Así encaraba David Valero los JJ.OO: «Necesitaré el día perfecto para la medalla pero no es imposible»

–¿Qué balance hace de la temporada y 2021?

–El año ha sido muy bueno, he obtenido mucha regularidad en las pruebas en las que he corrido, estoy bastante satisfecho con el rendimiento que he tenido y los resultados; todo se enfocó de cara al reto de la cita olímpica y pendiente de que hubiera un estado de forma favorable para ese momento, el llegar a tope, al cien por cien a Tokio.

–¿Supongo que se quiere sacar la espina de Río, noveno allí y así mejorar el papel en sus segundos Juegos?

–Sí, así es porque entonces me quedó un sabor agridulce, aquello de quedarme en las puertas del éxito no me hizo mucha gracia, estuve muy cerca del diploma y por eso me dolía y produjo cierta insatisfacción, hay que tener en cuenta que es muy difícil el triunfo porque son solo ocho los ciclistas elegidos, es un gran reto, complicado, pero me siento con muchas fuerzas para pelear y luchar, no solo por el diploma, sino también por el podio y las medallas.

–¿El objetivo está en el podio, medalla o diploma?

–Está claro que me centro en las preseas, aunque un diploma olímpico también sería muy interesante para mi trayectoria y palmarés. La veteranía se nota, son mis segundos Juegos como dice, iré con la experiencia de saber lo que me encuentro, esto me ayudará a controlar mejor la presión, los nervios y la responsabilidad. El objetivo es la medalla pero sabemos de la dificultad, que ese día tiene que salir todo perfecto, que sea una carrera redonda, para conseguir el metal, pero también pienso que no se trata de una misión imposible.

–Le acompañará Jofré Cullell, energía y juventud en el equipo español, ¿no?

–Es lo más correcto que esté quien llega en mejor forma, hubo varios corredores con opciones, yo tendré más responsabilidad pero creo que estamos ahí para ayudarnos, yo puedo darles a ellos el punto de tranquilidad.

–Pablo Rodríguez es su amigo, ¿le hubiera gustado ir con él a Tokio mejor de compañero?

–Con Pablo me llevo muy bien, somos amigos y hay sintonía, hemos afrontado juntos gran parte de mi carrera deportiva, nos sentimos cómodos, para mí es una lástima que no acuda a Tokio, pero esto se decidió en mayo; veo justo y adecuado que vaya quien se encuentra en mejores condiciones. En mi caso, es lo mismo, no se trata de acudir de forma renqueante, ir a participar para estar a la defensiva, si yo no hubiera estado en una buena forma tampoco habría ido.

–Mikel Zabala confía plenamente en usted por su experiencia, ¿aumenta la responsabilidad?

–Sí, contamos con todo el apoyo de Mikel, como seleccionador nos arropa, aporta todos sus conocimientos como exciclista, sabe de todo en la materia, significa una gran ayuda para nosotros, tanto en lo deportivo como en lo personal. Nadie tenía la plaza olímpica asegurada, dependía de los resultados y de ese momento de forma. Lo afronto esta vez sin tanta presión, con confianza en mis posibilidades.

–¿Con Rocío García se lleva de lujo por lo que tengo entendido?

–Es una chica excepcional, progresa a pasos agigantados, ha estado entre las quince mejores del mundo en todas las pruebas en las que ha participado, creo que también le doy ese punto de serenidad necesario, puedo servirle de guía, es muy positivo que eso se pueda transmitir a los debutantes, a los más jóvenes que empiezan, a mi me ocurrió lo mismo con José Antonio Hermida, Carlos Coloma o Sergio Mantecón, el que tengas una referencia y ella te temple los nervios, te respalde y ganes en confianza es muy positivo en estos casos.

–¿Cuáles son los principales rivales en la carrera?

–Cualquier corredor puede ser aspirante si tiene un día inspirado, de los 30 que habrá en la salida, no es que sean favoritos todos o tengan opciones, eso pasa en el Mundial, que los 30 son 'top', aquí en los Juegos te topas con quince o veinte que son del máximo nivel.

–Mójese con nombres.

–Adversarios conocidos y habituales como Nino Schurter, Henrique Avancini, Tom Pidcock o el ganador de etapa en el Tour de Francia Mathieu van der Poel. Y también Craig Kolesky, que ha sido tres veces medallistas, pero luego siempre suele haber sorpresas y aparecer delante y en el podio algún ciclista con el que se contaba menos.

–Veo que... la lista es amplia y dificulta más que haya éxito.

–Así es, puede ocurrir cualquier cosa por muy preparado que estés o por buen día que tengas.

–¿Se siente en forma o hubiera querido llegar mejor?

–Me encuentro bastante bien, me han respetado las lesiones, estoy muy contento por ello, he podido entrenar y competir bien, fijando las metas y cumpliendo lo previsto, la aproximación a la Olimpiada ha sido bueno, la que deseaba.

–¿La pandemia hace que todo sea especial o no?

–En nuestro caso el calendario de competición se ha desarrollado con normalidad, con ciertas restricciones, las medidas preventivas sanitarias y demás, pero no se han suspendido carreras, se han celebrado las pruebas que había programadas y esto ayuda.

–Se lo juega a una carta, en poco más de una hora todo el esfuerzo de cuatro años, cinco con la covid... ¿es justo?

–Así es, sí, en cuestión de hora y media dependes de lo que pueda ocurrir, del día de inspiración, de contratiempos, todo se reduce también a la suerte, a una caída, a que haya problemas mecánicos, a veces no está el podio y las medallas en tus manos y piernas por esto. Justo o no es lo que hay y se afronta.

–Eso, lesiones, caída, pinchazos, imprevistos... una vez chocó con un árbol, ¿es una lotería el éxito o el fracaso?

–Tienes que aceptarlo, yo una vez choqué contra un árbol como dice y tuve que continuar, pude acabar, aunque perdiera tiempo. La fortuna influye sin duda, pero también el acierto que tengas.

–¿La Copa del Mundo, va a por ella o pasa a segundo plano por la cita olímpica?

–Los Juegos Olímpicos es lo más importante en esta temporada, pero lo uno no quita lo otro, en la Copa del Mundo también estamos centrados, todo el equipo BH, se me han dado bien las dos últimas pruebas y, aunque sirvieran de preparación para la puesta a punto de Tokio, también buscamos resultados y rendimientos en esta competición.

–¿Qué citas le esperan?

–Ya, al final del verano, llegarán las dos últimas pruebas, en Suiza y Estados Unidos, aunque me centre en la cita olímpica también quiero estar arriba en la clasificación general y luchar por el título si es posible.

–¿Y qué conclusión obtuvo de las últimas pruebas justo antes del viaje a Japón?

–Muy positiva, con las sensaciones que yo deseaba.