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Varane celebra su gol ante Uruguay. Frack Fife (Afp)
Varane se libera cuatro años después

Varane se libera cuatro años después

Ganador de cuatro Champions, aún 'pagaba' un fallo de marcaje ante Alemania en Brasil, pero su gol a Uruguay ha borrado toda duda sobre él

Rodrigo Errasti Mendiguren

Enviado especial a Moscú

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Lunes, 9 de julio 2018, 16:22

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Raphael Varane es el ganador de cuatro Champions más joven de la historia: 25 años y cuatro 'orejonas' siendo titular en las finales. «Esperamos ser campeones del mundo. Queremos enorgullecer a los franceses. Sí lo pensamos y creemos que hay opciones (de ganar el Mundial) pero debemos pensar en Bélgica. Paso a paso. No hay favoritos. Tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos», dice convencido. Es ya un veterano pese a su enorme juventud. Ya no es el chico que se arrugaba ante los medios, aquel que colgó el teléfono a Zidane cuando estando en el Lens (tras una decena de partidos en la Ligue 1 y con sólo 17 años) le propuso firmar con el Real Madrid porque estaba estudiando para la selectividad en una mezcla de vergüenza e incredulidad. Ahora se le ve casi relajado e incluso bromea. «He cambiado un poco todo, he mejorado en muchos aspectos. Tengo mucha más experiencia y cada temporada intento mejorar. Soy más completo, siempre intento hacerlo mejor y aprender de mis compañeros y de lo que veo cada día, de cada partido y de los errores», explica.

Ese carácter que tiene a su edad le ha permitido, creen sus compañeros, llegar tan alto de manera tan precoz. «Soy como soy, no hablo mucho pero cuando las cosas se ponen difíciles intento ser un faro, una persona con la que el grupo puede contar. Cada año aprendo más y tengo más experiencia. Estamos acostumbrados a la exigencia del máximo nivel. Gané bastante en regularidad este año. Hice una temporada completa en un equipo donde todos tienen sus cualidades y defectos. Hace siete años que estoy en el Real Madrid (230 partidos) y este año respondí en los momentos importantes, intentando ser lo más regular posible. Intento ser fiable y apoyar a los demás. Saben que voy a dar la cara siempre, intento ser positivo», dice tras llegar a ser capitán de la selección francesa por ausencia de Lloris ya que es de los 'veteranos' que sufrieron la eliminación de 2014 con Griezmann, Giroud y Pogba .

Pero, pese a que en Madrid ya es un referente, en Francia seguía estando en el ojo del huracán por una acción del pasado Mundial, cuando un fallo de marcaje en los cuartos de final en Brasil 2014 supuso el único gol del partido (anotado por Matts Hummels) para Alemania, posterior campeona del mundo. «El fútbol siempre te da revancha», decía sin querer sacar mucho pecho. Quizá le faltaba algo con Francia para consagrarse con su selección y sacarse la espina de lo sucedido en aquel torneo, cuando solo tenía 21 años y peleaba por robar el sitio a Pepe, como había sucedido semanas antes en la final de Lisboa.

Y sucedió. Tras año y medio sin meter un gol con su equipo y tres años sin marcar con Francia, Varane consiguió un tanto «en un momento clave y llegó en los cuartos de final». Su cabezazo ante Uruguay en Nizhny Novgorod fue un alivio para el central, que estos años ha aguantado esos reproches con una sonrisa y ninguna palabra más alta que otra. «Aquel error es parte de mi carrera y ahora es un momento feliz. Hemos venido a por la copa», dijo antes destacar que Griezmann se la había puesto «perfecta» para adelantarse a Cristhian Stuani y superar a Fernando Muslera. Su tercer gol con los 'bleus', pero el más importante: un billete para las semifinales. «En estos cuatros años Raphael ha adquirido más experiencia y madurez», dice un Didier Deschamps, que siempre ha mantenido una fe ciega en el madridista.

Varane se ha acostumbrado a vivir con las dudas a su alrededor. En Francia le perseguía ese despiste; en su club, al que llegó en 2011 y con el que tiene contrato hasta 2022, las molestias físicas a veces le han obligado a parar. «Mi rodilla, llevo hablando de ella muchos años, ahora está bien. Pero ha sido una lesión que me impidió trabajar bien para volver. Pero ahora tengo mi equilibrio, me conozco y sé qué debo hacer para estar mejor. Ahora sé controlarme, entrenarme y sentirme bien. Sé cómo soy, mido más de 1,90 y tengo buena velocidad, eso me exige un trabajo específico para sentirme bien. Espero seguir así, en mi juego el físico es importante, necesito estar al 100% para rendir», reconoce.

Todo ahora ya es pasado: el fallo de Brasil y las molestias físicas. En su país confían en que pueda parar a Romelu Lukaku, una de las principales amenazas belgas. «Es un problema para cualquier defensa. Es poderoso y se le debe dar poco espacio porque los aprovecha todos», cree un Varane que, con 25 años, es de esos jóvenes 'ganadores' emigrantes que hacen soñar a Francia con un segundo título, dos décadas después de la primera estrella mundialista.

Podría hacer doblete

Además, en el caso de Varane opta a redondear un palmarés envidiable si conquista el Mundial este domingo. Es más, si Francia gana el Mundial de Rusia el central pasaría a formar parte de un club selecto, el de futbolistas que han conseguido ganar la 'orejona' y la Copa del Mundo en el mismo año, en el que hasta ahora sólo hay diez futbolistas en la historia: siete alemanes del Bayern de Múnich (Sepp Maier, Paul Breitner, Hans-Georg Schwarzenbeck, Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Uli Hoeness y Jupp Kapellmann en 1974), y tres madridistas: un francés (Christian Karembeu en 1998), un brasileño (Roberto Carlos, en 2002) y otro alemán (Sami Khedira, en 2014). Los croatas Luka Modric y Mateo Kovacic también optan, como su compañero Varane, a entrar en ese club.

Ello podría generar incluso una candidatura al Balón de Oro, algo en lo que Varane confiesa «no» piensa ahora mismo. «El Balón de Oro no está en mi mente, pero si lo ganara un francés sería muy feliz», indicó.... dejando la puerta abierta a que pudiera serlo Antoine Griezmann, uno de los favoritos y el asistente de ese gol a Uruguay con los que se quitó la espina de lo vivido en Brasil.

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