Asensio se reivindica en la sufrida victoria del Madrid ante el Granada

Quiera o no, Zidane tendrá que dar algún retoque a su alineación por la importante ausencia de Modric, que junto a Karim Benzema disfruta de una segunda juventud y ha sido clave en el renacer madridista. Seguramente entre por el croata Fede Valverde, que ya disfrutó de minutos en Eibar. El técnico madridista también recupera a Vinícius, Isco y, sobre todo, al belga Eden Hazard, al que ve «muy bien» en el aspecto anímico pero con el que pide paciencia.

Con la moral a tope tras sus descollantes actuaciones recientes y con la necesidad de volver a vencer para presionar aún más al Atlético, el Madrid no pierde de vista esas derrotas ante el Cádiz y el Alavés que le lastran y a la vez le motivan para no recaer en viejos vícios de autocomplacencia y desgana. Y elGranada, «un rival muy duro», según Zidane, se presenta en Valdebebas con muy poco que perder, al iniciar la jornada en la sexta plaza, y mucho prestigio por ganar en el curso de su exitoso estreno europeo.

El combinado dirigido por Diego Martínez pasó un mal momento de cinco jornadas sin vencer por el desgaste de tanta competición, pero se presenta con el refuerzo que le dan las dos victorias consecutivas ante el Elche y el Betis y los cuatro partidos oficiales seguidos sin encajar gol alguno. Sufre dos importantes bajas, ya que está sancionado el medio francés Gonalons y lesionado el extremo venezolano Darwin Machís.

Sin la magia, inteligencia, personalidad y desequilibrio de Luka Modric, y ante un rival que asumió mucho menos riesgos en la presión que el de Mendilibar, el Real Madrid no se pareció al que brilló en Eibar pero fue paciente y sigue el pulso con el Atlético al encadenar su sexta victoria consecutiva, quinta en la Liga. Se le discutió a Zidane que apostara por el músculo de Valverde en lugar del croata y no fuera más osado con Odegaard o Isco de inicio, más capacitados que el uruguayo para jugar por detrás de los delanteros, pero salió vencedor de los debates una vez más.

También dice el resultado que acertó en la discutida apuesta por la calidad y templanza de Asensio cuando se lesionó Rodrygo en vez de buscar más vértigo con Vinícius. En un minuto excelso, el balear se reivindicó después de seis suplencias consecutivas con una espuela maravillosa que acabó con el balón en el poste y un preciso centro que convirtió en gol Casemiro.

Hasta que Asensio marcó las diferencias que tanto se le reclaman, el campeón fue incapaz de hincarle el diente a un rival trabajado de maravilla por Diego Martínez. Si en Ipurua el Madrid fue un equipo dinámico, capaz de jugar a uno o dos toques y feliz porque disfrutó de espacios, ante un Granada mucho más cerrado se pareció más al de hace unas semanas. Seguramente, en el inicio de curso el típico regalo inicial de Varane en la salida de balón hubiera terminado en gol. La tuvo Puertas casi como un penalti, pero lanzó a las nubes en el primer minuto.

Jugar sin público en un marco tan desangelado, con tiempo desapacible y en vísperas de Nochebuena quizá no es muy motivante para un equipo campeón, pero este Real Madrid no puede permitirse la más mínima relajación si quiere competir de verdad en un maratón contra el Atlético por la Liga, sin descartar aún a otros equipos como el Barça porque falta un mundo, el curso es atípico y las lesiones se suceden. Como la que sufrió el joven Rodrygo en los isquiotibiales de su pierna derecha tras intentar marcharse de la vigilancia de Foulquier. Estaba siendo el mejor socio de Benzema, pero el brasileño se retiró en camilla. Tiro de galones Zidane al recurrir a Asensio, sin continuidad pero determinante en el partido.

Lento, previsible e incapaz de percutir por la banda izquierda, el Madrid no inquietó a Rui Silva en todo el primer período, más espeso que un bocadillo de croquetas. Apenas reseñar un tiro lejano y desviado de Kroos, ciertos movimientos con y sin balón de Karim y las internadas y centros de Lucas Vázquez que generaban inquietud en los andaluces y algún barullo que otro. Vivió feliz en ese primer acto el equipo nazarí, que reclamó sin éxito al árbitro un posible penalti por un agarrón de Casemiro a Yangel Herrera en una jugada de estrategia. Lo revisó el VAR y resolvió que era una jugada gris.

Se durmió de nuevo el Madrid en la primera jugada de la segunda parte y asustó otra vez el Granada tras una inteligente acción del incombustible Soldado y un pase hacia atrás desaprovechado. Zidane tenía que empezar a buscar soluciones ofensivas y su equipo meter una marcha más y tocar a rebato. Vinícius ya calentaba cuando Asensio entró al fin en acción. En la misma jugada, provocó cuatro ocasiones. Tras su bellísimo remate de tacón al poste, Rui Silva abortó sendos disparos de Kroos y Valverde con marchamo de gol y Benzema lanzó alto. En la siguiente acción de ataque local, Asensio se reivindicó de nuevo con un centro maravilloso que definió Casemiro porque saltó mucho más que el blandito Vallejo.

Manejó durante una fase bien el choque el Madrid desde la posesión de balón, pero sufrió hasta sentenciar de nuevo con otro gol en el descuento, obra de Benzema. Zidane tardó en hacer los cambios y Varane, muy nervioso e inseguro toda la noche, le dio opciones al Granada, que creció en ataque con Molina y Luis Suárez. De nuevo intervino el VAR en el área blanca, pero no apreció mano de Casemiro. El Madrid sigue colíder pero con dos partidos más que los colchoneros.

En la siguiente acción de ataque local, Asensio se reivindicó de nuevo con un centro maravilloso que definió Casemiro porque saltó mucho más que el blandito Vallejo. Manejó durante una fase bien el choque el Madrid desde la posesión de balón pero acabó sufriendo. Zidane tardó en hacer los cambios y Varane, muy nervioso e inseguro toda la noche, le dio opciones al Granada, que creció en ataque con Molina y Luis Suárez. De nuevo intervino el VAR en el área blanca, pero no apreció mano de Casemiro. El Madrid volvió a sentenciar en el descuento, esta vez por obra de Benzema, y sigue colíder pero con dos partidos más que los colchoneros.