Tres años de suspensión para los jugadores que agredieron a dos árbitros de fútbol sala en Guadalajara

Los hechos ocurrieron cuando ambos árbitros salían del Pabellón Polideportivo «Villa de Torija». Al parecer, varios jugadores del club local se dirigieron al equipo arbitral al que amenazaron de muerte e insultaron con calificativos racistas. También les propinaron patadas y puñetazos y a uno de ellos le destrozaron el teléfono móvil.

Además, otros dos futbolistas, entre ellos el alcalde de Torija, Álvaro Murillo, del PP, han sido sancionados quince partidos de suspensión «por amenazar, coaccionar, empujar y realizar actos vejatorios». En concreto, a Murillo se le sanciona de forma grave «porque estaba en la grada sancionado y bajó de la misma para protagonizar los hechos recogidos en el acta y porque mostró pasividad cuando los árbitros fueron agredidos y pidieron que se llamara a las fuerzas de seguridad».

A otros cinco jugadores se les impone como sanción la inhabilitación durante tres temporadas para jugar al fútbol sala y también el equipo local es castigado: no podrá utilizar el pabellón polideportivo del pueblo durante una temporada en ninguna de sus categorías. El Juez Único de Fútbol Sala de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha considera que el comportamiento de los jugadores de este club y de sus aficionados fue «muy grave» y tiene en cuenta que los dos árbitros tuvieron que ser atendidos en un centro de salud. Además, uno de ellos se encuentra «pendiente de una intervención quirúrgica, lo que hace prever una situación de baja médica de larga duración».