Los errores penalizan a la Real ante un Valladolid efectivo

El cuadro guipuzcoano empezó mal la Liga en su estadio y vivió de las rentas obtenidas fuera de San Sebastián. Pero, ahora, liberados de la presión por ofrecer una primera victoria a su afición en casa, han cogido confianza en Anoeta gracias, sobre todo, al buen fútbol de Mikel Oyarzábal y Adnan Januzaj.

Los dos fueron los mejores jugadores y goleadores en el triunfo copero ante el Celta. Oyarzábal, además ha marcado en tres de los cuatro últimos partidos y está en un momento espectacular de forma.

Las bajas en el centro de la zaga -Raúl Navas y Diego Llorente son dudas para este partido- han dado oportunidades a una nueva perla de Zubieta, el francés Robin Le Normand, que podría tener opciones incluso de mantenerse como titular en este encuentro ante los pucelanos.

El tridente ofensivo Willian-Juanmi-Oyarzábal podría repetirse tras alinearse en Copa y ser el otro gran argumento de ataque para una Real que comienza a confiar en el estilo de juego que ha implantado Asier Garitano.

Por su parte, el Valladolid, después de sumar cinco partidos consecutivos sin ganar (tres derrotas y dos empates), intentará volver a la senda de la victoria para evitar que los equipos en puestos de descenso cojan aire y se acerquen a su posición, la decimoquinta.

Para intentar acabar con esa mala racha, el técnico Sergio González tendrá que suplir las bajas de Luismi y de Javi Moyano. El club pucelano, tras la buena actuación de los menos habituales en el partido de Copa del Rey ante el Mallorca, podría jugar con más opciones en las bandas, aunque el entrenador del Valladolid no quiso confirmar cambios.

En un partido que se prevé complicado, puesto que de 37 visitas a Anoeta, los vallisoletanos tan solo consiguieron ganar en tres -y dos de ellas las obtuvieron en Atocha-, el conjunto blanquivioleta parte con la premisa de «salir con tensión defensiva» y de que se establezca la «máxima comunicación» entre los jugadores.

El aspecto positivo es que el triunfo copero ha supuesto una dosis de moral para la plantilla del Valladolid, sobre todo tras el varapalo sufrido ante el Leganés y, por tanto, el tener que jugar dos partidos en cuatro días se ha agradecido en el seno del vestuario.

Además, los que menos minutos suelen tener en los partidos de Liga contaron con opciones en ese choque y lo hicieron bien, en un encuentro serio por parte de todos, con lo que alguno podría encontrar un hueco en el esquema titular de Sergio González ante la Real Sociedad. Eso, se sabrá el mismo día del encuentro.

El técnico catalán no quiere dar pistas al rival, al que definió como «un buen equipo, que juega con dos bandas muy profundas que también van bien al uno contra uno, y que cuenta con dos puntas con mucho dinamismo, que interpretan bien el juego, hacen ruptura y saben ir al apoyo».

La convocatoria del Valladolid la forman Masip, Yoel, Antoñito, Kiko Olivas, Calero, Moi, Nacho, Anuar, Borja, Rubén Alcaraz, Míchel, Leo Suárez, Keko, Verde, Óscar Plano, Toni, Cop y Unal.

Por su parte, Sergio González descartó a Joaquín, Guitián, Ivi y Cotán.

- Alineaciones probables:

Real Sociedad: Moyá; Zaldua, Moreno, Le Normand, Theo; Illarramendi, Zurutuza; Januzaj, Willian José, Oyarzabal y Juanmi.

Valladolid: Masip; Antoñito, Calero, Kiko Olivas, Nacho; Verde o Keko, Alcaraz, Míchel, Toni; Óscar Plano y Ünal.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego).

Estadio: Anoeta.

Hora: 18:30 h.

La Real Sociedad mereció algo más que su derrota ante un buen Valladolid que se benefició de dos errores, de Asier Illarramendi y Miguel Ángel Moyá, para apear otra vez a los realistas de su sueño europeo.

La afición local estaba muy animada de cara a este partido, veía por fin a una Real resolutiva y triunfadora en Anoeta en los dos últimos encuentros y enfrente estaba un Valladolid con muchas dudas en el último mes por los malos resultados.

El equipo pucelano dio, sin embargo, una imagen totalmente opuesta a lo que se esperaba, dominador y ofensivo desde el pitido inicial, rozó ya el gol con Plano, remate que evitaría Moyá con acierto, algo que no pudo exhibir en la jugada que terminó en el gol que sí subió al marcador de Toni Villa.

El delantero murciano se aprovechó de un error de Illarramendi para hacerse con un balón que no estaba en principio predestinado para él y que remató con dureza para hacer imposible la oposición de Moyá, al que le entró el esférico como un cohete en su portería.

La Real no despertó hasta pasada la primera media hora de juego cuando tuvo su gran ocasión para el empate en una habilitación de Theo a Willian que se encontró con la figura de Masip, el balón salió rebotado para Juanmi pero con todo a su favor remató con la rodilla y el Valladolid se salvó de milagro.

El once castellano no se descompuso y volvió a llevar un peligro enorme para la Real en otra escapada y remate de Keko que, esta vez, sí pudo evitar con una gran intervención el guardameta Moya.

La Real pedía a gritos el descanso porque Garitano no estaba nada contento, de hecho había puesto a calentar mediada la primera mitad a Sandro para utilizarlo en el segundo tiempo por un desaparecido Juanmi.

Sandro mejoró el ataque local, más con su amenaza de remate que con su precisión, el Valladolid comenzó a valorar el botín que tenía y cedió el control del encuentro a los vascos.

El hombre gol de los blanquiazules, el brasileño Willian, no está afortunado y ha perdido hasta el momento su estrella como acreditó en un balón que le envió Theo y que sólo tenía que empujar bajo palos, pero se le escapó cuando parecía hecho el empate.

Valladolid acto seguido dio el mazazo definitivo en el 52 tras una pillería de Antoñito, que se llevó el balón tras una salida en falso de Moyá y marcó un gran gol ante una Real rota.

Revivieron los guipuzcoanos a media hora para el final con el gol de Oyarzabal que aprovechó una asistencia del francés Le Normand, el mejor de los suyos en este partido.

Valladolid aguantó los embates de su rival, tuvo opciones para haber marcado y también para haber encajado en los desesperados ataques finales txuri urdin, sobre todo el de Jon Bautista, que no tendrían ninguna recompensa.