Cinco equipos que explican la deriva del fútbol en la provincia

El Motril CF vivió un precioso periplo de seis temporadas en Segunda B desde la 1997/98 hasta la 2002/03 en la que se regresó a Tercera y por el camino soñó con el ascenso a la categoría de plata, en una fase de ascenso frustrada ante el Getafe en junio de 2002, justo antes de su caída hasta desaparecer diez años después por sus deudas, luego refundado como CF Motril. Vivió todos aquellos años Juan Tello, utillero del club en distintas etapas y todavía a día de hoy. «Las temporadas en Segunda B fueron las mejores de nuestra historia, había un ambiente increíble, como mínimo 3.000 personas en cada partido. Luego se fue decayendo por la economía y la falta de ayudas, hubo demasiados cambios. Tuvimos el ascenso a Segunda en nuestra mano contra el Getafe, pero no pudo ser», recuerda Tello, quien entonces llevaba la ambulancia de Protección Civil.

Tampoco olvida la liguilla de ascenso a Segunda B ante La Nucía, en 2009, con Diego Martínez todavía en el banquillo. «Fueron unos partidos de infarto en los que no hubo suerte. Había un gran vestuario y buenos jugadores, pero no pudo ser. Fue una lástima», se resigna. En 2012 el club alcanzó la ruina: «Viví la desaparición ya como aficionado y con mucha tristeza. Me dolió, fue muy duro».

Todo es más optimista desde su refundación como CF Motril y el ascenso de la mano del técnico José Manuel García. Ahora, en Tercera, es uno de los equipos que con más fuerza aporrea el portón del ascenso. «Su labor y la de los directivos, con el presidente Manuel García Albarral a la cabeza, ha sido grandísima. Cualquiera no coge a un equipo de la nada y lo lleva hasta Tercera y a las puertas de una liguilla de ascenso. La aspiración es subir, y aunque es muy difícil, hay equipo y sobre todo muchas ganas», asegura Juan Tello, todavía utillero del club.

Presume con orgullo Manolo Écija, vicepresidente y director deportivo del Loja CD, que el suyo es «de los pocos clubes que vivieron aquellos momentos dulces, con el ascenso a Segunda B básicamente, y no ha desaparecido o terminado en el ostracismo de la Primera o la Segunda Andaluza». «Intentamos hacer las cosas bien. Aquella temporada en Segunda B no salió en lo deportivo pero tratamos de sobreponernos económicamente y que no nos llevara la corriente, dando la cara aunque fuera en Tercera», se reafirma un directivo que si tiene que echar una mano recogiendo las entradas en la taquilla, lo hace.

Recuerda al dedillo aquella temporada 2011/12 en la que el Loja fue campeón del grupo IX de Tercera y ascendió a Segunda B tras imponerse al Valladolid B. «Apostamos por mantener el bloque y el trabajo de Fernando Estévez como entrenador y motivador y logró que nuestro objetivo fuera ser campeones pese a que el Estepona nos llevaba 16 puntos en diciembre. Hicimos una segunda vuelta espectacular, con la seguridad de que se ganarían todos los partidos aunque se adelantase el rival», rememora Manolo Écija. «Será difícil que se vuelva a ver el Medina Lauxa como ante el Valladolid B. En la ida viajamos hasta tres autobuses desde Loja, era uno de los rivales más temibles. Perdimos 2-1 pero manteníamos la sensación de que íbamos a remontar. Pusimos gradas supletorias, se vendieron 2.500 entradas cuando la capacidad es de 1.200 y se quedó gente sin entrar. Nos salió el partido de nuestras vidas y ganamos 3-0», describe.

«Fuimos el único equipo de Granada en Segunda B y desde entonces no ha habido ningún otro además del filial del Granada CF. Fue muy difícil, llegaron los peores años de la crisis y fuimos el único equipo de Segunda B sin dinero público y el de menor presupuesto. Mantuvimos la plantilla con muchos jugadores de la provincia. El recuerdo es impagable, nunca volvimos a disfrutar tanto del fútbol», admite Manolo Écija, quien cree que «lo primero debería ser siempre apoyar al equipo de tu pueblo para que sobreviva» y echa la caña a los Lori Meyers para hacerlos «socios de honor».

Los accitanos jamás olvidarán la fecha del 3 de enero de 2001. El Guadix CF eliminó al Valencia de Héctor Cúper de la Copa del Rey en un épico partido que se resolvió en la tanda de penaltis tras el empate 4-4 al final de los noventa minutos, bajo un enorme frío. El preparador físico entonces era Pedro Muro, ahora entrenador y seleccionador andaluz y años atrás futbolista del equipo de su tierra. «Aquella noche fue histórica dentro de una etapa muy buena, fue la experiencia más emocionante que he vivido junto a los ascensos a Segunda B y hasta a Tercera cuando había más nivel. Cuando jugamos contra el Valencia recuerdo cómo venían los medios de comunicación a conocer Guadix. Estuvo toda la comarca presente. Fue muy especial, inolvidable. Parte de nuestra historia», se recrea.

El club cedería para la temporada 2004/05 su plaza en Tercera al Granada Atlético y empezaría de cero en Primera Andaluza como Guadix CD, hasta recuperar su denominación en la 2008/09. Volvió a Tercera en 2014 y el curso pasado cayó a División de Honor tras salvarse una primera vez por el aumento del número de equipos. «Se perdió el arraigo y aunque se está trabajando no se termina de apostar por lo local, y es un error. Todos somos culpables de no apoyar al fútbol modesto», critica Pedro Muro. «Viví las vacas flacas y las gordas y ahora al menos hay ayudas federativas. El gran problema es que en el fútbol hay gente con muy buena voluntad pero poco rigor científico, y a menudo no se administran bien los recursos», analiza Pedro Muro.

Antonio Ruiz 'Maquiles' condujo al Arenas de Armilla hasta Segunda B en 2004, el gran hito histórico del club. «Entrenaba al juvenil y conocía perfectamente al equipo. Reemplacé a Gerardo Castillo cuando acabó su equipo y aunque se apostó por un perfil más bajo, a modo de transición, se perfiló un equipo para no pasar apuros y poco a poco fueron saliendo las cosas. No nos lo creímos hasta que no lo conseguimos», confiesa hoy el entrenador. «Fuimos un equipo muy compacto, aunque destacaron los 33 goles de David Hernández. Fuimos el único equipo granadino en Segunda B pero me fui para hacer tándem con Gerardo en el Granada», recuerda Maquiles.

«Aquella fue la época dorada del Arenas. Se volvió a Tercera aquel año y luego se jugó una fase de ascenso con Óscar Cano. Pasó penurias como todos, aunque algunos como el Loja sí hicieron muy bien los deberes», refleja. «Yo creo que el fútbol provincial ha dado un paso atrás porque hay partidos a todas horas en televisión. Todos los equipos del cinturón metropolitano han perdido mucho apoyo social. Se ha vuelto todo mucho más frío», observa.

Baza disfrutó del fútbol de bronce durante tres temporadas desde 2005 a 2008 en el mejor periplo futbolístico de su historia, previo a la desaparición en 2016 y el relevo del actual Ciudad de Baza. Lo ha visto todo como delegado de campo Enrique López, 18 años a sus espaldas en la misma posición. «La del ascenso a Segunda B con José Miguel Campos fue la temporada más bonita que recuerdo, hubo muy buen fútbol. Nunca volví a ver un vestuario como ese, iban todos a una», subraya López.

«Tras el descenso se hizo un equipo para volver a Tercera y no funcionó, se generó una deuda y tras una acumulación de desdichas empezaron todos los problemas», recuerda el delegado, ahora en el Ciudad de Baza, recién ascendido a Primera Andaluza. «Podemos dar la sorpresa, se está haciendo lo que se tendría que haber hecho hace mucho tiempo», apunta el delegado Enrique López.