Puado devuelve a Primera al Espanyol

Dominando el Espanyol desde el primer minuto, sin darle respiro al Oviedo. A los diez minutos llegó la primera gran ocasión, pase de la muerte de Jofre al que Martin Braithwaite no llega y cae en el área, Pere Milla se duerme y Dubasin mete el pie. El delantero danés, muy ansioso y caliente durante los primeros minutos de la final. El conjunto asturiano, totalmente encerrado en su campo, sin opciones de poder hacer su fútbol. La primera amarilla del partido fue para Cabrera por cortar una contra del Oviedo, zancadillea a Alemao y se fue amonestado.

A sabiendas de estar clasificados, poco a poco llegó el Oviedo a la portería de Joan García, hacia la primera media hora. Sin embargo las intenciones azulonas de atacar fueron leves. Nico Melamed tuvo la segunda para los pericos, su disparo, mordido, se marchó muy cerca de la madera de Leo Román tras un buen centro de Jofre, muy participativo por banda derecha.

El capitán blanquiazul, Javi Puado, fue el elegido por los dioses del fútbol. Tras un córner cerrado, le cayó el balón puesto por Melamed, y el canterano perico puso el primer gol en el marcador y la locura se desató en todo el estadio. Contagiados por su líder, Cabrera mandó un pase teledirigido a Pere Milla, que hizo un control típico de los Ronaldinho y Zidanes, se la dejó en bandeja a Puado, que no perdonó. En apenas dos minutos, la afición perica pasó de Segunda a Primera División.

Luis Carrión no se lo pensó, y en el descanso cambió el equipo. Bretones y Borja Sanchéz para intentar la épica. Se intercambiaron los papeles de la primera mitad. El Oviedo salió del vestuario muy enchufado mientras que los blanquiazules, a esperar. El Espanyol volvió a meter el miedo en el cuerpo de los asturianos con una gran jugada de Braithwaite. Su centro raso no encontró rematador por muy poco.

El equipo de Carrión apretaba pero sin encontrar resultado. Con la entrada de Cazorla, Masca y Bretones, los carbayones iban con todo. Al equipo le faltaba el premio, y con Borja Bastón, los ovetenses tenían toda la artillería sobre el verde. Comenzaba un último cuarto de hora de infarto. Con varias llegadas de las «tanquetas» de Bastón y Alemao, Manolo González tuvo que modificar el equipo, dio entrada a tres hombres. uno por línea para controlar los últimos minutos.

Con casi toda la afición llorando, Leo Román provocó varios infartos entre los azulones con un error en el pase a su defensa. Álvaro Aguado robó el esférico, y con todo a favor para la sentencia, falló en el pase más fácil de su vida. Javi Puado, héroe de los pericos se marchaba sustituido, totalmente fundido y una ovación atronadora.

La última ocasión la tuvo Bastón en el 92 en un rechace que salió rebotado de Joan García, que enmendó su error y consiguió despejar en el último segundo. Los centros de Viti desde el medio campo fueron en vano, ya que no conseguía conectar con los suyos, casi todos en el área rival. Se terminó el encuentro con una estampida de la afición al sonido del silbato. El Espanyol volvía a la Primera División.