Mbappé, la gran esperanza blanca para dinamitar el final de curso

Mbappé llegó al Real Madrid para lucir en las grandes citas como esta. Ese escenario límite y las más de 40.000 gargantas que abarrotarán el Lluis Companys deben ser gasolina para un jugador que se crece en este tipo ambientes y que ha demostrado que no le afecta la presión. Que se lo digan a la Argentina de Messi, que tuvo que sudar tinta china para ganar el Mundial en 2022 tras el 'hat trick' del galo en la recta final, o al propio Barcelona cuando el punta parisino lideraba el PSG.

Mbappé se ha medido al Barça en siete ocasiones y le ha marcado ocho goles, un balance que hacen creer a los madridistas en una jornada mágica en la montaña de Montjuic. Bien es cierto que las grandes actuaciones de Mbappé contra los azulgranas fueron en Champions y como futbolista del PSG, con el que firmó un triplete en una visita al Camp Nou en 2021, demoledor para el equipo que por entonces dirigía Ronald Koeman, y un doblete la pasada temporada que precipitó el adiós de Xavi Hernández meses después.

Mbappé sabe, por tanto, lo que es sacar los colores al Barcelona en el Camp Nou y en el Lluis Companys respectivamente. Solo le falta hacerlo como jugador del Real Madrid. Y eso que ha ido de menos a más en estos enfrentamientos. Empezó frustrado en el 0-4 en el que coleccionó fueras de juego, fue de los más destacados y se estrenó como goleador en los clásicos en la sonrojante derrota por 2-5 de la Supercopa de España y fue revulsivo, con diana incluida, en la final copera. Los tres partidos han acabado, eso sí, en derrota para los de Ancelotti, una espina clavada que Mbappé espera quitarse en el Lluis Companys para poner la Liga al rojo vivo.

El clásico le llega a Mbappé ya totalmente recuperado de los problemas físicos que hicieron peligrar su presencia incluso en la final de Copa. Se ha reestablecido y la menor carga de partidos de los blancos ha hecho que tenga un tono físico ideal para llegar a la cita. Sumó dos goles contra el Celta en una exhibición exprés que precedió, eso sí, a una nueva desconexión de su equipo. Con esas dos dianas ya le pisa los talones a Lewandowski en la pelea que definirá el mejor artillero del campeonato español. La batalla está servida y el astro de Bondy sueña con destrozar la defensa adelantada de los culés.