortalidad más altas, por lo que es un verdadero reto teniendo en cuenta que buscan hacerlo con una aclimatación de apenas dos días.
El mítico escalador Ed Visteurs decía que «la cima es la mitad del camino». Y este caso es así literalmente. Dos semanas después de la escalada, llegará la segunda parte de este reto. Trigo cruzará los 14 kilómetros del estrecho de Gibraltar a nado, y sus compañeros Jaime y Miguel lo acompañarán en kayak. Aunque inicialmente este grupo de amigos planeaba únicamente escalar el pico italo-francés, el deportista recibió la llamada de que por fin le dejaban realizar este reto. «Llevaba en la lista de espera desde 2019, así que cuando me llamaron nos liamos la manta a la cabeza y nos lanzamos también a esta aventura».
Todo el verano de Miguel, Jaime y Álvaro va destinado a conseguir financiación para la Fundación 38 Grados. Esta organización sin ánimo de lucro busca conseguir que aquellas personas que se encuentran en los momentos finales de su vida o en cuidados paliativos, tenga la oportunidad de cumplir sus últimos deseos, y de esta manera hacer más llevaderos esos últimos días.
Jaime Molina y Miguel Sola son los dos acompañantes de Álvaro en esta aventura. Jaime trabaja en el sector financiero, y tras haber sido judoka durante toda su adolescencia, desde la universidad ha ido buscando retos para continuar con su inquietud por el deporte. «Este es el mayor reto al que me he enfrentado nunca, y que mejor que hacerlo con dos maravillosas personas», anuncia orgulloso el granadino. Molina siempre había colaborado con diversas oenegés, pero no ha sido hasta juntarse con Álvaro Trigo que no ha sentido una inquietud así por colaborar. «Mi madre siempre decía que hay que mirar para atrás porque siempre va a haber gente que va a estar peor que tú, y eso es siempre en lo que pienso con estas acciones».
Miguel, jienense de nacimiento, es uno de los tantos que acudió a vivir a Granada al entrar en la facultad y a día de hoy se considera granadino de adopción. Él, por su experiencia como médico y por su pasado ayudando en cooperación internacional, acudió al Kilimanjaro y se junto el equipo. «Estos viajes te cambian tu visión de ver las cosas, pierden esa forma 'occidental' de pensar». Amante de los deportes de agua y de la escalada, esta experiencia le viene al pelo para conseguir el objetivo recaudatorio que se ha marcado Álvaro. «Nosotros siempre estamos viajando para poder encontrarnos y ahora, nos veremos en el Mount Blanc».
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