Los verdes hacen historia en la Copa
El Atlético Mancha Real eliminó al Granada CF con un tanto de José Enrique y ahora se medirá a uno de los grandes
JOSÉ ANTONIO GUTIÉRREZ
JAÉN
Viernes, 17 de diciembre 2021, 01:45
Honor y gloria para un bloque de gladiadores verdes que se mostró ante el Granada CF como un equipo sin fisuras en el sentido del ... deber. La entrega como parte fundamental del espectáculo, con 3.000 aficionados volcados en la causa. El Atlético Mancha Real dejó en la cuneta a un Granada CF repleto de jugadores con nombres ilustres, pero al que le faltó la convicción que tuvo su rival. Los verdes se medirán ahora a uno de los grandes del fútbol nacional. Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid o Athlétic de Bilbao rendirán visita al bloque dirigido por Pedro Bolaños. Hoy viernes es el sorteo y el Mancha Real será el único bloque de Segunda RFEF en el bombo.
El Atlético Mancha Real compró toda la fe y la convicción existentes en el mercado. Y cuando esto no fue suficiente se encomendó a la magia en sus guantes del meta Lopito, al que hay que ir buscando un lugar para el monumento que se debe erigir en la localidad jienense.
El preámbulo ya avisó a modo de previa, porque el partido arrancó con una doble parada de Lopito, la segunda de mucho mérito. Eso, para abrir boca.
Tras un inicio convulso, el choque bajó sus revoluciones. Se igualó, con incursiones en ambas áreas pero sin llegar a inquietar a sus arqueros. Los verdes estaban domesticando a un Granada que no se encontraba nada cómodo en este escenario.
Al cuarto de hora, un mariscal de campo, curtido en mil batallas como es Óscar Quesada, ya había destilado por sus botas, en la parcela ancha del terreno de juego, gotas del fútbol de calidad que atesora. Estuvo generoso en el esfuerzo defensivo, con una visión privilegiada a la hora de posicionarse para recuperar balones y una calidad técnica que no le abandona pese a su edad (a punto de cumplir 44 años).
La primera gran ocasión la firmó Monchu en el minuto 19 con un disparo directo de falta que dibujó una parábola diabólica de arriba abajo para acabar siendo repelido por la madera del travesaño.
Pero fue el Atlético Mancha Real el que golpeó primero. Minuto 21 y el 'killer' José Enrique sorprendió al meta Aroón rematando al primer palo un medido centro raso desde la banda derecha.
Los verdes estaban logrando su primer objetivo, convertir al Granada CFen un bloque deshilachado a quien el Atlético Mancha Real descosió sus costuras con una perfecta lectura del partido en muchas fases del duelo. Urko la mandó a las manos de Aroón dentro del área. La fe también tiene su influencia en este deporte.
El gol es una llave que abre una puerta colosal y, en este caso, sirvió para reforzar la convicción de los locales y generar un mar de dudas en el bloque nazarí.
Al Granada CF la eliminatoria se le estaba poniendo cuesta arriba. Le costaba mostrar el enorme fútbol que sus peloteros con clase atesoran en sus botas. Desde el gol anduvo a la deriva. Sin rumbo y a merced de un Mancha Real que se estaba gustando.
El formato de esta competición, en casa del conjunto más débil y a un solo partido, ha revitalizado el interés y la capacidad de sorpresas de la Copa. Permite retratar a bloques de superior categoría.
El Granada CF mejoró sus prestaciones ofensivas y dejó varias tarjetas de visita en el área local. Pero los verdes fueron un muro infranqueable con la eliminatoria encarando la recta final del primer round. La posesión, 45%-55%, un dato significativo de lo que estaba ocurriendo en La Juventud.
Este deporte tiene una parte ajedrecística que engancha. Ambos equipos apostaron, de inicio, por un rígido corsé táctico que, para romperlo, necesitaba de la aparición de la justa dosis de depurada técnica individual con la que componer una sinfonía coral que suene a música celestial en los oídos de los aficionados. Yahí es donde más falló el Granada CF. Cuando no hay brillantez ni ocasiones toca salvar lo que se pueda. El bloque visitante lo intentó con poca fe.
En el Granada volvía Darwin, descansó Neva y no llegaron a tiempo Domingos ni Víctor Díaz. En las filas locales, Bolaños no pudo contar con Juanca ni Rafa Navarro por lesión. Robert Moreno dibujó un esquema táctico con tres centrales y dos carrileros en un bloque nazarí con mezcla de jugadores del filial y peloteros consagrados como el colombiano Bacca.
Segundo round
En el segundo tiempo movió sus piezas tras la reanudación buscando la reacción de los suyos. Entraron Darwin Machís, Luis Milla y Luis Suárez en sustitución de Isma Ruiz, Monchu YAbram.
Los visitantes incrementaron su dominio pero el Mancha Real creó peligro con contras eléctricas. Yen una de ellas la afición local reclamó una caída en el área de Urko Arroyo.
Cumplido el minuto 60, Lopito presentaba su candidatura para contar con una estatua en Mancha Real. Luis Suárez no se creía la mano que sacó el meta jienense. Y en la siguiente acción, en un testarazo tras saque de esquina, a escasa distancia de Germán.
Como el Granada no daba con la tecla para resquebrajar el entramado defensivo organizado por Pedro Bolaños, Robert Moreno apostó por poner más pólvora arriba. Jorge Molina, 39 años, y que no se cansa de meter goles tras militar en equipos como el Real Betis o Getafe.
Al partido entró también otro hombre gol como Migue Montes, con pasado en el Granada CF en el curso 2008-2009. El acoso y derribo visitante encontraba la respuesta de un Atlético Mancha Real que tenía la intención de dormir el duelo, que se jugara lo menos posible e intentar buscar su opción en alguna acción aislada.
Porque en 90 minutos se puede pasar de la esperanza en un futuro mucho más esperanzador a la desazón y la amenaza de catástrofe, para regresar al optimismo moderado. La única certidumbre está en el trabajo, una ilusión a la que aferrarse como superpoder para cambiar las cosas. Y lograr gestas históricas. Los verdes estaban escribiendo una página maravillosa en el minuto 79 (1-0). Además, Migue Montes habilitó a Pedro Corral que, solo ante el meta rival, golpeó mal y envió el esférico desviado. Pudo ser la sentencia para firmar el pase a la siguiente ronda. Pero no hizo falta.
El Granada se mostró como un bloque demasiado frágil, con un espíritu delicado. Un conjunto de cristal. Un planteamiento que se resquebrajaba y desmoronaba con solo acariciarlo con una pluma ante el buen desempeño de los verdes.
«¡Sí se puede!»
Los pupilos dirigidos por Pedro Bolaños se mostraban enérgicos y homogéneos equilibrando la supuesta superioridad técnica individual de su rival. El fútbol, ausente, diluido entre el generoso esfuerzo físico con el que los verdes regaron La Juventud.
El tiempo pasaba y la afición local se desgañitaba tirando del «¡Sí se puede!».
El colegiado añadió seis minutos que se iban a hacer eternos. Los corazones verdes se pusieron a prueba en el único despiste a la hora de defender. En un saque de falta Bacca se quedó solo en la frontal del área, libre de marca, pero su disparo no encontró la jaula. Hubo también un lanzamiento de falta directa que Lopito despejó de puños y un envío en largo que no encontró a su destinatario y que se celebró en las filas locales como si fuera un gol propio.
Ambas escuadras se habían medido en seis ocasiones, todas ellas en Tercera división. Con bagaje favorable para los verdes, dos victorias jienenses, cuatro empates y un triunfo rojiblanco. Y ahora también en Copa del Rey.
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