Una gala sobria en la 'ciudad de la luz'

En el célebre edificio, emblemático de la cultura parisina, se celebró una gala sobria, que esta vez no contó con actuación musical ni polémica y conducida por el exjugador del Chelsea o el Olympique de Marsella Didier Drogba y la periodista Sandy Héribert. Una ceremonia que reconoció a Lionel Messi como mejor futbolista del mundo, a la estadounidense Megan Rapinoe como mejor jugadora, a Alisson Becker como Trofeo Yashin al mejor portero y al neerlandés Matthijs de Ligt como Trofeo Kopa para el mejor joven.

Una hora antes del inicio de la ceremonia, la alfombra roja recibió al protagonista indiscutible de la noche, Lionel Messi, que se convertía en el primer jugador de la historia en alcanzar seis galardones. El argentino, que acabó sentado en una silla de director de cine personalizada y disfrutando de la proyección de algunos de sus mejores goles, dejó en el pasado la apuesta por trajes más llamativos y llegó acompañado de su esposa, Antonella Rocuzzo, y de sus dos hijos mayores, Tiago y Mateo, que también dejaron sus mensajes de felicitación en el emotivo vídeo que cerró el acto antes del posado con la media docena de trofeos que ya ostenta el '10'.

Junto a ellos se encontraba el resto de la delegación del Barça, con Antoine Griezmann, Frenkie de Jong y Marc-André ter Stegen, el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, su director deportivo, Eric Abidal, y un histórico exjugador azulgrana como Hristo Stoichkov, ganador del Balón de Oro en 1994.

Poco después arribaba la delegación del Liverpool, liderada, al igual que sobre el césped, por Virgil van Dijk, segundo mejor futbolista del planeta gracias a su desempeño de la temporada pasada en la sexta Champions 'red', como su compañero Alisson Becker, el mejor guardameta. Otro central neerlandés como Matthijs de Ligt, reconocido como mejor jugador joven, acudió en representación de la Juventus, con Cristiano Ronaldo, tercero en la votación y cinco veces ganador del galardón, esta vez en Italia para la ceremonia de entrega de los premios a los mejores de la Serie A transalpina en la pasada temporada.

Luka Modric, el anterior ganador del premio, acudió para entregarlo al nuevo rey del fútbol, al que en un gesto de gran deportividad le dijo «enhorabuena, te lo mereces». Junto a él también viajó el brasileño Vinicius como representación del Real Madrid y otro jugador madridista pero ahora cedido al Valladolid, como el portero ucraniano Andrei Lunin, ambos candidatos al Trofeo Kopa al mejor jugador joven.

Por su parte, Kylian Mbappé, el hombre del futuro para el Balón de Oro, fue de los últimos en llegar, ejerció de anfitrión en la ciudad del PSG y fue uno de los más aclamados por la afición a la caza de la foto y el autógrafo antes de la llegada del preciado galardón, cuya llegada dio el pistoletazo de salida a una gala que optó por la moderación.