Ferran Torres, el Tiburón que pide paso

«Voy a quedarme, lo tengo claro. Creo que estoy capacitado para jugar en el Barça y lo que se diga de mí me da igual», dijo Ferran Torres este verano cuando su futuro como azulgrana estaba más en el aire que nunca. La entidad que preside Joan Laporta necesitaba hacer caja y en la picota estaba su nombre, junto al de otros atacantes como Ansu Fati, Abde, Dembélé o incluso Raphinha. El valenciano no se amilanó ante la situación, se autodenominó Tiburón en redes sociales y comenzó a trabajar para llegar a la pretemporada en Estados Unidos en plenitud física.

Fue allí, en el país norteamericano, cuando se empezó a atisbar que algo había cambiado en él. «A nivel mental estoy hecho un toro; nadie va a poder conmigo», aseguró tras quitarse las chanclas y ponerse las botas. Ese trabajo mental lo ha llevado a cabo en un 2023 en el que ha podido contar con la ayuda de un psicólogo, que le ha hecho tener una mayor confianza en sí mismo y dejar de lado una obsesión por el gol que por momentos le hacía distraerse de otros aspectos del juego en los que siempre había destacado. «He aprendido a disfrutar y, a partir de ahí, las cosas salen solas», destacó Ferran Torres.

Tanto ha sido así que desde su regreso de vacaciones su relación con el gol ha sido más íntima que nunca. El futbolista de Foios ha marcado siete tantos en los ocho partidos que ha disputado entre el Barça y la selección española, una cifra magnífica que es todavía mejor si se compara con los minutos que ha disputado, apenas 231. El Tiburón marca un gol cada 33 minutos de juego, números que le han hecho meterse de lleno en los planes de Xavi Hernández y que nunca ha promediado a lo largo de su carrera deportiva. Su mejor año completo fue en el Manchester City en el curso 2020-2021, cuando promedió 0,36 dianas por choque.

Esa facilidad para ver portería cayó en picado tras su fichaje por el Barça. Ferran Torres contribuyó a cuentagotas en sus primeros meses para que el equipo culé, séptimo en la Liga cuando él llegó, terminara como subcampeón, y ya en su segunda temporada se vio bloqueado por una competencia brutal con Raphinha y Dembélé en el costado diestro, allí donde él siempre ha sido capaz de mostrar su mejor versión. «Por diversas circunstancias no he podido demostrar mi mejor nivel», reconocía recientemente. Esas circunstancias han cambiado y el principal motor de ese cambio ha sido la fe del propio Ferran Torres, dispuesto a dar la vuelta a la tortilla.

La eficacia de Ferran Torres de cara a portería pone a Xavi en una tesitura muy complicada, un bendito problema, que se suele decir. El técnico del Barça, cada vez más comprometido con el 4-4-2, debe elegir para acompañar a Lewandowski entre Ferran Torres, Raphinha, Joao Félix o Lamine Yamal, jugador que en este momento parece llevar la delantera tras varias titularidades consecutivas. Solo puede jugar uno en el nuevo sistema, salvo que Xavi opte por variar hacia el clásico 4-3-3 culé aprovechando las bajas en la medular de Pedri y Gündogan por lesión y de Fermín López por sanción. Ese es el escenario en el que irrumpe el nuevo y renovado Ferran 'Goles'.