¿Las individualidades o el equipo?

En Rusia hay jugadores que se enfrentan a su última oportunidad para reinar en un Mundial. Curiosamente, a los dos más laureados de la última década les faltan acompañantes. A Messi y Cristiano será difícil que les podamos ver en su mejor versión dentro de cuatro años, si es que siguen en activo, y sus selecciones necesitan lo mejor de ellos para poder aspirar al Mundial, ya que como bloque ofrecen muchas dudas.

Por otro lado, sí hay jugadores que están mucho más arropados en su selecciones. Neymar, Coutinho, Gabriel Jesús (Brasil); Griezmann, Mbappé, Pogba (Francia); Hazard, De Bruyne, Lukaku (Bélgica); Kroos, Ozil, Müller (Alemanía); Iniesta, Silva, Isco (España)... El peso y la responsabilidad del juego se reparten y tienen más alternativas.

Con todo esto no es fácil señalar un favorito único, aunque, en principio, Brasil, Alemania, España y Francia parten por encima del resto. Creo que Brasil es la selección más potente. Es cierto que Neymar ha estado varios meses parado por una lesión, pero quizá eso le haya venido bien para llegar con las piernas frescas. Brasil y Neymar son a mi juicio los que parten con una ligera ventaja respecto al resto. Un centro del campo muy potente con Casemiro, Paulinho y Fernandinho, y un ataque con mucho gol y muchas alternativas. Además de Neymar, con Gabriel Jesús, Coutinho, Williams, Firmino y Douglas Costa le hace posiblemente la selección más potente y con más gol del torneo.

También habrá selecciones que por la calidad de sus jugadores pueden dar la sorpresa. Su potencial ha ido en aumento en los últimos años. Son los casos de Bélgica y Croacia, que tienen grandes individualidades, pero les falta experiencia y el peso de la historia. Los incómodos combinados sudamericanos, a los que nadie se quiere enfrentar -sobre todo a partir de la fase de grupos- porque los partidos frente a ellos son muy duros y con mucho desgaste. A Uruguay, Colombia y Perú quizá no les veamos ganar el Mundial, pero seguro que alguna de ellas llega lejos y deja a favoritas por el camino.

En cada cita mundialista se espera el resurgir de alguna selección africana, pero en esta ocasión quizá llegan en su nivel más bajo de los últimos años. Su supuesto crecimiento ha sufrido un parón y las expectativas para poder ganar un Mundial no pasan por su mejor momento. La apuesta del fútbol asiático por fichar grandes figuras mundiales para sus ligas y que ello tenga repercusión en el crecimiento de sus jugadores y a su vez de sus selecciones parece que todavía tendrá que esperar varios años más.